No sé si cuando Darren Aronofsky escribía la historia de esta película, tenía otro protagonista en mente que no fuera Mickey Rourke: como anillo al dedo.
En "The Wrestler", un luchador que ha pasado toda su vida haciendo el bestia entre las doce cuerdas de un ring, practicando el tongo pactado y el amaño cotidiano de la lucha libre profesional, empieza a sentir los achaques de la edad. Victorias pactadas en los pabellones deportivos de los pueblos y ciudades de todo el país. El preferido del público, el rubio alto y fuerte (ario de bote: no sólo el pelo, el resto del cuerpo también se ha modelado a base de botes... de pastillas), el coloso norteamericano que le zumba la badana al punky, al moro, al negro: cada contrincante interpreta un rol primario para pulsar las fibras sensibles más básicas de un público sediento de sangre. Y aunque todo sea más falso que un duro de seis pesetas, hay ocasiones en las que los "actores" salen malheridos: no intenten hacer esto en sus casas.
El cuadrilátero como escenario de entremeses de odio y venganza resueltos en quince minutos. Y el "Carnero" siempre es el ganador. Pero el tiempo no perdona y nadie, excepto Brad Pitt, posee el reloj de Benjamin Button: lanzarse contra el suelo desde las cuerdas del ring no es apto para mayores de cincuenta años y The Ram/Rourke pasó esa barrera hace tiempo. La retirada. Las derrotas llegan una tras otras: tener un trabajo, tener una relación sentimental: tener una hija. "The Wrestler" se puede entender como una metáfora del éxito: la gloria de la vida pública esconde el fracaso del hombre corriente.
Mickey Rourke se mantuvo en la cresta de la ola durante los ochenta (un pasaje de la película evoca aquellos años dorados del actor). "Manhattan Sur", "Nueve semanas y media", "La ley de la calle", "El corazón del ángel", "Réquiem por los que van a morir", "Barfly". Éxito en las pantallas, icono sexual: el puto amo. Los años noventa y los infiernos personales del actor, se lo llevaron por delante. Ahora resurge (ya tuvo un buen papel interpretando a Marv en "Sin City", de Robert Rodríguez) interpretando/interpretándose, en la metáfora de su propia existencia.
Mickey Rourke, el último punk.
Y esta noche puede ganar el combate de su vida. ¡Tiembla Brad Pitt!
Para el que no lo haya visto, dejo aquí la versión manchega de "The Wrestler".
Chanante y caldofrán.
O pinchando aqui
Me parece como el ocaso del gladiador, y del actor. No me ha tocado verla, pero la veré en dvd, sin falta. Probable Oscar al mejor actor.
ResponderEliminarLa veré también, ya veremos cuando, pero caerá, a ver si me reanimo con Aronofsky, que me dejó muy mal rollo con The Fountain. Me gustaba (Pi, sobre todo), hasta que se puso a trabajar con los grandes. Mickey Rourke me da una pereza.... A ver qué pasa esta noche.
ResponderEliminarSaludos! (El vídeo, no puedo verlo, se me queda.)
Ummm en DVD tal vez, pero sólo tal vez...
ResponderEliminarQué despiste!! Anoche fueron los Oscar, no? Voy a ver si encuentro que ha pasado...
Un abrazo!
Gran película, de una potencia carnal como pocas veces se ve en la pantalla.
ResponderEliminarSaludos.
Blanca: no sé si alguna vez más se la va a presentar a Mr. Rourke una ocasión de lucimiento parecida... y perdió el combate. Sean Penn vencedor por K.O. También me alegro.
ResponderEliminarBabel: Aronofsky vuelve a marcar. Una de las películas del año. Si no puedes ver el vídeo he puesto un enlace debajo de él. Es muy popular seguro que ya lo has visto, pero si no...
Margot: es una buena película bajo una máscara de cine, no sé, de género de ¿artes marciales? Pero es mucho más profunda. Sorprende, es un personaje más tierno de lo esperado. Bueno, alguna escena un poco sangrienta, pero también tiene su importancia que sea así. Recomiendo a ojos cerrados.
Hernán: coincido con tu apreciación. He visto que la comentas en tu blog. Voy para allá.
Saludos.
La versión manchega no, Albaceteña. Que estos genios del humor son de Albacete, y este tipo de humor es puro albaceteño. El resto de manchegos tienen un humor más refinado, acuérdese Ud. de Almodóvar.
ResponderEliminarHas escrito un post con el tono adecuado a esta metáfora que tanto me gusta;el luchador en decadencia.No se si has visto la extraordinaria película de los años setenta,El luchador de Walter Hill con Charles Bronson y James Coburn,magnífica,te la recomiendo.Esta que comentas no la he visto todavía,pero estoy en ello.¿Qué tendrá el boxeo con el cine que no se ha equivocado casi nunca a la hora de abordar el último round de la vida?
ResponderEliminarUn abrazo.