Anton Corbijn llega al cine desde la evolución natural de la fotografía, famoso fotógrafo del rock, pasando por la academia de la realización de videoclips musicales hasta alcanzar su debut como director en la película "Control", mirada profunda y sentida hacia los últimos tiempos de Ian Curtis, el ya mítico cantante de la banda Joy Division, uno de los muchos grupos a los que Corbijn apuntó con su cámara fotográfica: el blanco y negro en los negativos, como característica principal, y la intención de atrapar el instante, el gesto, sin artificios: desnudar la verdad. Dos serán los retratados en "El hombre más buscado": uno la ciudad de Hamburgo, paisaje urbano de ciudad portuaria, enfocada como mole poco amigable, una penumbra apenas iluminada por fluorescentes parpadeantes y la tenue luz del sol del norte; y el otro, Philip Seymour Hoffman, en un imprevisto canto del cisne fílmico, imprevisto pero que parece anticipatorio: el actor en su laberinto, encarnando a un personaje de vuelta de todo, resabiado y escéptico, y aún así capaz de albergar destellos de esperanza. Pero si hay esperanza, mayor será la pena.
El agente secreto Günther Bachmann, al que da cuerpo Hoffman, despide un intenso hálito de tristeza, de angustia vital, un ambiente crepuscular que resulta estremecedor para el espectador que ya sabe. Y hubiera sido estupendo que la película tuviera un happy ending brutal, catártico, pero esto acaba de puñetera pena. John le Carré sigue vertiendo toneladas de cinismo en sus líneas, por las páginas de sus novelas continúan fluyendo kilómetros de alcantarillas malolientes, esas sobre las que la Historia oficial clava sus pilotes. Se descongeló un bloque, alterando la polaridad mundial, pero no por ello han menguado los temas: de la hoz y el martillo el escritor se cambia a la medialuna, iconos que se alternan para marcar la actualidad, demostrando que a los postores de derechos cinematográficos no les faltará trabajo nunca.
John le Carré fotografiado por Anton Corbijn (Hamburgo, 2012)
Muy buena película, sí señor. La disfruté mucho tanto por su bien hilada historia como por esa atmósfera fría e intrigante. Y ya ni decir de Philip Seymour Hoffman, que es todo un grande. Y del gran final debo decir que me tomó por sorpresa y me dejó con bastante pesar... El mundo de los espías, supongo. Muy buena.
ResponderEliminarSaludos.
Una ambientación muy bien acabada. Creo que la fotografía de esta película, el tratamiento de la luz, es uno de sus grandes valores, dando cabida a las emociones que se van desarrollando.
EliminarUn par de estremecimientos en tu análisis... Un abrazo.
ResponderEliminarVerla sí que estremece. Mi análisis es un epílogo, como todos los que escribo.
EliminarAnoche la vi, y el final no me dejó dormir. Pensar que estamos totalmente expuestos a los designios de estos hijos de perra. Genial todo. Gracias.
Eliminar¡Qué alegría me das, Dario, amigo! Ver que una recomendación, que realizó con sinceridad, es acogida, me llena de felicidad. Me alegro mucho, y de que no hayas podido dormir también. Bueno, de eso no... ¡Bueno sí, qué narices, que se vea esa película y que a uno le perturbe la conclusión, es lo menos que se puede pedir!
EliminarGracias a ti.
Veo que por fin te animaste JEJEJE Para mi sin duda una de las mejores peliculas del pasado año (no falto en mi lista de lo mejor del 2014) y un genial canto de cisne para Hoffman ¿no te parece este personaje una continuacion del que encarnó en "La guerra de Charlie Wilson"? A mi no paraba de venirme a la cabeza que esta era su versión alemana... Y veo que no nombras la luz de la película, pero a mí me pareció maravillosa.
ResponderEliminarBuena entrada.
Saludos
Claro, era una gran duda pendiente. Pues "La guerra de Charlie Wilson" no la he visto, pero sí que interpretó a un jefe de campaña en "Los idus de marzo" de George Clooney, con el que me parece que guarda similitudes este Hoffman. Era una actor extraordinario que le daba una credibilidad inmensa a todos los personajes que interpreta. Sí, sí menciono la luz. ¡Luz, más luz!
EliminarParticularmente control es una película que me encanta. Aunque se le haya achacado no entrar de lleno en la vertiente oscura de un cantante mítico. Refiriéndome por supuesto a sus relaciones con el mundo nazi por las que pasa apenas de puntillas. Me pareció una película nada complaciente y muy bien llevada.
ResponderEliminarEn cuanto a esta, no la he visto, pero ganas tengo. Ese tiempo que se va y no hacemos nada de lo que que en realidad queremos. Cuidate
Creo que todo aquello del nazismo de Joy División era subversión y postura, propiciados por el animo de escandalizar: la ruptura social del punk y del postpunk. Los Sex Pistols también usaban mucho la esvástica o el saludo nazi: romper con el mundo de héroes de guerra de sus padres: matar al padre. De aquella época y en España recuerdo a Iñaki Fernández de Glutamato Yeye vestido de Hitler. En fin, si a Anton Corbijn, que los conoció personalmente, no lo puso en la película supongo que fue porque no le pareció relevante. En mi opinión no había intención política en esos detalles, y sí el de añadir más oscuridad a su música y su mensaje.
EliminarMe gustó mucho, mucho y mucho. Y el final contundente, desesperanzador, tan triste.. el único posible o el único que pudiera convencerme. Agradecí la no complacencia en estos tiempos de Yuppi.
ResponderEliminarY la tristeza añadida de ver a Hoffman y saber que ya no más, tan inmenso en su papel.
Saludos!
Yo la he visto mucho después de su estreno, pero creo recordar que ese estreno ya ocurrió después del fallecimiento de Holffman. Impacta mucho ver esta película conociendo esa noticia.
EliminarMr. Licantropunk, ser agente secreto no es un trabajo para todo el mundo, en cambio este film es un verdadero disfrute. Una verdadera pena que Hoffman nos haya abandonado. Cordiales saludos.
ResponderEliminarTengo que verla, por dos razones: por tu comentario y para despedirme -como se debe hacer, en la gran pantalla- de ese pedazo de actor con tantos registros como películas tiene.
ResponderEliminarSaludos.