miércoles, diciembre 18, 2013

"Misterioso asesinato en Manhattan", de Woody Allen


I can't listen to that much Wagner, ya know? 
I start to get the urge to conquer Poland.
Larry Lipton

Tú has visto demasiadas películas. Seguro que esa frase hecha se la hubiera soltado Larry (Woody Allen) a su mujer, Carol (Diane Keaton), para recriminarle sus descabelladas sospechas, si el guión no lo hubiera escrito Woody Allen, papeles que suelen estar llenos de citas para la posteridad como la que encabeza esta entrada. Tú sí que ha visto demasiadas películas, Woody, sólo hay que contabilizar las referencias a cintas de otros que incluyes en tus obras. En ésta, "Perdición" de Billy Wilder y su tórrido crimen pasional con fraude a compañía de seguros incluido, al que Edward G. Robinson plantará cara (y olfato). O el pimpampum a tiros en un laberinto de espejos del final de "La dama de Shanghai" de Orson Welles. O, afilada ironía, el recuerdo a los seis meses necesarios para comprender los flashbacks oníricos de "El año pasado en Marienbad" de Alain Resnais. Apuntalas tus películas en hombros de gigantes, Woody, mientras despliegas tu propio armamento y nos dejas boquiabiertos con la química poderosa que tu pareja en el celuloide, Diane Keaton, combinaba como ninguna otra. Veinte años después, se echa de menos un reencuentro: la última oportunidad se desvanece como la foto familiar de Marty McFly.

En "Misterioso asesinato en Manhattan" se percibe atrevimiento visual, Woody, la cámara en mano y la improvisación latente para trazar el ritmo alocado de una comedia viva que, como siempre y hasta la actualidad, construyes sobre el establecimiento de un hilo argumental sencillo al que se proporcionan múltiples matices, segundas lecturas, encrucijadas vitales. El asesinato verdadero que trasciende de la película es el de la vida de pareja. Larry capitula y aparta el rechazo que le producen las conjeturas de Carol (¡Guarda algo de locura para la menopausia!) porque en otro caso se produciría el fracaso de su relación, amenazada por un recién divorciado con piel de amigo (Alan Alda) al que le sobran motivos pasionales y empiezan a faltarle barreras morales. La trama de la investigación amateur, enredo ingenuo, se llena de clichés del género negro proclamando la banalidad de una parte de la historia: el conflicto está en la puerta de al lado, no detrás de aquella otra donde se ha producido un misterioso asesinato, en Manhattan, Woody, por supuesto, tu territorio mítico, isla tumultuosa donde se produce la paradoja moderna (aquí como allí) de desconocer al vecino, de ignorar la cara que ronca durante décadas a escasos metros de nuestro propio dormitorio.

La película es una vieja idea tuya para "Annie Hall" que entonces no tuvo cabida. ¿Dónde apuntas tus ideas Woody? ¿Cuántas te quedan aún? Ay, Woody, lo que te toca aguantar en los últimos tiempos, cada año enfrentando tus ganas de hacer cine con las opiniones impías de los apasionados por lo inmóvil. Algún día te encontrarás con un airado cinéfilo que sólo espera que corras menos que él. Y correr no se te da nada mal: hiciste alarde de ello: Take the money and run. ¡Turista! Te increpan por hacerte las europas. ¡Pesetero! Te califican confundiendo tu permanente estado cinematográfico, tu destino aparente de vivir rodando, con la codicia de la taquilla segura tras tu firma prestigiosa en los créditos. No se dan cuenta de que resta aún más cine en tu semicerrado ojo izquierdo que el que muchos tendrán no en una vida, sino en un ciento de ellas. Donde unos aprecian fórmulas agotadas, percibo intentos de renovación, de escapar del anquilosamiento. Donde otros bostezan su menosprecio, a mí me siguen encandilando tus fotogramas. Será que después de aspirar tanto vinagre crítico ajeno entro a la sala sumido en precauciones para terminar la proyección encantado, disuelta la preocupación, que ha resultado más estéril que el primer soplido del lobo feroz. Una vez más. Y que dure.
Feliz Navidad, Woody.


12 comentarios:

  1. Parece que Woody Allen, en su últimísima época, rueda como los españoles de los primeros 70. Éstos hacían una misma película pero con dos versiones: una para el mercado nacional, censurado, y otra para la exportación. Woody, por su parte, hace una para espectadores como yo y otra para espectadores como usted. Sólo así se pueden entender sus elogiosos comentarios. No vemos las mismas versiones, sin duda.
    Ojo, y no es el caso de "Misterioso asesinato en Manhattan".

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    1. Se dice que el arte moderno está en el ojo del que lo mira y por tanto la apreciación subjetiva que se hace de una obra ya no está sujeta a parámetros clásicos de perfección en las proporciones, parecido con el original o finura en los remates. Desde ese punto de vista toda valoración es puramente especulativa. Yo sigo encontrando en las películas de Woody Allen las mismas virtudes que hallé en su día, y revisar una cinta como "Misterioso asesinato en Manhattan" reafirma mi opinión. Woody Allen es un gran director de cine y es una cualidad que no ha perdido ni creo que le dará ya tiempo a perder. Otra cosa es ejercer la crítica de una película con el hacha preparada para soltarla a la menor. Para poner una película a escurrir se debe uno esperar a que salga el copyright al final de los créditos y reflexionar sobre lo visto con calma, más aún si se trata de una cinta de Allen, donde suele haber mucho más que frases ocurrentes y gags graciosillos, como alguno podría simplificar después de ver, precisamente, "Misterioso asesinato en Manhattan".

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  2. Esto sí que es una felicitación navideña en condiciones. Que pases felices días, Licantropunk. Cómo me gusta "misterioso asesinato en Manhattan" y ese cine de Woody tan lleno de referencias del gran cine clásico. Que nos dure mucho tiempo el gran Woody Allen...que no tome el dinero y escape jeje. Abrazos.

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    1. ¡Felices fiestas, Marcos! El de Allen es metacine, espejo de otros, y desde ahí, una obra completamente personal y reconocible.

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  3. Me emocioné, porque cuando se ensañan con uno, no tienen piedad. Por suerte, para nosotros parece ser sordo a esos cantos disonantes. Un abrazo.

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    1. ¡Felices fiestas, Dario! No tengo animo justiciero, simplemente intento ser la más honesto posible con mi propia opinión. Y en el caso del cine de Woody Allen, esa opinión es bastante alta, como se puede comprobar...

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  4. Mi querido Licantropunk... Misterioso asesinato en Manhattan entra dentro del terreno de película que me provoca la carcajada continua, que no puedo parar de reírme. De llorar de la risa. Y me encanta ese estado. Así vienen imágenes de la peli a mi cabeza y no puedo... la llamada telefónica en grupo, el estornudo sobre ciertos polvitos, la claustrofobia en el ascensor...

    Yo soy una incondicional de Woody... me hace pasar tan buenos momentos...

    Besssoosss con mucha risa
    Hildy

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    1. ¡Felices fiestas, Hildy! A esta película la he oído calificar alguna vez como la comedia perfecta. Bueno, yo no diría tanto porque tampoco me gusta extremar mis opiniones, pero lo que tiene es una estética renovada que anuncia al director que va a llegar después y que, creo yo, es poco dado al conformismo.

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  5. "Misterioso..." tiene ese encanto de las obras menores de Woody Allen como "La maldición del escorpión de jade".Muy potente el papel de Angelica Houston que para Keaton es una competidora como lo es Alda para Allen. Me encanta revisar esta película de vez en cuando como "Zelig" y "Sombras y niebla" quizás las que he visto más veces de su filmografía.
    Saludos. Borgo.

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    1. ¡Felices fiestas, Miquel! Es verdad que Angelica Houston está muy bien, dando equilibrio al enredo sentimental.

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  6. Mr. Licantropunk, otra buena eleccion. ¡Muchas Felicidades! Saludos.

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    1. ¡Felices fiestas, Mr. Belknap! No elijo la película, ella me elige a mí, ja, ja. Bueno, ésta es una que vi hace muchos años y que, como suelen ser las de este director, no importa volver a ver.

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