Del director Jacques Audiard tenía una referencia cinematográfica extraordinaria, la película "Un profeta", drama carcelario del año 2009 sobre un joven atrapado en el ambiente violento de cualquier prisión moderna: la cárcel elude su papel de redentora social para reafirmarse en agujero negro criminal, una sima de delincuentes que no ven otro destino que el de continuar su carrera cuando recobren la libertad. En aquella situación Audiard retrataba con destreza sutil a su profeta, el joven Malik interpretado por Tahar Rahim, cuajando un escenario multicultural y realista que convirtió a "Un profeta" en una de las películas a recordar de aquel año.
Había que comprobar si "De óxido y hueso", su siguiente película, mantendría aquel impresionante nivel. En "De óxido y hueso" se desarrolla una extraña relación entre una domadora de orcas que ha sufrido un grave accidente y un vigilante de seguridad que redondea sus ingresos peleando en combates clandestinos de full contact: todo en esta película es extremo, fuera de lo común. Se sostiene la película en las buenas actuaciones de su pareja protagonista. Por un lado, Marion Cotillard, secundaria hollywoodiense de lujo, que se vuelve a meter en un papel exigente como cuando alcanzó fama mundial (Oscar incluido) interpretando a Édith Piaf en "La vie en rose" de Oliver Dahan: su actuación en "De óxido y hueso" es tan convincente como los efectos especiales que la auxilian de modo intachable en su caracterización como Stéphanie. En el rincón opuesto, Matthias Schoenaerts, perfecto mendrugo, acémila musculosa que sólo piensa en dar satisfacción inmediata a sus instintos más primarios y que vive la vida como si no hubiera mañana, produciendo esa actitud tanto bien en la desdichada Stéphanie (al menos inicialmente) como desgracia a los que conviven con su falta de luces. La imagen rotunda, la tragedia instantánea, "De óxido y hueso" indaga en la estética del dolor buscando impactar al espectador con planos líricos en su dureza (me recordó en parte a "La escafandra y la mariposa" de Julian Schnabel, aunque aquella historia de superación, claustrofóbica y optimista, me gustó bastante más) hasta llegar al abuso del recurso. Llega un momento en que se puede pensar que tanto vale determinada escena para figurar en la película como para un anuncio de coches caros o de colonias estupendas: aparece la frialdad en el ánimo del que observa. Porque el veneno, por supuesto, está en la dosis. Recomendable en cualquier caso: muchas películas se salvan por tener instantes y en esa cualidad "De óxido y hueso" no será menos.
Que tengas un feliz año, Licantro y que sigas ahí mucho tiempo recordándome todo lo que me queda por ver y saber de cine. Un abrazo.
ResponderEliminarLo mismo te digo Lula, que nos leamos muchos años. ¡¡Feliz 2014!!
EliminarYo también me quedo con El profeta pero sin olvidar, como bien apuntas, que De óxido y hueso tiene buenas cualidades aunque haya momentos prescindibles, ajá.
ResponderEliminarFeliz eso!
(Se nota que andas de vacaciones? muchas pelis seguidas me parece a mí... jajaja)
La religión fílmica es para mí de misa diaria. Otro tema es tener un rato para comentar después la película, eso es bastante más complicado.
Eliminar¡Feliz año nuevo, Marga!
Mi querido Licantropunk, además de desearte un feliz año... te escribo para decirte que De óxido y hueso me gusta mucho y me parece una buena continuación a la filmografía de Audiard. Es una película muy física, sientes el hueso y el óxido, una película contada con los sentidos (y con una potencia visual increíble). Sé que no convenció a muchos seguidores de Audiard pero para mí da un paso más y se apodera de los códigos del melodrama intenso para crear una peculiar historia de amor de dos seres humanos que se conocen a partir de sus zonas oscuras y terminan creando una relación...
ResponderEliminarMe están encantando todos estos artículos de aquellas películas que no vimos. Como lei tu post sobre La noche más oscura... me dije tengo que verla ya. Y la vi. Escribiré pronto algo sobre ella.
Besos... y nos seguimos leyendo el próximo año
Hildy
Sí, sí, muy de carne más que de hueso, pero yo me pasé mucho tiempo sorprendido por la eficacia del efecto especial que le habían aplicado a la protagonista, más que por otros condicionantes realmente físicos. ¡Impresionante!
Eliminar¡Feliz 2014 y que sigamos leyéndonos, compartiendo cine y disfrutándolo, por supuesto!
Mr. Licantropunk, ¡Muchas Felicidades! Que finalice muy bien el 2013 y que empiece aun mucho mejor el 2014. Nos seguimos leyendo el año entrante y me anoto este titulo que reseño. Saludos.
ResponderEliminar¡Feliz 2014, Belknap! Ya son bastantes los años que empiezan y terminan y ahí seguimos los dos, al pie del cañón bloguero. ¡Y que dure!
Eliminarpasaba para desearte un muy feliz 2014 master del cine!!!... abrazo....
ResponderEliminarUsted sí que es un master, JLO. ¡Feliz año nuevo!
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