El Centro Dramático Galego recupera la famosa obra de teatro "La ópera de tres peniques" (Die Dreigroschenoper) escrita por Bertolt Brecht, con música de Kurt Weill, y que fue estrenada en Alemania en el periodo de entreguerras, obteniendo un éxito inesperado. Una historia agridulce de lumpen, de criminales, mendigos, putas y policías corruptos, que en aquella dura época de la república alemana que, poco más tarde, elevaría a Hitler al poder, suponía una crítica feroz del sistema capitalista, de sus injusticias y contradicciones. Mackie "el Navaja", el propio Tosar, protagonista inmortal de este drama, despiadado asesino convertido en víctima del sistema y finalmente perdonado en el patíbulo: No seas tan severo en el castigo. Hace suficiente frío, no hace falta más. Fíjate bien, pues en este mundo antiguo el dolor no acabará jamás.
La compañía de teatro dirigida por Quico Cadaval, además de traducir el libreto al gallego, transporta la acción desde el Londres victoriano escogido por Brecht a un lugar llamado Central City (cualquier gran capital occidental, pero, por supuesto, Nueva York) y en vez de situar en el telón de fondo la coronación de la reina, se monta una visita papal: un acto mucho más frecuente y familiar en los tiempos que corren, pero que casi sin querer aumenta el tono transgresor aún más si cabe. Para su representación en el resto del país han pasado los diálogos a castellano y han mantenido las letras de las canciones en gallego: en el Teatro Liceo colocaron un marcador de subtítulos (los que se suelen poner en cualquier ópera) en lo alto del escenario para realizar traducción simultanea y favorecer el entendimiento interregional: bastante superfluo para la mayoría del texto: la afinidad lingüística que no se hubiera producido en la lengua original del drama: imposible el alemán (¿o era impasible el ademán?).
Una puesta en escena excelente que huye de la espectacularidad, pues sobrio debe ser el ambiente de esta historia. Un ritmo sosegado que no impide momentos álgidos de emoción, donde la gran interpretación musical de la orquesta y del reparto será sin duda un punto fuerte de esta obra. Dos horas y media que pasan volando.
El tema más famoso de esta ópera es el primero de todos, Die Moritat von Mackier Messer
A mí, en su día, en aquellos tiempos en los que el gran Ivá dibujaba las aventuras de "Makinavaja" en "El Jueves", me gustaba una versión de este tema, de los "Tijuana in blue", que recogía el espíritu de los ripios de Bertol Bretch. Pero claro, la música ya es otro rollo.
¡Cagontó!¡Cuánto tiempo ha pasado! Madre mía...
Vaya combinación: Luis Tosar y "La ópera de tres reales", me hubiera gustado verlo. Yo vi una versión muy buena con Lluis Homar de protagonista.
ResponderEliminarMe encantaba Makinavaja. Conocí a Ivá cuando los dibujantes de El Jueves frecuentaban el bar Raval de Barcelona. Tenía un caracter dificil pero era un genio. Saludos. Borgo.
Es la primera vez que veo esta obra y me ha encantado. En cuanto al personaje de Ivá, es mítico para mí. Lo identifico con una época concreta de mi vida. Después consiguió una fama impresionante con la serie de televisión y todo eso, pero al principio era bastante underground: de donde no debió salir.
ResponderEliminarSaludos.
La tengo pendiente... cuando leí la reseña pensé que debía estar bien.
ResponderEliminarAunque los musicales no son lo mío pero claro, hay musicales y musicales, esto no es Mama mía, verdad?
Saludos!
Pues en musicales, de esos a los que creo que te refieres, no puedo decir nada, Marga, porque nunca he ido a ninguno, pero casi estoy seguro de que esto no tiene mucho que ver con "Mamma mía". Ni con Abba, claro.
ResponderEliminarSaludos.
Muy curioso Licantropunk. Estoy contigo en cuanto a lo que comentas de Luis tosar. A mí cada papel suyo me parece una creación. El personaje de "Mal madre", por ejemplo, es absolutamente genial. En cuanto a la "ópera de tres peniques", me parece un acierto devolverla a los escenarios. Y en cuanto al temazo "Mack the knife" me parece una de las mejores canciones que se han adaptado al jazz. Las versiones de Ella Fitzgerald, Louis Armstrong, Frank Sinatra y sobretodo, la de Bobby Darin, son excepcionales. Un abrazo Licantropunk.
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