miércoles, noviembre 03, 2010

"Himalaya", de Eric Valli

Película que tiene el honor de ser la primera película nepalí nominada al Oscar a la mejor película extranjera. Pero como exponente de lo que debe ser la cinematografía del Nepal, no creo que sea un buen ejemplo: la coproducción francesa (que debe ser casi total: la película tiene pinta de haber costado sus buenos francos) invade los créditos: director, productores, guionistas, todos los técnicos, la banda sonora. Todo francés menos los actores, claro. Desde el comienzo tiene pinta de documental de National Geographic, no en vano su director ha trabajado (me cuenta la wikipedia) como fotógrafo para la famosa Society durante la mayor parte de su carrera. Pinta de documental y más tarde de cuento infantil, de tradición oral embellecida por siglos de contarla: la acción puede transcurrir en época actual o ser del siglo III a.C.: no hay ningún signo de modernidad en las imágenes.
La historia se inicia con una caravana (mucho pelo de yak en los fotogramas) que regresa a un pueblo aislado del Himalaya. Retorna con el cadáver del jefe del poblado que ha muerto durante el viaje: angostos desfiladeros que atraviesan la tierra yerma y desierta del techo del mundo. Al parecer el cargo de jefatura debe ser hereditario, de modo que el padre del jefe muerto (antiguo jefe a su vez, llamado Tinle) quiere que sea su nieto Passang el ocupante del trono, frente a otro pretendiente local, Karma, que parece más dotado para guiar caravanas por las montañas y ser el reyezuelo de esta pobre gente: a falta de democracia, la ley del más fuerte. Al difunto, de momento, entierro ritual: despedazar el cadáver y que se lo coman los buitres: eso sí que es un funeral ecológico.
A los cinco minutos de empezar estoy tentando de dejar que el DVD pase a mejor vida: el doblaje al castellano resulta pueril, diálogos new age, no te crees que la gente común hable de esa forma. Pero ya que este título lo mencionó un amigo del que fiarse, le daremos una oportunidad: cambiar a versión original subtitulada resulta ser un acierto, como la mayoría de las veces: parece mentira lo bonito que es el nepalí bien entonado, fíjate tú.
Asistiremos a una incruenta guerra carlista entre Tinle y Karma. El primero representa la tradición y la superstición y quiere mantener sus privilegios a toda costa (viejo mezquino) y el segundo da muestras de iniciativa y pragmatismo aunque tampoco parezca, precisamente, un revolucionario del Mayo francés. De todos modos este último será el que se lleve mis simpatías. La cinta se ve como una película de aventuras (de esas para ver "en familia": ay, que calificativo más cruel) entretenida y bonita. La vida del ser humano que pasa penalidades sin cuento para sobrevivir en los medios más inhóspitos recibe en esta ocasión un punto de vista idealizado y amable: catarsis final y son los dioses los que vencen, lamentablemente. Sociedades ancladas en religiones ancestrales y en ritos ininteligibles de adivinación y culto a las fuerzas de la naturaleza.
Recomendación por recomendación: "A time for drunken horses" de Bahman Ghobadi (sí, el director de "Las tortugas también vuelan"). En esa salen caravanas que atraviesan montañas, como en "Himalaya", pero son caravaneros más acordes a la realidad. Lamentablemente, también.

3 comentarios:

  1. La vi en cine en su momento y creo que aciertas en tu diagnóstico: trampeada. No me dejó ningun poso. Saludos.

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  2. A mí me gustan , pero también me cansan, éstas pelis tan "étnicas" (sólo por la distancia, más cerca se llamarían folklore, fijo) o tienen cierta verosimilitud o me resultan algo infantiles y facilonas. Aunque dependa del día, que una tiene sus días tontos y puede llegar a conformarse con la explotación de lo exótico...

    Saludos, Licantropunk!

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  3. No la he visto, tampoco me llama demasiado pero me la apunto. Me pasa un poco lo mismo que cuando te la recomendaron a ti: me fio, punto, algo tendrá. Subtitulada, claro. Cuando has visto una peli en VO y luego vuelves a verla, tiempo después, doblada, suele ser un fiasco. Claro, probado el jamón que se quite la mortadela...

    Lo de que se intuya demasiado la co-producción francesa es natural. Sin la participación de otros países es difícil hacer cine en muchos (demasiados) lugares del planeta.

    Saludos.

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