El aula convertida en metáfora del mundo, microcosmos social, como en la magnífica "La clase" de Laurent Cantet. "La clase" recorría un año escolar alcanzando un grado de verismo extraordinario: el día a día también puede producir fotogramas asombrosos (y me viene a la memoria otra obra maestra con trasfondo de colegio: "Hoy empieza todo" de Bertrand Tavernier). "La ola", por otro lado, abarca una semana, el tiempo que dedica un grupo de alumnos a estudiar un tema muy concreto, la autocracia: con clases prácticas los conceptos siempre se fijan mejor en el intelecto. La acción trascurre en Alemania (la trama está basada en un experimento que se realizó en un instituto californiano en los años sesenta y que se denominó la tercera ola, y que siguió una trayectoria muy parecida a la que se refleja en la película de Dennis Gansel), de modo que cualquier referencia a dictaduras o totalitarismos es intrínsecamente problemática. 'Ahora es imposible que suceda algo como aquello', dice un alumno al recordar la época del nazismo: el profesor recoge la frase como si le hubieran arrojado un guante.
Un líder carismático que imponga orden y un uniforme que iguale a ejemplares humanos diversos, reducción a la media, y que asiente la idea de pertenencia a un grupo. Disciplina, iconografía, saludos, ideología y, por supuesto, un conjunto de desencantados, de inseguros, de náufragos: una panda de adolescentes buscando su lugar en el mundo. Las tribus urbanas de los ochenta no eran solo la identificación en símbolos, vestimentas y gustos musicales, también eran el desprecio al ajeno, al otro: el que no está conmigo, está contra mi: heavis, punkis, rockers y pijos: todos a la greña. El grupo se protege como una manada, el débil se hace fuerte y aparece la violencia, inevitable, cualidad que echa por tierra cualquier buena intención. Sin embargo la película no presenta a grupos de jóvenes especialmente conflictivos o rebeldes, no se trata de aulas incendiarias como las de "Rebelión en las aulas" de James Clavell, "El sustituto" de Robert Mandel o "Mentes peligrosas" de John N. Smith. El experimento de "La ola" triunfa con chavales típicos de clase media: los fascismos triunfaron siempre con masas de gente corriente.
'Todos los lunes te tomas una pastilla para poder acudir al aula', le dice el profesor Rainer Wenger a su mujer, profesora también. El maestro que consigue, al fin, la atención de los alumnos, su motivación y su seguimiento incondicional: un sueño. Al final, una pesadilla. Cuidado con abrir la caja de los truenos. Volverán banderas...
Una película muy interesante.
Muy buena y muy interesante esta película que tenía que haber logran más atención. La sombra del nazismo sigue planeando en cualquier rincón, en cualquier desencantado, como dices. Terrible.
ResponderEliminarGran película. demuestra hasta que punto somos manipulables y se nos puede hacer aflorar nustra parte más totalitaria. Los peligros del fascismo, del totalitarismo, están siempre pendientes de nustras cabezas y a merced de visionarios líderes que nos arrastren.
ResponderEliminarUn saludo, Licantropunk.
Escalofrios me dieron viendo esta peli. Buen resumen de lo que pasó en su día (y puede volver a pasar)
ResponderEliminarSaludos!
Parece interesante esta película que pienso ir a ver. La trama recuerda algo a "El experimento" una producción alemana que me encantó. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarNo he visto la película, pero esos alumnos uniformados y en fila hace que se me haga la boca agua. Saludos.
ResponderEliminarUna película interesantísima que invita a la reflexión y que debería ser de obligatorio visionado en los Insitutos, para ver si se dan cuenta de lo manipulables que somos.
ResponderEliminarUn saludo
Blanca: cine educación y basado en hechos reales.
ResponderEliminarScotty: ideas que arraigan en cualquiera con una facilidad increíble.
Ethan: la verdad es que da algo de miedo: no hay nada más aterrador que la realidad.
Miquel Zueras: ya tiene un par de años y me la perdí en su día. No ha defraudado la expectativa. Tomo nota de "El experimento".
Angelus: ja, ja, te pasó lo mismo que al profesor que lleva el curso en la película. Pues no puedes dejar de verla: no puedes.
Crowley: estoy convencido de que en algún instituto de los que pusieras la película, los chavales se pondrían a imitar a los de "La ola". Los jóvenes tienen un punto entusiasta que es difícil pulsar (o no) pero cuando lo pulsas se entregan a fondo.
Saludos a todos
Me gustaron mucho "La clase" y "Hoy empieza todo", pero ésta de La Ola la tengo pendiente (y en mi disco duro desde hace meses) pero se me pasó en su momento y es complicado ponerse al día con todas, ays! Y mira que su temática me interesa...
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ResponderEliminarNo he visto La Ola. En este sentido he visto La clase, que además de tratar el problema educativo francés, actúa como señalas con esta como microcosmos social, como caja de resonancias...
ResponderEliminarNo suelo ver películas europes, pero ésta sí, por recomendación, creo, de Crowley (por cierto, hoy fijo que acierto su película, sin ayuda...). Me pareció bien, pero lo malo es que apenas la recuerdo...
ResponderEliminarEn mi opinión es más interesante como arma didáctica que como trabajo cinematográfico, que roza lo experimental. En cualquier caso, recomendable sin duda.
ResponderEliminarSaludos.
Tendré que verla Licantropunk. El otro día me hablaron muy bien de ella. Eso, sumado a lo que dices tú en la entrada y a algunos comentarios, creo que me va a dar el empujón definitivo.
ResponderEliminarUn saludo,