El 29 de enero de 1981, la banda terrorista ETA secuestra a José María Ryan, ingeniero jefe de la central nuclear de Lemóniz. O en una semana se demolía el edificio de la central, que estaba en construcción, o el rehén moría. A pesar de manifestaciones, huelgas y protestas, no se ablandaron los chantajistas: el cadáver, atado y amordazado, aparece en medio del monte con un tiro en la nuca: un asesinato cruel y cobarde que puso de manifiesto la absoluta falta de piedad de los terroristas. Si al apuntarse al carro de la protesta anti-nuclear pretendían sumar apoyos populares, el secuestro y posterior ejecución de Ryan provocó un efecto totalmente contrario (de hecho lo que sí lograron fue detener la construcción de la central, con éste y otros asesinatos y actos de sabotaje; la central nunca llegaría a ponerse en marcha y con ella otros cuatro proyectos: la moratoria nuclear, que aún pagamos en cada recibo de la luz).
¿Quién puede dormir por las noches después de haber cometido un acto tan salvaje?
Dos temas de actualidad: ETA, que tristemente sigue ocupando titulares de periódicos si bien se ve luz al final del túnel de tantos años de violencia, y Mario Camus. El director de cine santanderino (cuenta en su trayectoria con películas como "Los pájaros de Báden-Báden", "La colmena", "Los santos inocentes", "Adosados" o series de televisión como "Los camioneros" o "Fortuna y Jacinta") tendrá un muy merecido Goya de Honor en la siguiente gala de los premios del cine español. El tema de ETA ya era telón de fondo en otra película suya, "Sombras en una batalla". En "La playa de los galgos", a partir de un suceso ficticio pero con referencias claras al descrito al principio de la entrada, Mario Camus crea una historia de víctimas: el asesino (Gustavo Salmerón) convertido en una bestia acosada, un paranoico que vive escondido en el extranjero atemorizado por recibir la misma bala que él disparo a otros; su hermano (Carmelo Gómez), un panadero sin ideales, tímido y solitario, que soporta la carga de tener semejante familiar y que a la vez se preocupa por su destino: 'al fin y al cabo es mi hermano', dice; una bella desconocida (Claudia Gerini): el espectador adivina pronto sus posibles intenciones pero tardará en descubrir sus motivos, uno de los puntales del guión de esta película; y por último una niña paralizada de miedo, la hija de un psiquiatra argentino (Miguel Angel Solá), cuya nacionalidad parece un tópico pero que sirve para enlazar con otro terrorismo, el terrorismo de estado: los vuelos de la muerte (al menos la transición argentina a la democracia ha permitido, años después y tras ignorar los indultos y las vergonzosas leyes de Punto Final del gobierno de Carlos Menem, poner en el banquillo a los responsables de aquellas barbaridades): una película sobre el tema, "Garage Olimpo", de Marco Bechis.
Un asesinato produce una onda expansiva de dolor que alcanza a todos los que se encuentran cerca, propone el director, que prepara en esta historia un fuerte cóctel de crímenes y sentimientos, con personajes densos encarnados en excelentes actores, y dedica una película a un tema que no tiene mucha presencia en nuestro cine y que cuando alguien se decide a llevarlo a fotogramas, suele levantar más ampollas que pasiones.
Bueno, ni pasiones ni ampollas: lo que tenía que haber levantado yo era mi cuerpo del sofá al cuarto de hora de empezar ese petardo titulado "Todos estamos invitados" y otras vistas del tema etarra ("Operación Ogro", "Dias contados"...). Sus protagonistas, sus situaciones se me hacen increíbles...
ResponderEliminarJa, ja, de ahí vienen las ampollas, de tener el culo en el sofá.
ResponderEliminarNo he visto "Todos estamos invitados" ni "Operación Ogro", no puedo hablar de ellas. Pero sí me gustó "Días contados" igual que me gustó la buena novela negra de Juan Madrid en la que se basa la película. La de Mario Camus se ve con gusto, gran director: buenas localizaciones y buenas actuaciones. El guión puede ser un poco pesado al final y, claro, increíble en muchas de sus partes. Pero eso es novelar ¿no?
Saludos.
Vaya por delante que me parece de maravilla que se le conceda a este señor el honorífico en los Goya. Solo por haber parido "Los santos incocentes" ya lo merecía hace muchos años. Esta película que reseñas no la he visto, pero para tema me quedo, de lo que conozco, con Medem (otro que levanta ampollas, aunque no vaya por aquí el asunto). "La playa de los galgos" me la bajo cualquier día de estos, pero "Todos estamos invitados" no te la recomendaría jamás: etarras que más que asesinos parecen presos de un ataque de gilipollez aguda, pandilleros de instituto que juegan con pistolas y esas cosas. Ya sería bonito...
ResponderEliminarSaludos
Saludos
hola,
ResponderEliminarbueno de temática etarra... la verdad es que para mí fue un acierto "Yoyes" de Helena Taberna, con la Torrent estupenda. recomendaos verla si no lo habéis hecho
si ésta es o no un bodrio no idea, porque no la he visto pero para mí, además de parecerme un título precioso (no sé si se justifica o hace referencia a él en ella) es que mi hermana hizo de figurante en la escena en la que meten a unas mujeres en una furgoneta que debe o debería ser superdramática, o algo así. jeje. saludossss
Si bien nuestro cine está plagado de películas sobre la Guerra Civil (muchas de ellas prescindibles por su reiteración y su falta de ideas), sobre el tema de los desgraciados de ETA no hay casi nada (y lo poco que hay es casi tan fallido como lo de la Guerra).
ResponderEliminarEsta no la he visto, y la tengo pendiente desde hace tiempo, ahora con tu post, me la adelanto y la veo este finde. Yoyes y La pelota vasca son de las mejores sobre la temática etarra.
Saludos.
Babel: nada, nada: entre Tomás y tú me habéis convencido de no acercarme a "Todos estamos invitados".
ResponderEliminarLapor: razón de más para no perdértela. Supongo que la escena a la que te refieres es de unas personas montando en un helicóptero y que me pareció interpretar como un vuelo de esos en los en la dictadura argentina arrojaban a los desgraciados pasajeros al mar: los vuelos de la muerte.
Crowley: de Helena Taberna he oído hablar este fin de semana de su documental "Nagore". Habrá que tenerlo en cuenta.
Saludos a todos.
No sabía que a Camus le iban a dar el Goya de Honor. Informado me quedo.
ResponderEliminarNo he visto la peli, y en general he visto muy pocas películas que afronten el tema de ETA, a excepción de aquellas que lo utilizan más como mcguffin (Celda 211, Lobo) que para el análisis
"Días contados" y "La fuga de Segovia" (ambas de Uribe) están muy bien rodadas, pero dejan ese poso de dignificar al héroe aunque este sea de ETA, sobre todo la segunda. Por eso no terminan de convencerme. No resultan muy objetivas (el mismo problema de la Guerra Civil).
ResponderEliminarPor cierto, "Garage Olimpo", buenísima, y dura.