jueves, junio 04, 2009

"El contrato del dibujante", de Peter Greenaway

Inglaterra, siglo XVII. Un dibujante, afamado paisajista, es contratado por la dueña de una hacienda, Mrs. Herbert, para realizar una serie de doce dibujos de distintos rincones de la finca: serán un regalo para congraciarse con su marido ausente: tiene doce días para hacerlos, antes del retorno del esposo. Ricos propietarios de vestuario barroco, terratenientes amanerados que combaten su aburrimiento holgazán con intrigas cortesanas que se plantean a la luz de las velas (la película tiene una fotografía prodigiosa, que evita el uso de iluminación artificial), ávidos de poder, enfermos de codicia. El dibujante participa de esos juegos peligrosos: su condición para aceptar el encargo es que la señora acepte a su vez cubrir las necesidades del artista durante el periodo que duren los trabajos. Sí, esas necesidades también. Contrato firmado.
En la primera parte de la película veremos trabajar el lápiz, aparecer la imagen y concretarse el modelo en el papel: una lección de dibujo acompañada de la genial banda sonora de Michael Nyman. El ojo del director es el del pintor que busca el encuadre adecuado, la simetría de las formas, la colocación obsesiva de cada detalle. Luz y sombra. Cada interior quiere ser un cuadro de Caravaggio, cada exterior, la obra de un paisajista clásico inglés. Las estatuas, testigos mudos en jardines tranquilos, cobran vida como duendes endemoniados.
Pero algunos contratos pueden ser mefistofélicos. En "Blow up" un crimen queda capturado en una foto azarosa. En "Bladerunner" la imagen digital, recorrida hasta ángulos imposibles, descubre detalles inadvertidos. Un dibujo a lápiz, aparentemente inocuo, también puede sacar a la luz detalles, indicios, pistas que sólo se encuentran en la mente de algunos observadores: reflejos de sus pecados, de sus depravaciones: la conciencia puesta en un espejo resulta una visión insoportable. El desenlace de "El contrato del dibujante" será terrible.
Peter Greenaway, guionista y director, filma una película extraordinaria.

4 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo.Creo que es su mejor película.Greenaway se implicó en ese juego virtual de la red con un hombre y sus maletas.A pesar de todo lo malo que puedan decir de él,sigue pareciendome un autor interesante,subversivo e inquietante.

    ResponderEliminar
  2. Muy buena. Tiene un desenlace que para mi fue inesperado. Dos películas en una: la primera más pastoral, bucólica y la segunda terrible.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Salí de esta película totalmente rendida y asombrada, pues casi no había entendido nada. Volví a verla al poco tiempo y a base de pensar y pensar, de verla mil veces en las palabras que intentaban retenerla, todo pareció encajar de forma maravillosa. Un prodigio de peli, hipnotiza desde el primer momento. No pasó así con otras de este director. es imposible mantener el estado de gracia creativo tanto tiempo.
    Besos y saludos para Machuca que se prodiga bien poco.

    ResponderEliminar
  4. Esta peli y la de "El cocinero, el ladrón, su mujer... etc" son para mí las mejores de Greenaway. Se me había pasado tu reseña, cómo no la vi! porque soy una rendida fan de este señor!

    Un saludo!

    ResponderEliminar