domingo, diciembre 13, 2015

"El viento se levanta", de Hayao Miyazaki

La filmografía de Hayao Miyazaki ha estado llena de cacharros voladores. Ya en su primera película, "Nausicaä del Valle del Viento", hito fundacional del estudio japonés Ghibli, los fotogramas se colmaban de aeronaves, imaginativas creaciones mecánicas que se deslizaban grácilmente por el azul cielo de los dibujos animados, una perfección aerodinámica que dejaba atónito al espectador occidental: la mirada no estaba acostumbrada a las maravillas ilustradas del anime japonés. Y por lo visto en "El viento se levanta", esa capacidad de asombro sigue viva tres décadas después: sin duda, un maestro: el viento, el cielo, el frío, el calor, la lluvia, el atardecer: nada queda fuera de la capacidad formal del arte de la animación venido de Oriente.
Para su epílogo creativo Miyazaki, que anunció su retirada con esta última gran obra, ha realizado un homenaje a los pioneros de la aviación, homenaje que se concreta en la figura de un paisano suyo, el ingeniero aeronáutico Jiro Horikoshi. Horikoshi trabajó en el diseño de muchos de los aviones de combate que impulsaron la carrera expansionista del imperio japonés en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Su creación más famosa fue el archiconocido Mitsubishi A6M "Zero", caza monomotor dotado de un alcance, una agilidad y una potencia de fuego inusitados para la época: ese mortífero aeroplano fue una de las grandes sorpresas para los estadounidenses en el ataque a Pearl Harbor.
La cinta se mueve por terrenos delicados. La probable faceta militarista del creador de ingenios alados se intenta equilibrar retratándole como un técnico ocupado tan solo en la resolución de problemas de física, el tópico cerebro con gafas imbuido en planos y cuentas, armado únicamente de una regla de cálculo y un lápiz, un trabajador insomne pero que sueña con volar y que está aupando a Japón en su salto hacia la modernidad: de la madera y el papel al acero y el petróleo. Para redondear el aterrizaje perfecto en el país de los héroes venerables, se pinta al genio como a un romántico enamorado de doncellas enfermizas que despiden el hálito decimonónico de la tisis. Amor desesperado y sensibilidad mortal. El viento se levanta... pelillos a la mar.

7 comentarios:

  1. Tengo una asignatura pendiente con el cine de animación de Hayao Miyazaki. Y una de ellas es su última película, también controvertida (como tan elegantemente explicas). Hasta ahora le he disfrutado (y creo que es el adjetivo acertado) en El viaje de Chihiro y en Ponyo en el acantilado.

    Beso
    Hildy

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    1. Miyazaki ha alcanzado la consideración general de maestro. A mí las películas que más me han gustado de él han sido las más fantasiosas, las que más se adentraban en terrenos irreales. Y sin duda en ese aspecto brilla "El viaje de Chihiro", merecida Palma de Oro.

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  2. Ummm Miyazaki. Esta película es de las que menos me gustan de él, me pareció un poco encorsetada tal vez obligada la historia al tratarse de la adaptación a un personaje real.

    Nada que ver con aquello que movió en mí tanto Totoro como el Viaje de Chihiro. Pero aún así es Miyazaki y la magia del aire siempre ha sido lo suyo.

    En cualquier caso, siempre recomendable me parece a mí.

    Saludos.

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    1. Creo que tienes mucha razón, era complicado tratar un personaje histórico como este Horikoshi. Intenta introducir elementos oníricos que acerquen esta película a lo que más le ha distinguido, pero parece un tanto forzado. Igualmente he disfrutado mucho de la película: la fascinación por esas escenas tan logradas, esos ambientes.

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  3. Mr. Licantropunk, otro titulo pendiente, anotada. Cordiales saludos.

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  4. Aunque no soy muy amante del anime me gusta Miyazaki, así que me apunto esta película pendiente.
    Curioso avión, por cierto. Una mezcla de Zero japonés y Stuka alemán.
    Saludos y Feliz Navidad!
    Borgo.

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  5. Arte y Ciencia no son sino caras distintas de una misma experiencia humana. No la vi, pero parece que su mensaje es: aprovecha el momento y dedícate a lo que ames, antes de que el tiempo nos cobre, no sólo eso que amamos, sino las ilusiones para hacerlo.
    Felices fiestas!!

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