El escalofrío. Hace unos años Steven Spielberg dirigió una nueva entrega de las aventuras de Indiana Jones, aquella infame "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal", y el escalofrío también se produjo, tenuemente, cuando al poco de iniciarse la cinta se escucharon los acordes de la melodía de John Williams: el perro de Pavlov cinéfilo que llevamos dentro se despertó, alentado por el rescoldo de antiguas emociones, pero fue en vano: un desastre, mejor haber dejado en el baúl del recuerdo el látigo y el sombrero. Con este Star Wars, una década posterior al último, vuelve el escalofrío, despierta, como indica su título, y lo mejor de todo es que perdura a lo largo toda la proyección. Sin duda será el escalofrío del reencuentro feliz, sensaciones recuperadas, un ánimo que cuando George Lucas abordó el inicio de la saga realizando en 1999 "La amenaza fantasma", no se produjo: aquello fue una producción infantilizada en exceso, atiborrada de efectos especiales que falseaban la inmersión del espectador, conduciéndole a una galaxia de plexiglás. Para colmo el casting fue horrendo: la no química entre Natalie Portman y el pequeño Jake Lloyd primero y el joven Hayden Christensen después, dos actores que interpretaron el advenimiento de Darth Vader y que han pasado fugazmente por la historia del cine, legando un paupérrimo recuerdo. George Lucas volvió pero no convenció, si bien era justo que terminara aquello que, curiosamente, había empezado por el final.
¿He dicho final? Star Wars es un producto demasiado rentable como para pensar que Disney, nuevo amo de la galaxia, no iba a sacar adelante más episodios de esta fantástica ópera espacial: cien años de soledad para la familia Skywalker. Pero la compañía del ratón Mickey parece haber acertado al darle el mando de la nave a J. J. Abrams, hábil reciclador de celuloide pasado de fecha. Abrams ya resucitó Star Trek para la pantalla grande, un retorno digno de la mítica nave Enterprise, y en "Súper 8" atrapó con brillantez el espíritu de aventura juvenil del sello Spielberg. Para el séptimo Star Wars no duda en formar un trampantojo a partir de la original de 1977: "El despertar de la Fuerza" se instaura en remake de "Una nueva esperanza", presentando una estructura de la trama radicalmente similar, empleando sin ningún rubor los mismos ingredientes: adolescentes abandonados en planetas desérticos que miran hacia las estrellas y amenazas apocalípticas capaces de destruir un planeta en un abrir y cerrar de ojos: héroes sacrificados, malvados totales: el bien y el mal en perpetuo combate maniqueo, con un punto de socarronería caradura que desdramatice el ambiente. No, el guión no es ningún prodigio, ni mucho menos, pero si tienes al alcance de la mano un sable láser y pilotas el Halcón Milenario, para qué demonios quieres un guión. Usa la Fuerza, hombre.
De niños queríamos ser Luke, más adelante nos dimos cuenta de que el que molaba era Han Solo y ahora nos conformamos con no habernos convertido en Darth Vader. La Guerra de las Galaxias engendraba estereotipos que eran fácilmente identificables por el espectador, el cual incorporaba aquellos personajes sin ningún esfuerzo a su memoria sentimental: la Fuerza te acompañará siempre. Y los nuevos espectadores siguen fascinados por esta épica romántica que lleva casi cuarenta años arrasando en taquilla. Sin embargo, signo de los tiempos, hay que pensar en ir renovando al personal. El reparto elegido siembra dudas al comienzo de la película pero al finalizar la proyección se revela acertado, con el excelente actor Oscar Isaac como el piloto rebelde Poe Dameron o la sorprendente debutante Daisy Ridley como la "chatarrera" Rey: a mí me ha recordado a la "Rosetta" de los hermanos Dardenne: no ha parado de ir de acá para allá en toda la película. Y el resto, los viejos amigos, ay, tan viejos todos ellos, cuánto tiempo sin verte, chico. Bueno, todos viejos menos Chewbacca, claro: tanto pelo y el tío sin una sola cana. Para rato.
Oye, es verdad eso del escalofrío, joder...a los primeros acordes, con las letritas en fuga hacia la lejanía ya se remueve no sé qué interioridad cinéfila. La magadalena de Proust...qué putada el paso de los años. Hans Solo, Leia...ese no era el trato, los héroes no envejecen...y Luke, madre mía, qué final. En fin, y todo lo demás también, la industria y el ratón Mickey y el guión clonado...a quién le importa teniendo la Fuerza.
ResponderEliminarMuchos besos y feliz año nuevo!
Me pareció que era la mejor manera de contar las sensaciones que tuve al ver la película, definiendo, precisamente, una sensación física: el escalofrío. Un escalofrío que se repitió en diversos momentos de la proyección hasta, sí, justo el final. Supongo que para la segunda parte ese efecto proustiano, como bien mencionas, se habrá diluido y será más ecuánime el juicio que se podrá elaborar después de haber visto la película, octavo episodio que, por supuesto, me han quedado muchas ganas de ver.
EliminarTormenta de disidencias.
ResponderEliminarIndiana Jones y la calavera de cristal me pareció una buena película, con Cate Blanchet, el regreso de la acompañante de la primera película y los arqueologos extraterrestres.
La trilogía de La amenaza fantasma me pareció de lo mejor y Natalie Portam fue mejor como Padme que Carrie Fisher como Leia Orgon. Y no pasó fugazmente por la historia del cine, haciendo un digno papel en V de Venganza.
De acuerdo con que J.J. Abrahams se lució con Super 8
Saludos.
No, no, nada en contra de Natalie Portman, actriz que admiro desde la primera vez que la vi, en aquella "El profesional" de Luc Besson (otra cosa es pensar que Carrie Fisher no era una gran Leia: era la única) y que no recuerdo que me haya decepcionado en ninguna película. El paso fugaz estaba referido a los actores que interpretaron a Anakin Skywalker en esa trilogía que a usted le gustó tanto: corrijo el texto para hacer más precisa la frase. Bueno, me parece muy bien, tuvo sus momentos, por supuesto, pero creo que hubo un sentimiento general de decepción: a mí me pareció demasiado infantil, falta de carisma y sobrada de efectos innecesarios. En cuanto al Indy crepuscular que perpetró Spielberg, precisamente hoy un canal de televisión la ha pasado y he tenido ocasión de volver a ver algún pasaje: más que una aventura eso parece una excursión de jubilados por Benidorm. Y tiene exactamente el mismo abuso de efectos especiales que George Lucas dedicó a los episodios 1, 2 y 3: hacer que el espectador no se crea absolutamente nada de lo que está pasando en pantalla.
Eliminar¡Feliz año, querido Licantropunk! Y de tu texto sobre la nueva de la guerra de las galaxias (yo en esta saga me quedé en los setenta y ochenta, es decir, con la primera saga, no me ha picado el gusanillo de querer saber más)... me ha encantado esta frase: "De niños queríamos ser Luke, más adelante nos dimos cuenta de que el que molaba era Han Solo y ahora nos conformamos con no habernos convertido en Darth Vader"...
ResponderEliminarBeso
Hildy
Gracias, era una frase realmente sentida para una saga que me ha acompañado toda la vida. Y me ha gustado esta séptima entrega, me lo he pasado muy bien viéndola, que no es poco, pues en otras sagas resucitadas no me ha pasado lo mismo.
EliminarConforme con lo de remake, que por cierto es el causante de muchas críticas que hubieran preferido otra cosa más original, pero en mi opinión aquí se habla de sentimientos nostálgicos, lo demás importa bien poco. Ha sido como volver a ver a unos viejos amigos a los que echábamos mucho de menos.
ResponderEliminarSaludos
Sí, a mí no me ha defraudado en absoluto, prefiero que se haya rescatado el espíritu original de la saga a que se hubiera intentado un salto hacía ninguna parte. Veremos en el episodio siguiente, donde la nostalgia ya no tendrá lugar.
Eliminarla ví sin ser fan y no me movió un pelo, una pavada entretenida... será que es solo para fanáticos pero bueno, a mi me gusta Star Trek asñi que no es que no me gusta este tipo de películas...
ResponderEliminary Abrahams es propenso a mucha acción y poco sustento, como las dos de mi saga preferida que hizo... en fin, solo son opiniones....
salu2 y feliz 2016 master!!!!!!!!!!!!
Sí, es verdad que en Abrams prima lo visual, pero no cualquier cosa, es decir, Abrams se preocupa por los remates, en una buena factura. Y menuda factura debe ser esa, ja, ja.
Eliminar¡Feliz año amigo! Y empiezas con esta película que ha dado más ruido antes de su estreno que después de su estreno. Te diré que no me gustó nada. Es simplemente una franquicia para sacar dinero y nada más. Ver aquí a Leia, Solo y Luke es poner el listón más alto para ganar más dinero. No dice nada nuevo y es imposible que vuelva la magia de la primera trilogía porque simplemente aquello fue entonces. Hay verdaderos fanáticos de este universo pero me temo que por este motivo: el fanático, no les permitan ver con lo que se está jugando, con lo que se está rompiendo,con lo que se está ridiculizando. El otro día vi en el periódico los próximos estrenos para este año y me di perfectamente cuenta de la estupidez de los productores y en ansia de ganar dinero sin romperse la cabeza. Viene Los cazafantasmas 3, una peli que antecede a todo lo que le sucedió a Harry Potter, otra de Star Trek... Para mundo que me bajo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Así titulé esta entrada cuando la publiqué en Facebook: La Fuerza te seguirá vaciando el bolsillo... siempre. Y como argumento en la entrada, esto mismo se ha intentado con otras sagas y con la propio Star Wars en la luctuosa ocasión en que a George Lucas se le ocurrió desempolvar a Darth Vader. Así que defiendo este episodio VII en cuanto a que me lo he pasado estupendamente viéndola. Que no es poco.
EliminarMr. Licantropunk, por el momento de este producto ya tengo suficiente, no le he ido a ver al cine y acerte, no me perdi de nada. Saludos y feliz año.
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