sábado, diciembre 27, 2014

"Tabú", de Miguel Gomes

Ayer saldé dos cuentas pendientes. Una fue ver la película que da título a esta entrada y otra fue leer el cómic "Ardalén" de Miguelanxo Prado: la fecha del 26 de diciembre propicia, entre festejos que despiden el hálito del interminable día de la Marmota de Bill Murray, un oasis de tiempo dilatado, más aún si la niebla del exterior invita a salir lo mismo que una cita con Jack "el destripador". A comerse los canelones de Sant Esteve y a digerirlos plácidamente con películas y libros, placidez no reñida con la emoción: leer o ver películas es vivir más de una vida. Y la sorpresa fue descubrir cómo "Ardalén" y "Tabú" tenían tantos puntos en común: la memoria aún cuando sea ajena, el mediocre presente, la mitificación del pasado. Además en ambas un pasado colonial: americano para el español, africano para el portugués. La conexión sentimental Cuba-Galicia o Cabo Verde-Lisboa, supone (para el europeo, por supuesto: el nativo del territorio "conquistado" seguramente albergue otra percepción del trato), la promesa incumplida de prosperidad, pasión y una vida intensa, tan lejana de los tonos grisáceos peninsulares que despiden el brasero, el orballo y el duro trabajo campesino.

Saudade. La costa atlántica de la península ibérica ha mirado desde siempre hacia otros continentes, una esfinge asomada al balcón de Europa, a la que no ha dudado nunca en dar la espalda. El indiano retorna pero sólo en parte: la melancolía de la infancia patria apenas podrá contener la nostalgia del regreso a la colonia, al lugar del descubrimiento, del salto al vacío que lo cambió todo. Forastero en todas partes. La saudade, un término tan vago como preciso, tan ambiguo como exacto a la hora de definir ese estado del ánimo. "Tabú", en blanco y negro y dividida en dos partes, una que muestra el presente de la acción y otra que viaja hacia el pasado, acoge el vocablo con intensidad y entronca con el cine portugués que he visto hasta el momento, el de Manoel de Oliveira o el de Pedro Costa, cine con vocación de parar el tiempo, sobre todo en el caso de Costa: ya se sabe que cuando se viaja a Portugal conviene dejar el reloj en el fondo de la maleta (no es una queja, ¡bendita sea esa cualidad!).

Y si encuentro a otros directores de cine portugueses en el camino de Miguel Gomes, en literatura no tengo otra referencia que alcance la magnitud de la de Antonio Lobo Antunes, genial escritor portugués que ha vertido en papel sus recuerdos de los últimos estertores del imperio colonial luso, dotándolos de una estética literaria magnífica. El segundo capítulo de "Tabú", el que se desarrolla en África, cuenta con la característica añadida, para acercarla a un cuento, a un relato de otro, de que es un narrador el que cuenta el periplo, un tono monocorde que contrasta profundamente con que esa parte de la película sea la que cuenta unos hechos más convulsos: la intención del director de sumergir la cinta en la atmósfera onírica del ensueño y de reducir pasado y presente a una misma condición.

Recuerdos y ensoñaciones. "Ardalén", en cuanto a estilo, será todo lo contrario: un estallido de color, empleado de forma magistral por el autor coruñés, y una trama lírica, de gran intensidad emocional. En "Ardalén" la saudade alcanza un escalón superior: saudade que no es de uno mismo, sino la impronta que la memoria de otros deja en el espíritu. En palabras de Miguelanxo Prado: Debió de ser un viento marino, errático e improbable, el que llenó su cabeza de aquellas historias míticas y oceánicas, haciéndolo náufrago de recuerdos ajenos, pecio increíble de una marejada remota.


10 comentarios:

  1. Querido Licantropunk, "Tabú" de Miguel Gomes sigue siendo de mis cuentas pendientes cinéfilas del año pasado. Y tengo bastantes ganas de verla... Y apunto el comic Ardalén.

    Me ha encantado una frase de tu texto: "leer o ver películas es vivir más de una vida". ¡Cuánta razón!

    Besos
    Hildy

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    1. Interesante película, pero, en la comparación, me gustó mucho más el cómic. Grande Miguelanxo Prado, patrimonio nacional.

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  2. Original cinta de Gomes que pudimos ver hace dos años en el festival de Sevilla. Mejor la segunda parte que la primera, con la imagen (planos generales y largos travellings) como protagonistas de una historia de amor.

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    1. Sí, la segunda parte tiene una factura sorprendente, me gustó mucho, más que la primera, bastante convencional.

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  3. Mr. Licantropunk, me apunto las dos recomendaciones, saludos y ¡felicidades!

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  4. La película la desconozco pero Miguelanxo, estoy contigo, patrimonio ya! jajajaja

    Felices vidas las que mencionas, pocas veces decepcionan o cuando lo hacen están desactivadas en el dolor y activadas en el conocimiento. Qué más se puede pedir, verdad?

    Saludos!

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    1. Gran dibujante, uno de los más originales del panorama nacional y con una técnica extraordinaria para el color

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  5. No sólo me inducís a ver cine cuando vengo, ahora también a conocer lugares... quién no quisiera estar en Portugal ... ahhhhhhhhhhh... Un abrazo y... felicidades?

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    1. País por mí amado. Cada vez que he ido he vuelto enriquecido. Y en el extremo norte, ya en España, Galicia, que ahí si que te puedo decir que no hay año que no pasé allí unos días. Galicia sitio distinto.

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