El retrato del retrato, mejor aún, del retratador, aunque en el caso del pintor inglés Joseph Mallord William Turner serán sus cuadros de paisajes y no de personas, la faceta pictórica que ha colocado al artista, con todo merecimiento, en los libros de historia del Arte. La fuerza de la naturaleza en sus óleos, trabajados, además, de una forma poco común para su época, despreciando el detalle en la figura y centrando todos sus esfuerzos en la captura de la luz, hacen de Turner un pintor adelantado, visionario, precursor del impresionismo que estaba por llegar y, por supuesto, un incomprendido para sus coetáneos cuando sus telas desplegaban sus mayores ataques vanguardistas. A caballo entre los siglos XVIII y XIX, pintores como Turner o el español Francisco de Goya vislumbran un salto de gigante en el mundo de la pintura. Es revelador (y tanto) un pasaje de la película en el que Turner acude a un estudio a tomar contacto con un novedoso invento: la cámara fotográfica y los primeros daguerrotipos. ¿Para qué trabajar durante días, armado de pinceles, colores y paciencia, en hacer una copia más o menos fiel de algo, cuando existe un aparato que realiza esa tarea mejor, más rápido y con muchísimo menos esfuerzo? Retratistas de brocha al paro. Puertas que se cierran, caminos que se abren: "Lluvia, vapor y velocidad", el título de uno de sus cuadros más conocidos.
Pero la película de Mike Leigh realmente no hace gran énfasis en el análisis del mundo artístico de Turner. Más bien se centra en mostrar la parte común del genio, abordarlo desde lo cotidiano, desde las miserias diarias (ese mosaico doméstico ya lo bordó magistralmente el director Mike Leigh en su película más conocida, "Secretos y mentiras", ganadora de la Palma de Oro de Cannes del año 1996 y en la que el actor Timothy Spall, Turner de celuloide, no dejaba dudas de su talla interpretativa). Y desde ese punto de vista, pocas simpatías puede despertar el personaje en el espectador: gruñón, misógino, intratable, egoísta, cruel. Pero no todo negro ni mucho menos blanco. Si se da la circunstancia, el cariño, la compasión, la generosidad o la emotividad, pueden hacer su aparición y por tanto las mejores intenciones del director serán las de lograr plasmar las tensiones interiores que dominan una personalidad, conectando ese fuerte carácter, la pasión del espíritu, con la energía que desprenden los cuadros.
"Mr. Turner" es una película ambiciosa: el retrato del retratador pasa a ser el retrato de una época. Incluso se puede pensar que el retrato es en realidad caricatura: resulta chocante la forma en que la película muestra cómo se desenvolvían las reglas sociales de aquel tiempo, pero hay que pensar que ese es el tono probable. Pasajes como los que se desarrollan alrededor del mundillo de la Royal Academy of Art, mercadeo de envidias y celos artísticos, en los que se muestra la rivalidad de Turner con el otro gran paisajista inglés, John Constable, son de los que hacen valer el precio de la entrada: el arte es la manifestación máxima del ego, por supuesto. El artista y su obra: el cuadro nunca acabado, la búsqueda que no tiene fin.
Como un mantra atávico inserto en la conciencia humana desde tiempos inmemoriales: ¡El Sol es Dios! Y Turner uno de sus más fervorosos creyentes.
La sorpresa del año, sin duda.
ResponderEliminar¿Tú crees? En cualquier caso espero que sorpresa agradable, ja, ja
EliminarMr. Licantropunk, el dificil y solitario camino del arte, son pocos los que sobreviven. Timothy Spall actor de gran carisma y bien elegido para interpretar al pintor. Cordiales saludos, nos estamos leyendo, autopublicidad ( mañana, en algun moento del dia navideño estare actualizando ) y ¡muchas felicidades!
ResponderEliminarLa verdad es que Turner se vio bien instalado en el mundillo del arte desde una edad temprana, pero sus ansias de exprimir las posibilidades de su pintura le conducen a caminos poco frecuentados.
Eliminar¡Felicidades a usted también!
Querido Licantropunk, hubo muchas cosas que me gustaron de Mr Turner. Me has hecho disfrutar con tu texto y mirada. Se descubren detalles, matices y aspectos.
ResponderEliminarDe paso aprovecho para desearte felices fiestas... y un 2015 de cine.
Un beso
Hildy
¡Que siga el cine! Felices fiestas
EliminarNo la he visto. No sé qué tienen las películas que tratan sobre artistas que siempre acaban aburriéndome. El Goya de Saura, El Miguel Ángel de Carol Reed, El loco del pelo rojo de Minelli, el Toulouse-Lautrec de Huston, etc. Pero no me hagas mucho caso, me hago viejo y además cascarrabias.
ResponderEliminarQue tengas unas felices fiestas, amigo mío.
Un fuerte abrazo
Felices fiestas, Francisco. A mi me suelen gustar más por la época que muestran que por el personaje, y eso las que logran un retrato convincente del entorno del pintor. "Mr. Turner" sería el caso, desde luego.
EliminarSin duda, la fotografía provocó una convulsión en el concepto de la pintura. Me gustó la película y Spall hace un gran papel de ese genio que revolucionó el arte con sus arriesgados trazos pero... adolece del mal de las películas actuales, demasiado metraje. ¿Hacía falta media hora para mostrara la agonía de Turner?
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Creo que ese final está hecho a posta para volver sobre el magnífico personaje de la criada, alguien al que no le sobraría una película sólo para ella.
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