miércoles, octubre 29, 2014

"Rompiendo las olas", de Lars von Trier

La chica del corazón de oro. Un cuento sobre una niña llamada Corazón de oro, un recuerdo infantil, condujo a Lars Von Trier a escribir y rodar "Rompiendo las olas". I crossed the ocean for a heart of gold, cantaba Neil Young. Pero Bess (Emily Watson) no será la única chica buena que aparezca en la filmografía del director danés. Selma (Björk) en "Bailar en la oscuridad" o Grace (Nicole Kidman) en "Dogville", alcanzarán notables cotas de bondad, si bien sería más acertado definir su comportamiento como sumisión a la voluntad ajena o, mejor aún, a la maldad ajena: tonta de puro buena: estajanovistas del consentimiento. Lars Von Trier es un estupendo director de actrices. Consigue que algunas de ellas echen el resto y borden actuaciones capaces de alzarse con el aprecio rotundo de la crítica internacional. De hecho, he leído escritos feroces contra las películas de Von Trier pero no recuerdo malas críticas hacia las interpretaciones de sus protagonistas absolutas. Mira por dónde, hoy igual le cae una...

La mujer y la religión, temas recurrentes en su carrera. Bess vive en un ambiente opresivo, tierras de penumbra del norte de Escocia dominadas por una severa comunidad calvinista, impermeable a cualquier señal de alegría (¿cómo no recordar "El festín de Babette" aquella joya de otro gran director danés, Gabriel Axel? El dogma vencido por el pecado de la gula). Se casa con un trabajador de una plataforma petrolífera, Jan (Stellan Skarsgård), historia de amor que parece contagiarse por el hedor rancio y malsano que emana del pueblo de Bess y que amenaza con terminar no mal, sino mucho peor: el barco donde los ojos claros de Udo Kier, un habitual del cine de Lars Von Trier, vigilan la puerta del Infierno. La verdad es que "Rompiendo las olas" se encuentra entre las películas de este director que menos me han gustado. La estética sucia, el movimiento continuo de la cámara, el estilo documental, el grano gordo de la fotografía, la dictadura del paisaje (la naturaleza poderosa y el hombre sometido a lo que ésta quiera hacer de él: el cine de Antonioni y sobre todo "El grito", aunque en ésa la víctima sea el hombre), todo estupendo. Pero creo que el hartazgo y el aburrimiento me surgen por la actuación intensa de Emily Watson, lunática, bipolar y alucinada que, aunque sean exigencias del guión, se conduce con una impostura (le quedaría mucho por rodar, era su debut frente a las cámaras) que me arroja fuera de los fotogramas, me desconecta de la trama y me induce al bostezo: tan plomiza la atmósfera que el celuloide terminó por convertirse en un plomo.
Una lástima.

Pero la canción de Neil Young, no.

14 comentarios:

  1. ¡Me gusta!... la canción de Neil Young. Abrazos!

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    1. Sí, gran canción. Asociación inmediata: corazón de oro: heart of gold: Neil Young. Los caminos de la mente son simples, simples.

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  2. Ja ja!!! A mí también Lars suele molestarme con sus plomizos laberintos...

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    1. Que no, que no, que a mí el "suele" no me sucede con este tipo. Pero en esta ocasión, sí.

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  3. Yo es que la vi muy jovencita y recuerdo llorar como una magdalena y también recuerdo pensar que el personaje femenino era imbécil, a pesar de mi compasión hacia ella. Ya no recuerdo si me gustó o no pero me da que no mucho.

    Pero Neil Young sí me sigue gustando, claro.

    Saludos

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    1. ¡Cómo para no llorar! Menudo drama. La pobre, al parecer no andaba muy bien de lo suyo. Aún así y todo, un exceso de final.

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  4. Mr. Licantropunk, a ver si algun dia me le animo, saludos.

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  5. Te voy a contar mi experiencia con Rompiendo las olas. Año de su estreno..., me espero al cine de verano. Programación doble... EL PACIENTE INGLÉS y ROMPIENDO LAS OLAS. Entre las dos 321 minutos... ¡cinco horas y media bajo las estrellas! Rompiendo las olas... más de cuatro horas en el cine... pero Lars contando su historia por capítulos... capítulo 1, capítulo 2, capítulo 3... capítulo 7 (casi tres de la mañana o más) y yo al borde del colapso y encima con una Bess, heroína femenina de la película, que me está sacando de quicio... Ahhhhh. Aun así no me fui hasta el final. ¿Ves?, mi relación con Lars es muy complicada, jajaja. El paciente inglés me encantó, soy así de simple...

    Besos
    Hildy

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    1. ¿"Rompiendo las olas" en un cine de verano después de haber visto "El paciente inglés"? ¡Uff! ¿Se quedo mucha gente hasta el final? Una auténtica prueba de resistencia...

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  6. Fue la primera que vi de von Trier y tampoco me gustó nada. No la recuerdo mucho pero pensé igual que tú, más o menos. Y después he visto unas cuantas (no todas) y me han gustado mucho. Cualquiera, pero sobre todo Dogville, que es la que me reconcilió con él. Hasta me compré una biografía sobre él y su obra, y eso que no suelo leer biografías.

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  7. La vi hace años y me impresionó muchísimo, era la primera película que veía de Lars Von Trier. Habría que verla de nuevo seguro cambia la impresión.

    Recuerdo la escena en que ella lo observa a él mientras duerme como un oso, no olvido el rostro de ella y los ojos de juguete.

    Siempre es un placer leerte Licantropunk.

    Abrazo.

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  8. Licantropunk, déjeme decirle que no tiene usted ni puñetera idea de lo que es un buen trabajo desarrollado por una actriz. La interpretación de Watson es estratosférica y me importa un comino que le desconectase de la peli porque eso dice más sobre su ineptitud (la de usted)que sobre el valor del film que es mucho, caballerete.

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    1. Je, je. Por lo que leo usted no está de acuerdo con mis apreciaciones, lo cual me parece muy bien. Le aseguro que he visto muchas películas de Lars Von Trier que me gustaron más que ésta, así que supongo que mi impresión quedó penalizada por una media preestablecida. Creo que a Emily Watson le faltó salir disfrazada de hada madrina o algo parecido para darle mayor consistencia a su sobreactuación. No sé si le surgió así de "natural" su papel (la he visto mucho mejor en otras películas, así que no lo creo) o sí el director la empujo a ello aprovechándose de su inexperiencia (la de ella). La de usted a la hora de ver películas u opinar sobre lo que piensan los demás, ya la ha dejado patente.
      Cuando vea su película número 7 no deje de avisarme, amiguete (vaya, un pareado).
      Saludos.

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