"Los siete magníficos" de John Sturges, "Grupo salvaje" de Sam Peckinpah, incluso aquellos indómitos marines espaciales de "Aliens: el regreso" de James Cameron. Reuniones heterogéneas de tipos duros (y "tipas": me venía al pelo la mención a la de Cameron, con la soldado Vasquez lista para matar), muchos de ellos forajidos crueles, desesperados, cada uno de ellos dotado de un carácter singular y unas habilidades específicas, fácilmente identificables por el público, y que, de manera imprevista y poco meditada, deciden ponerse al servicio del bien común en vez del propio. Defender la causa, combatir el mal: cambiar de bando y ser un maldito héroe: el antihéroe como arquetipo que siempre quedó bien en el celuloide.
El espíritu ochentero (incluso setentero o anterior: la banda sonora así lo canta), no sólo por la onda musical, también por algunas expresiones del hombre desactualizado que no sé si se encuentran en el idioma original de la cinta, pero que quedan chachi. Pero poco simbolizará de forma tan certera una época como el walkman de Peter Quill, un monumento a la independencia juvenil. El walkman podía ser utilizado en cualquier parte y producía un aislamiento completo del entorno: él y tú frente a un mundo complicado: la redención que sólo una canción de tres minutos podía ofrecerte.
"Guardianes de la galaxia" está basada en personajes de la editorial Marvel, unos dibujos semidesconocidos para los que no sean avezados comiqueros, sin el tirón de otros superhéroes enormemente populares que no voy a mencionar. El universo Marvel es inmenso y en perpetua expansión pero, paradójicamente, es propicio a referenciarse y a cruzarse. "Guardianes de la galaxia" es otra vuelta de tuerca a las posibilidades argumentales inagotables que ofrece la ciencia ficción interestelar: razas alienígenas conviviendo con el ser humano en algún remoto confín del espacio. Conviviendo, pero con el conflicto siempre a punto de estallar: en cualquier momento un ente megalómano puede transformarse en un destructor total y merendarse un par de planetas sin apenas pestañear. Ante ello nada mejor que combatirlo con una de esas mezclas poderosas anunciadas al principio de la entrada: Peter Quill, exiliado terrestre, falto de superpoderes pero sobrado de gadgets (¿Rocketeer?) y de caradura (¿Han Solo?); Rocket, un mapache cibernético (¿Lobezno encogido?) que genera algunos de los mejores chistes de la película; Groot, el árbol, que desde el primer momento me trajo a la mente los Ent de Tolkien y que seguro será el espíritu benévolo que otorgue equilibrio al grupo; Drax, interpretado por el famoso luchador de Wrestling Batista: el intérprete perfecto: nada que añadir; y Gamora, rápida y mortal, la oveja negra (bueno, verde) que se vuelve contra los suyos, contra Thanos, su padre adoptivo, uno de esos villanos allmighty de la editorial y que al parecer tiene reservado más metraje en las próximas películas Marvel. Y, aunque no forme parte del grupo, hay que nombrar a ese secundario de vuelta de todo y con la espoleta siempre a punto de soltarse llamado Michael Rooker en el papel de Yondu Udonta.
El tono gamberro, pasota (otro arcaísmo, me temo), despreocupado de Peter Quill, da pie a una película muy divertida, de aventuras canónicas (comienza con una escena al estilo Indiana Jones, extrayendo un ídolo dorado del corazón de un templo perdido, y eso ya es empezar muy bien), con protagonistas ni de los buenos, ni de los malos, reconfortante clase media moral sometida a las tentaciones cotidianas del diablillo rojo en el hombre izquierdo y el angelito blanco sentado en el derecho: hacer cosas buenas, cosas malas, y un poco de ambas, como propone Quill.
Deseando ver la segunda parte.
Mr. Licantropunk, un film la mar de entretenido que invita a que uno se olvide de los problemas al menos por un rato. Muy bueno el texto como siempre, cordiales saludos y nos estamos leyendo.
ResponderEliminarSí, de lo mejor para una calurosa tarde de agosto (en España, al menos).
EliminarPoco más que añadir:el descubrimiento del año y la película más entretenida del verano. A mi ya con el walkman me ganó: me cayó el primero para la comunión y a día de hoy nunca me faltan los cascos si voy solo por la calle.
ResponderEliminarBuena entrada.
Saludos
Un aparato mítico, realmente revolucionario.
EliminarNo he visto la película, sin embargo, me ha llamado mucho la atención pues son ya muchos los conocidos y buenos amigos que han caído felizmente en las redes de esta historia de la galaxia. Para muchos ha sido la sorpresa del verano. Seguro que terminaré viéndola.
ResponderEliminarBesos
Hildy
Pues no te arrepentirás (supongo).
EliminarComo para intentar pasarla bien un rato... Un abrazo.
ResponderEliminarNo, no: do or do not, there is no try.
EliminarEsta hay que verla, sí señor. Las sensaciones de una gran mayoría están siendo muy buenas. ¡Hay ganas!
ResponderEliminarSaludos.
Y no defrauda. Ya me contarás.
EliminarUna película divertida aunque el mapache -como me ocurre con los personajes que van de "graciosos"- acaba agobiando un poco pero para mí lo mejor de la función es ese Michael Rooker, como líder de los chatarreros. Todo un roba-escenas. Seguro que Groot tendrá su próxima spin-off.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Bueno, ya al mapache no lo veo tan mal y el chiste de la pierna compensa cualquier otro "desagravio". Michael Rooker, ese Henry, retrato de un asesino. De lo último que lo disfruté fue en la serie "The walking dead". Está en plena forma.
EliminarSin excusas para verla, en casa ya lo hicieron, se quedará pendiente y tampoco es que me agobie la idea, jeje.
ResponderEliminarPero me dicen que sí, que muy recomendable para comiqueros irredentos, sobre todo.
Saludos.
Lo pasé muy bien, pero supongo que no podía ser de otro modo. A verla que seguro que en más de un momento piensas que fue una decisión acertada.
EliminarCreo que su máxima virtud es que es una película tremendamente simpática... y eso no es poco.
ResponderEliminarSimpática, así no más. Bueno, parece un adjetivo algo indulgente. Pero también tienes razón en que no sería poco: la de pestiños bien adornados que nos toca tragar.
EliminarEstoy con Miquel Zueras en eso de cuando un bicho va de gracioso.Hace muchísimo,pero muchísimo tiempo,cuando vi Dentro del laberinto,me gustó un poco ese laberinto y esos personajes tan de Carroll, pero cuando salió ese perrito francés tan ruidoso e insoportable, salí de inmediato del cine sin saber cómo terminaba. Luego me dijeron que era una mierda. Es evidente que no he visto esta que reseñas,amigo mío. La verdad es que me da mucho palo.
ResponderEliminarAbrazos
¡Pobre Rocket Racoon, todos contra él! "Dentro del laberinto" está muy bien, tanto el diseño de personajes de la factoría Jim Henson como el guión del Monthy Phyton Terry Jones. ¿Te saliste a cuenta del perro, ese bicho tan quijotesco? ¡Qué poco aguante, pardiez!
EliminarUna pelicula tirando a gamberra. Entretenida y divertida, bien realizada y poblada de guiños al espectador.
ResponderEliminarVamos que funciona y hace que el tiempo se pase en un suspiro. Como bien dices, esperando la segunda parte. Cuidate