Las miradas cinematográficas alrededor de las masacres escolares estadounidenses (una extensa lista de sucesos), esas tragedias estrepitosas que nos dejan sin habla y que de vez en cuando nos asaltan en el telediario. Concretando el enfoque en la famosa matanza del instituto Columbine, se cuentan dos películas excelentes, de formato muy distinto. En una esquina "Bowling for Columbine", de Michael Moore, realizada en un rompedor estilo documental y egocéntrico, y en el rincón opuesto "Elephant", de Gus Van Sant, no menos sorprendente en su profundo lirismo desapasionado y nihilista. Esta última infiltraba una cámara en el instituto, fantasma que recorría pasillos y se asomaba a las estancias escolares, observando a sus jóvenes habitantes, llenos de problemas existenciales y dudas vitales, adolescentes que aún no saben que para que te acepten primero hay que conseguir aceptarse a uno mismo. La de Michael Moore, por otro lado, ampliaba mucho más el ángulo de visión y rastreaba las causas de tanta violencia, un lastre traumático fundacional que había moldeado una sociedad paranoica y asustadiza, dispuesta más al dispara primero y pregunta después que a la obviedad de lo contrario. En "Ultimátum a la tierra", cinta de ciencia ficción dirigida por Robert Wise en 1951, un extraterrestre desciende de su platillo volante, aterrizado en pleno Washington, proclamando tópicamente que viene en son de paz: el primer saludo que recibe, acto seguido, es un balazo en el pecho. Pero volvamos a los chavales, al pánico al futuro, desbocado en tendencias suicidas o violentas, o en la idea de la fuga: irse de casa, buscar el cambio, ser otro. Ese miedo lo retrataba in extremis y lo proyectaba como un arma mutante homicida Brian de Palma en la clásica "Carrie": la tensión sexual no resuelta, acumulada en décadas de bailes de fin de curso, se libera indomable. Un ejemplo mucho más cotidiano de la búsqueda desesperada de aceptación, de pertenencia a un grupo a cualquier precio, lo muestra la excelente "This is England", de Shane Meadows: botas Doc Martens y cráneos rapados: rudas señas de identidad.
En "Tenemos que hablar de Kevin", al fin, los motivos del asesino jovenzuelo (la "jumentud" que decía un añorado maestro) se desmarcan de cualquier razonamiento y se determinan inherentes al ser, adquiridas por nacimiento (o por, qué curioso, la fiesta de la Tomatina de Buñol que aparece al comienzo de la cinta: charcos de zumo de tomate como remedo alegórico de los ríos de sangre por desbordar: ¿Tomating for Columbine?). Alumbrar un pequeño Damian al que sólo le falta un 666 tatuado en el cuero cabelludo, de modo que esta school shooting massacre parece más una de terror que de análisis social. Y el terror siempre es exagerado. Pero "Tenemos que hablar de Kevin" ofrece un punto de vista novedoso: la madre del asesino: vidas arrasadas por actos ajenos de los que sin embargo se es causa motriz y primera. En ese papel Tilda Swinton carga de modo abrupto y sin contemplaciones (Sísifo maternal) con penas desgarradoras y rencores eternos, arrojando al celuloide una actuación para recordar.
Tienes que ver "El niño que gritó puta", recuerda,
ResponderEliminarEsa película tiene un problema de título, me parece. Dejaré un poco de tiempo para no juntar mucho a ese niño con Kevin, y la veré, fijo.
EliminarSí, es casi pornográfico, pero se ajusta...
EliminarGracias por la recomendación. La buscaré Tomás Serrano
EliminarImpactante película sobre todo por la gran actuación de Swinton -que ahora se dedica a los performances- sobrecogedora.
ResponderEliminarLa de Michael Moore le tengo manía por mostrar en su final a Charlton Heston en aquel penoso estado, consigue un efecto boomerang.
Saludos. Borgo.
El problema (o la virtud, quién sabe) de Michael Moore es el afán de protagonismo: querer quedar en el fotograma como adalid de la causa que muestra. Que la muestra muy bien, por cierto, tanto en "Bowling..." como en "Fahrenheit 9/11" o "Sicko", pero ese rol heroico que pretende adquirir merma el resultado. La escena de la persecución a Charlton Heston fue lamentable, sí. Heston fue un gran actor al que se debe juzgar por sus papeles. Y si en su vida política fue un cretino, bueno, se me ocurren varios ejemplos más, pero no es plan de ir demoliendo altares un jueves santo.
EliminarSi, ya percibo un desgarro en las miradas brutales. Un abrazo.
ResponderEliminarNo se anda con chiquitas esta recua
EliminarMr. Licantropunk, Swinton es una gran avtriz, cualquier papel que le den lo hara magistralmente, si le interesa, le invito a que vea a esta actriz junto a David Bowie en el video musical: The Stars ( Are Out Tonight ). Saludos.
ResponderEliminarLo veré, gracias
Eliminar... ahí está en espera en mi lista de películas pendientes. Me interesa mucho verla. He leído tanto de ella (en otras cosas tu interesante reseña... como siempre) que deseo ya tener un cara a cara con ella.
ResponderEliminarLa película que nombra Tomás, de Juan José Campanella, El niño que gritó puta es impresionantemente dura. Es curioso que luego Campanella se alejaría de esta forma de contar historias (aunque vuelve a la parte oscura del ser humano en EL SECRETO DE SUS OJOS)...
Meterse en la mente de un joven-niño como los descritos en las películas nombras es un viaje sin billete de vuelta por el horror que debe suponer convivir con uno de ellos a tu lado (y al que te unen lazos muy difíciles de romper).
Recuerdo un documental español que se llama EL PERDÓN sobre Andrés Rabadán, el asesino de la ballesta, con un Andrés ya adulto... y sobrecoge porque tratas de entender y ese camino duele...
Besos
Hildy
PD: Por cierto... me lo pasé alucinantemente bien con los Croods. Mi amor eterno para Grug, el padre protector, me parece un personaje de animación maravilloso. Esa escena en la que está tratando de huir y de pronto se pone a salvar a todos los animalejos que conoce... habla del tipo de hombre neandertal maravilloso que es...
Ahora hay una especie de reality sobre chavales problemáticos en televisión. Para mí que son actores: no concibo tales comportamientos, me parecen exagerados. Y "Los Croods" es para pasar un rato estupendo, sin duda.
EliminarMe alegro de que te hayas animado a verla. A mí me parece superior a "Elephant" (ya lo dije en la entrada que le dedicaste...) y también mejor que "Bowling for Colombine" que tenía momentos interesantes, pero que se echaba a perder en con esa entrevista final tan cruel y rastrera. Aun así es lo último bueno que hizo Moore antes de parir indecencias que insultan la inteligencia como "Farenheit 9/11". Aunque en esta película, creo que la matanza queda en segundo plano, para darle más importancia al tema de la maternidad, lo que supone un soplo de aire fresco en el tema.
ResponderEliminarAun así no llegan al nivel de "Carrie", pero King y De Palma están a otro nivel...
Por cierto, uno de los libros de mi adolescencia es "Rabia" escrito por King bajo el seudónimo de Richard Bachman, que nos cuenta el secuestro de una clase por parte de un adolescente armado. Vendria a ser una versión de "El guardian entre el centeno" visto por la retorcida mente de King. Merece mucho la pena.
Saludos
La película de Kevin es una de terror. En ningún momento se plantea los motivos de la matanza porque los asigna por nacimiento, lo que me parece una barbaridad: exime a la sociedad de toda culpa y se la lanza entera a la madre: el antes y el después: culpable por haber dado a luz al monstruo y receptora de toda la culpa posterior. Me parece simplista en su planteamiento.
EliminarEse "Rabia" no lo he leído. Stephen King me gusta bastante, sobre todo sus primeras novelas, aunque lo último que he leído de él es "22-11-63" que está muy bien. Pero "El guardián entre el centeno" no me gustó nada, de hecho no pasé de las primeras páginas: supongo que me pilló algo mayor cuando me puse a leerlo.
Si buscas explicaciones a la matanza, si que puede ser simplista, pero yo la veo como algo de terror, que es indudable que tiene, pero de terror psicológico. El miedo que genera la maternidad, o el creer que no se esta preparado para ella. Llevo tiempo detras de "22-11-63", pero siempre esta cogido en mi biblioteca, así que seguiré esperando.
EliminarUna pelicula sorprendente, que ahonda un poco mas, donde las demás pasan de largo. Gran interpretación de Swinton en un papel nada fácil.
ResponderEliminarUna de las peliculas que mas y mejor me han sorprendido en los últimos años. Muy buena realmente y que merecía mejor suerte de la que ha tenido. Saludos
Creo que es lo mejor de la película, su actuación: pocas palabras y muchos gestos.
EliminarY cualquiera sabe, se borró mi comentario de hace unos días...
ResponderEliminarTe contaba que no, que no la había visto y que imagino que acabaré viéndola cuando tenga el día "niños psicópatas", que no creas, tampoco es sencillo. En uno de esos días vi el Niño que gritó puta y durante una buena temporada se me quitaron las ganas de sonreir a los infantes que me cruzo por la calle, y tampoco es eso, no? jeje
Saludos!
Bueno, otra referencia al niño gritón. No me quedará otra que verla.
EliminarRecuerdo haber visto de joven en sesión continua con mis primos la trilogía de "La Profecía" y no haber pegado ojo esa noche. Una ya es algo menos impresionable (por suerte o por desgracia) pero que personalicen la maldad en los ojos de un niño, no deja de ser escalofriante (sobre todo si la ficción se acerca tanto a la realidad como es este caso).
ResponderEliminarLa película no la he visto ni la veré porque intento seguir la premisa de que si leo la novela no ver la película, sobre todo si me ha gustado mucho, pero te aseguro que no me la quité de la cabeza hasta varias semanas después de terminármela. El formato epistolar con la que está narrada hace que no sepas si lo que te describe se corresponde con una impresión personal o con la realidad y las reflexiones acerca de los sentimientos maternales te calan profundamente. Plasmar en una actuación todo ello, imagino que habrá sido espectacular.
También recomiendo sobre esta temática "infantil", la novela triple "Claus y Lucas" de Agota Kristof.
Cuidadito con confiar en la bondad e inocencia de los niños...
Puede que sí me acerque a la novela. Creo que la película es de terror mondo y lirondo (de terror cotidiano: el peor de todos), por eso la comparación con Damian. Esta película tienes que verla aunque sea sólo por "disfrutar" de la actuación de Tilda Swinton. De hecho para mí es lo único valorable en la cinta.
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