lunes, marzo 11, 2013

"Kadosh", de Amos Gitai

La semana pasada estuve leyendo el cómic "Crónicas de Jerusalén" del dibujante canadiense Guy Delisle. De este autor ya había leído otras obras como "Pyongyang" o "Crónicas birmanas". La mujer de Delisle trabaja para Médicos Sin Fronteras y tiene que pasar largas temporadas en algunas de las zonas en las que esta ONG presta servicio: toda la familia de excursión. Ya que estamos aquí, voy a hacer un tebeo, que no se me da nada mal, se dice el artista. El reportaje en viñetas tiene buenos ejemplos, aparte de Tintín. Como "El fotógrafo", las experiencias de Didier Lefèvre en misión fotográfica, también con MSF, en Afganistán, con dibujos de Emmanuel Guibert. O, por supuesto, los trabajos de Joe Sacco, imprescindibles: "Palestina", "Gorazde", "El mediador": hazañas casi bélicas con estilo underground. Los de Guy Delisle se quedan más en una guía para padres en zonas de conflicto cercano: el alquiler, los colegios, los controles de aduanas, los atascos y, por supuesto, los oriundos y su día a día: un diario donde se bosqueja lo extraño cotidiano, un retrato del otro, del que se va a visitar, pergeñado con bastante perspicacia, poco contacto íntimo y exceso de tiempo libre.

En "Crónicas de Jerusalén" se habla de un curioso barrio jerosolimitano, habitado por judíos ultra-ortodoxos, de nombre Mea Shearim: carteles en las calles rechazando a visitantes, turistas y curiosos: sociedad hermética y paranoica, pintoresca y anclada en ritos ancestrales, un grupo humano que hace parecer a los amish de "Unico testigo" de Peter Weir tan amigables como una peña rociera. Merecerá la pena profundizar los rasgos que Delisle ha esbozado superficialmente. Resulta que tengo un pack de películas en DVD del director israelí Amos Gitai que aún no había abierto.

"Kadosh" sorprende desde el inicio. Meïr (Yoram Hattab) se despierta por la mañana y antes de terminar de vestirse ya ha concretado un ingente rosario de rezos y de gestos religiosos: Gracias, Señor, por no haberme creado mujer, murmura calladamente. No le falta razón. Las tres religiones monoteístas que cruzan sus historias en Jerusalén, se distinguen por tratar a la mujer como un personaje de segunda clase, impuro y peligroso para el espíritu del justo. En Mea Shearim, un barrio pobre, son ellas las encargadas de sostener el hogar con su trabajo y de criar a la nutrida descendencia que Dios tenga a bien concederle, mientras que los maridos dedican la jornada al estudio de la Torah, texto bíblico (el Pentateuco cristiano, esencialmente) que debe ser aprendido y después recitado con unas claves precisas de entonación: la palabra, el nombre verdadero de Yahveh ("Pi", de Darren Aronofsky: el que se acerca demasiado al conocimiento divino se pierde irremediablemente). El Talmud, leyes de tradición oral que se extraen de la Torah, conforma un catálogo inmenso de reglas y de normas que rigen y controlan cada aspecto de la vida, hasta el menor detalle. Amplio e implacable. ¿Por qué los preceptos legislativos de un pueblo de pastores de hace tres milenios, códigos descabellados a ojos modernos, dominan una sociedad avanzada? Eso sí que es un misterio religioso digno de estudio.
Las hermanas Rivka (Yaël Abecassis) y Malka (Meital Barda) afrontan su destino: el repudio por esterilidad, el matrimonio por imposición. Un destino triste e inevitable. O no.
Hay otros mundos.


7 comentarios:

  1. Estos mundos a los que el cine nos abisma... Un abrazo.

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  2. Mr. Licantropunk, es verdad, hay otros mundos, incomprendidos, abismales, anclados en el tiempo y que, a veces, quienes lo siguen parecen seres de galaxias lejanas. El hombre y sus costumbres. Un saludo.

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  3. Darío: el cine nos descubre lo inaccesible

    Belknap: así es, la costumbre hace al hombre: a lo que nos enseñan nos hacemos sin discusión.

    Saludos a los dos.

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  4. Esta vez te lo digo yo. No he visto ninguna y sinceramente no se si lo haré. La verdad es que este cine exótico, me aburre en su mayoría. Me atrae mas el oriental si buscamos digamos que otras culturas....

    De cualquier formas como dices...Hay otros mundos. Cuidate

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  5. Me encanta Delisle!! Me gusta su forma de retratar las marcianadas de lo cotidiano para quien no es el cotidiano. Sin aspavientos: haciendo visible la extrañeza pero sin el souvenir de lo exótico.

    La religión judía me resulta tan ajena y extraña como cualquier otra (qué coñe les hemos hecho nosotras las mujeres a todos esos?) pero siempre me causa curiosidad ver hasta donde pueden llegar sus tontunas. Lo buscaré pues, me parece interesante...

    Saludos!

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  6. Querido Licantropunk: hoy me acercas a dos creadores de los cuales nada conozco.

    No conocía el comic CRÓNICAS DE JERUSALEN de Guy Deslile ni Kadosh (ni nada de su obra cinematográfica) de Amos Gitai.

    Y me gusta descubrir y adentrarme en esos otros mundos...

    Besos
    Hildy

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  7. plared: pues si buscas otras culturas, ahí tienes una completamente distinta: tan lejos, tan cerca.

    Marga: los cómic de Delisle están muy bien. Un diario sin pretensiones que te acaba encantando.

    Hildy: pues de Gitai tengo que ver más, "Kadosh" me ha parecido brillante. Y los cómic de Guy Delisle son muy recomendables, no creo que me equivoque al recomendarlo.

    Saludos a todos.

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