Después de dirigir en el año 2000 "Descubriendo a Forrester" (una película de temática parecida a "El indomable Will Hunting": talentos ocultos), la trayectoria de Gus Van Sant se ha instalado en la muerte: en la muerte y la juventud, realmente. "Gerry", "Elephant", "Last Days", "Paranoid Park", "Mi nombre es Harvey Milk" (Milk no era tan joven cuando lo asesinaron, pero no por eso voy a quitar la película de la lista: la quitaría porque no llega a la altura de las otras del listado) y, por último, "Restless" (último que yo haya visto: hay otra película posterior pendiente de estreno en España, "Promised land": no sé si en esa muere gente). La parca se pasea, implacable, por los fotogramas de este director y, de paso, arroja en el camino los despojos de alguna que otra película formidable: la tetralogía magistral, arriesgada y sorprendente que forman "Gerry", "Elephant", "Last Days" y "Paranoid Park".
"Restless" se queda (quizá anunciando un cambio de ciclo) a medio camino entre las dos facetas que la carrera de Gus Van Sant aparentemente ha mostrado: una con la que parece querer alcanzar a un público más amplio ("El indomable Will Hunting" sería el ejemplo más claro) y otra más preocupada por mostrar su visión cinematográfica más personal (y aquí habría que mencionar "Elephant", esa merecida Palma de Oro de Cannes). En cualquier caso un cineasta coherente que se aleja lo necesario de una línea artística fundamental, de un imaginario propio, recordando a otros autores que lo lograron en el pasado como Luis Buñuel.
La pareja de jóvenes enamorados de "Restless" en vez de carabina llevan rondando cerca a un encapuchado con una guadaña: un trauma infantil y un futuro corto. Una historia de amor con fecha de caducidad, un imposible que palidece ante la construcción del romance juvenil (como la de la reciente "Amor bajo el espino blanco" de Zhang Yimou) más puro y desafectado. Dos adolescentes fuera de juego (ser raro para no ser mediocre) y una tragedia tranquila, para desapacibles tardes hogareñas de invierno, que no invita a la lágrima fácil, no, si no a la aceptación y al carpe diem.
Me da un poco de cosíca Van Sant: me gustan algunas cosas, como "todo por un sueño", y sobre todo "Mi nombre es Harvey Milk". Pero otras me dan bastante grima, como "Elephant" que me parece demasiado pretenciosa.
ResponderEliminarEste "Restless" no tenía intención de verla, pero visto lo bien que hablas de ella.
Saludos
Me gusta, para esta tarde gris. Como me gustó la de Yimou. Así, amores simples, para no complicarse una tarde más. Un abrazo.
ResponderEliminarLeón: ¡Vaya! ¡Pretenciosa! ¡Uno de los adjetivos preferidos de mi ínclito paisano el Sr. Boyero! Espero que no sea usted de los que se toman en serio sus opiniones: acabará con una úlcera... cinematográfica.
ResponderEliminarAplicar a una película el adjetivo "pretenciosa"... No sé, no sé. En todo caso el pretencioso será el autor, ¿no? O sea, Gus Van Sant es un presuntuoso (parece que pretencioso suena más suave). Pues igual sí, igual intentó "ser más de lo que era" cuando hizo "Elephant": el mundo avanza con tipos así, que intentan alcanzar un peldaño más, que tienen una idea en la cabeza y la intentan filmar, a ver qué sale. Y la cosa no debió salirle mal porque "Elephant" recibió el premio más prestigioso que existe en esto del cine: Gus Van Sant puede sentirse muy "pretencioso" por "Elephant", sin duda alguna. Para un autor que ya había hecho "Drugstore cowboy", "Mi Idaho privado" o "Gerry", "Elephant" era un paso más hacia arriba. Por cierto, a ver si un día veo "Todo por un sueño": esa y "Ellas también se deprimen" son la dos de Gus Van Sant que me faltan y que... ¿grima?
Dario: amores simples: más fácil decirlo que comprobarlo.
Saludos a los dos.
Detesto a Boyero con toda alma, es todo lo que un crítico de cine (de hecho, yo no lo considero un crítico de cine...) no debería de ser: perdonavidas, arrogante, y incapaz de justificar nunca sus opiniones.
ResponderEliminarPero eso no quita para que en ocasiones encuentra ciertas expresiones artísticas como pretenciosas (o presuntuosas, si lo prefieres así) y "Elephant" me lo pareció. La encontré vacía y esteticista. Y creo que estoy en mi derecho. Y por supuesto que tu estás en el tuyo de adorarla. Nada sería más aburrido que que todo el mundo compartiesemos la misma opinión.
Y en cuanto a los premios, pues son solo premios, ni más ni menos. A veces nos alegran y otras nos enfadan, pero no hay que darle más valor más allá del momento en el que lo entregan. Además siempre están sometidos a las coyunturas del momento en el que se entregan. El tiempo es el que termina colocando a cada uno en su lugar. Como muestra: en 1980 estaban nominadas "Gente corriente" y "El hombre elefante", entre otras, a mejor película. Ganó la primera. ¿Alguién se acuerda de ella? ¿Y que es "El hombre elefante" a día de hoy? Un clásico indiscutible del cine y una de las cumbres de su genial realizador.
Un abrazo y perdón por la parrafada ;P
León: le pido perdón por lo de Boyero: reconozco que ahí me he pasado tres pueblos, ja, ja. Lo siento. Pero le aseguro que el de pretencioso es un adjetivo que le he oído más de una vez al tipo y escucharlo de nuevo me inflamó el espíritu, ja, ja.
ResponderEliminarPremios son premios: vale. Pero no comparemos los Oscar con la Palma de Oro de Cannes. En principio los primeros están completamente mediatizados por un marketing descomunal (a usted mismo se lo he leído: los que los hermanos Weinstein defienden o señalan opta a lo grande, como este año "El lado bueno de las cosas": de digna a premiable va un mundo) mientras que los segundos (como en en Festival de San Sebastián, por ejemplo) dependen de las apreciaciones artísticas de un jurado experto, al que se supone imparcial (y que suelen acabar a voces con los periodistas y los críticos, sí, como en San Sebastián muy a menudo). "Gente corriente" batió a "El hombre elefante",algo increíble, pero también a ¡¡"Toro salvaje"!!, para mí una de las mejores películas que se hayan rodado nunca.
El vacío y la estética en "Elephant": le felicito porque es la mejor definición que he leído nunca sobre de qué va esa película.
Saludos.
No sé lo que me pasa con este director,pero no acaba de entrar.Me pasa lo mismo con todos los del Dogma 95.Creo que esta carencia es debida a mi propia desidia de continuación,es decir,que me quedé anclado en Nicholas Ray.De todas maneras debo darme una oportunidad.Has escrito mucho sobre Gus Van Sant y eso para mí no es gratuito,amigo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Y "Psicosis", que te olvidas de ésa.
ResponderEliminar"Elephant" es una de las películas más aburridas que he visto. Inaguantable. ¿Pretenciosa? Qué más da. Inaguantable.
Respecto a los premios, los Oscar son premios de la industria cinematográfica y nadie se puede engañar. Un festival de cine es otra cosa, hombre.
Por último, Boyero dice lo que le apetece, y si los gustos de algunos coinciden con los suyos, les resultará fiable, como pasa con los demás. La crítica a la última de Almodóvar la resumió en una palabra: una estupidez. Con éso puede ser suficiente para algunos.
A Gus Van Sant desde Mi Idaho privado fue un director que me empezó a interesar y me sigue interesando. Así que asisto atenta a cada nueva obra cinematográfica que lleva su firma.
ResponderEliminarPara mí Restless fue una sorpresa y una especie de cuento sobre la muerte y el amor espolvoreado con historias de fantasmas y gotas de comedia negra a lo Harold y Maude.
Me gusta la mirada y la forma de contar de Van Sant así me interesa en su concepción más clásica como El indomable Will Hunting y cuando explora otros caminos para narrar cinematográficamente como Paranoid Park. Por otra parte lleva realizando durante años una interesante visión del mundo adolescente.
Besos
Hildy
Francisco Machuca: ¿Qué película de Gus Van Sant le gustaría a Nicholas Ray? Puede que "Drugstore cowboy", con sus jóvenes delincuentes drogadictos, cameo de William S. Burroughs incluido, o quizá "Mi Idaho privado", con River Phoenix como un Sal Mineo moderno y marginal.
ResponderEliminarPirulo: ¡Vaya! ¡El boyerista accidental! ¿Cómo se le ocurre a usted ni tan siquiera asomarse a "Elephant"? Esa película no es para usted, amigo. Como se entere D. Carlos se va enfadar, puñetero. ¿Estupidez, proclamó el gran gurú? Pues sepa usted que el calificativo lo llevaba preparado de casa, fijo: sin mirar, como Laudrup. De hecho a media proyección de la de Almodovar empezó a gritar en arameo y a vomitar puré de guisantes en medio de la platea: tuvieron que llamar a un exorcista y ya no pudo escribir la crónica. Estupidez y punto: ¿quién necesita más? ¡Viva la elipsis!
¿Así que un festival de cine y los Oscar son muy distintos? Unas películas a concurso, personas que votan y un palmarés: sí, si, completamente distinto.
"Psicósis" de Gus Van Sant no la he visto. ¿Por qué? Porque al parecer ya la había visto: según dicen es pastada a la de Hitchcock. A mí no me gusta ver la misma película una y otra vez, hay gente a la que le encanta (¿pasión por lo inmóvil?) pero yo prefiero, en la medida de lo posible, ir cambiando, buscar la sorpresa, las distintas formas que hay de contar las cosas (sí, como "Elephant", o como "Bowling for Columbine": dos películas tan cercanas y tan lejanas: las dos muy buenas). Y me llevo chascos, me trago bodrios, pero de vez en cuando...
Hildy: son las dos caras de un director. A mí en particular me gusta la más expuesta, la que aporta puntos de vista y se sale de la norma: "Paranoid park" o "Elephant". ¿"Harold y Maude" en "Restless"? Pues sí, no se me había ocurrido.
Saludos a todos.