En noviembre de 1979 una turba de manifestantes invade la embajada de Estados Unidos en Teherán. Su protesta, motivada porque el gobierno de Jimmy Carter ha dado asilo al recientemente depuesto sátrapa de Persia, el Sha Reza Palevi, desemboca en la toma de la embajada y el secuestro de los trabajadores norteamericanos de la misma: 444 días retenidos: de Carter a Reagan. Seis de ellos logran escabullirse durante el asalto y terminan refugiándose en la embajada de Canadá, de donde salen semanas más tarde, camuflados con pasaportes canadienses, para tomar un vuelo que los devuelve a Estados Unidos. ¡Gracias, Canadá! La película de Ben Affleck se empeñará en quitarle el mérito a los canadienses, esos paletos que, como mostraba Michael Moore en "Bowling for Columbine", no son unos paranoicos hacia el otro, hacia el extraño, como demuestran sin rubor sus vecinos del sur de la frontera.
La necesidad del héroe absoluto de la sociedad estadounidense: impoluto, sin mácula, dispuesto a cualquier sacrificio. Veo "Argo" un 23-F, otra historia de rehenes, de conflictos ideológicos, de buenos contra malos, y TVE aprovecha la fecha del calendario para estrenar "23-F: La película" de Chema de la Peña, excelente película basada en el no menos excelente libro de Javier Cercas, "Anatomía de un instante" (lectura obligatoria, como la última novela de Cercas, "Las leyes de la frontera", sobre todo para aquellos a los que los términos torete o pico, les traiga a la memoria algo más que tauromaquia y albañilería). Aquella noche tremenda del año 1981 señaló sus héroes: los que no se tiraron al suelo, los que no apagaron la cámara, los que plantaron cara. Y, por supuesto, el rey. Ay, los claroscuros del héroe: Lo siento mucho; me he equivocado y... no volverá a ocurrir. Es complicado mantener la cualidad heroica en la exposición continuada de la vida pública.
"Argo" dramatiza un rescate audaz desde la figura del agente secreto Tony Méndez (Ben Affleck), miembro de la C.I.A., y toca colocarse medallas e infundir espíritu patriotero: somos los buenos, somos los héroes: los héroes de unos siempre son los villanos de otros. Recuerdo "Syriana", de Stephen Galan, protagonizada por George Clooney (uno de los productores de "Argo", por cierto) y me parece una película mucho mejor que "Argo" en lo político, mucho más profunda y reflexiva: "Argo" en algunos pasajes se limita a escenificar imágenes de telediario (como se presume, además, en los créditos) y tópicos de la profesión (por ahí aparece Bryan Cranston, nada menos que Mr. Walter "Heisenberg" White, reclamando un papel como protagonista). Y puestos a mencionar películas de temática parecida a "Argo" y que apuntan a superarla cinematográficamente, se puede nombrar "Carlos" de Olivier Assayas o "Münich" de Steven Spielberg. Y, claro, la sensación televisiva que ha supuesto la serie "Homeland": ante las tramas que se esconden detrás de todos esos títulos, "Argo" resulta inocentona.
Pero "Argo" brilla en una faceta: "Argo" es una tapadera, una película dentro de otra (como en "Super 8", de J. J. Abrams: cineastas jóvenes volviendo la cabeza hacia sus referencias cinéfilas de infancia y adolescencia), un guiño a la publicidad gubernamental que enmascara cualquier escándalo (la crisis de los rehenes de Irán y la declaración de enemistad eterna hacia el régimen de los ayatolás, desmentida en el turbio asunto del Irán-Contra y la confesión del coronel Oliver North: todo está podrido). Esa parte del guión, conducida por los actores John Goodman y Alan Arkin, es de lo mejor de la cinta. La película tiene también buenos momentos de emoción, de suspense. No llegará a la "Cortina rasgada" de Alfred Hitchcock o "El premio" de Mark Robson (ni tampoco Affleck es Clooney en la mencionada "Syriana", ni mucho menos Paul Newman en las otras dos) pero mantiene la tensión para hacer creíble que la misión de rescate es tan difícil de realizar como, según se cuenta, fue. A mí me parece que exageran un poco. Por el Oscar, más.
Estoy de acuerdo: lo mejor la subtrama de la farsa de la productora de cine con Goodman y Arkin a la cabeza. El resto no es para tanto. El final, con suspense incluido, me recuerda a cosas ya vistas.
ResponderEliminarSaludos.
La vi y lo pasé bien con la tensión de " a ver qué pasa ahora". Poco más, es de esas pelis que en cuanto profundizas la jorobas (inocente es poco, risible en la forma que todo encaja; o sí, ese empeño de buenos yanquies todopoderososloadaseadios).
ResponderEliminarDe donde no hay no se puede sacar. Pero me lo pasé bien, repito. Para el Oscar? hombre, pues no.
Y lamento diferir con usted sobre el libro de Cercas, sobre Cercas en general. No me gusta como escritor (cuestión de gustos, ajá, lo sé) y me gusta mucho menos como analista de la historia (ya no se trata de gusto. Ya más su falta de rigor, su contentar y vender, más que el hecho a contemplar). Y vanidoso al intentar relatar unos hechos que pasaran años hasta que alguien trate el tema con objetividad y honestidad. Imagino que entonces será un historiador, no un vendedor de libros.
Confio. (y será mucho confiar? ays)
Saludos mañaneros!
Es verdad, como que en este sentido todo está visto antes. Un abrazo.
ResponderEliminary se llevó el Oscar nomás... no estarás tan contento con eso...
ResponderEliminaraunque todo es relativo y estos premios no se sabe bien a que son je...
igualmente no la ví todavía, no tengo opinión formada... salu2...
Ethan: bueno, pues a la gente le ha gusta mucho, ¿no? Al menos a los académicos estadounidenses, visto lo que ha pasado esta madrugada.
ResponderEliminarMarga: recojo el palo y se lo doy a Cercas en cuanto lo vea, je, je. No creo que su intención sea contentar, en todo caso sería de esos que no contentan a nadie. Novelistas metidos a historiadores hay muchos (en España, ni te cuento) y el rigor en la documentación vale lo que vale: todo sacrificable en aras de una buena trama. Y eso es lo que cabe pedir: bien escrito y que te mantenga al pie del... libro.
Darío: el insoportable deja vú de ver una película y pensar que ya la has visto. Excepto el comentado pasaje del cine-rescate.
JLO: pues ni contento, ni triste, qué le voy a decir. Bueno, me alegro por el bueno de Ben, je, je, mediocre actor al que parece que le va mejor al otro lado de la cámara aunque se empeñe en lo contrario. Los premios Oscar son un despropósito artístico que suelen recaer en el que hace mejor promoción. Ya no me sorprendo cuando veo las listas de ganadores: unos te parecen acertados y otros... enhorabuena.
Saludos a todos.
Yo no había imaginado el paralelismo con el 23-F, pero algo de ello puede haber. Quizás ambos sean las últimas victorias blancas de los respectivos paises (aunque seguro que si rascamos, en ambos encontramos ponzoña...) Desde luego que no alcanza el nivel de "Syriana" o "Munich" que son dos de las mejores películas de la pasada década, pero es bastante digno y honesto. Lo que yo eché a faltar fue un poco más de mala uva en la parte hollywoodiense, pero bueno, eso no quita para que sea una buena película.
ResponderEliminarSaludos
Espero verla en breve. Ya te contaré cuando lo haga.
ResponderEliminarSaludos.
... Estoy de acuerdo en muchas cosas que escribes sobre ARGO. Yo reconozco que cuando la vi me lo pasé bien y me resultó interesante tanto en sus luces como en sus sombras. Es una película con muchas capas para analizar. Es una película que según la vas analizando te pueden más las sombras... Pero sigue generando interesantes debates.
ResponderEliminarLo que sí creo es que Ben Affleck es un director-actor que de momento merece la pena seguir su trayectoria...
Besos
Hildy
Mr. Licantropunk, el Oscar vino y se fue hasta el año entrante, Ben Affleck no gano como mejor director y estoy de acuerdo con usted, el film exagera, pero muchas veces es ahi donde radica la mentira, cuanto mas se exagere es cuando puede resultar mas creible. Hay emocion, suspense y Alan Arkin y John Goodman estan muy bien en sus respectivos papeles. Un saludo.
ResponderEliminarLeón: ese paralelismo 23-F surgió porque el día que vi "Argo" fue ese, estuve viendo un rato la película de Chema de la Peña y... todo encajo: el héroe, el villano... en fin, todo ese rollo que he soltado.
ResponderEliminarKinezoe: a la espera.
Hildy: no estoy de acuerdo en las capas de "Argo". De hecho es una película bastante plana, que no ahonda en el conflicto, que se pone al descubierto muy pronto: patriotera y punto. Y sí, Ben Affleck, no está mal como director, pero no estar mal no significa que sea bueno.
Belknap: desde luego que sí, Arkin y Goodman a mí me parecen de lo mejor de la cinta, una película que sin duda es la más sobrevalorada de las sobrevaloradas del año 2012.
Saludos a todos.
Un poco tostón. Una peli digna de los sábados después de comer de antena 3 (Falsa identidad, El poder de la traición, coacción inminente, ... Y otros muchos títulos de true-stories de sobremesa). Ben hace un poco de panoli desvivido por los rehenes. Y lo del rodaje ficticio pega mucho más en una de Jimmy Ocean (11,12, o 13) que dan mucho más juego. En cuanto a Goodman me quedo con su papel en The artist. Una pena, Ben. Pero no dejes de intentarlo
ResponderEliminarSi tú me dices Ben, yo digo Affleck.
EliminarYo no puedo estar de acuerdo en lo de tostón: cochinillo, si acaso. No me resultó aburrida, se deja ver. Eso sí, espero que no se pongan de moda las gafotas que llevan los personajes y que ya sufrí en la niñez: mejor dejarlas arrinconadas en un sufrido desván de la memoria. De hecho he visto a un niño anunciar natillas en la tele con unas gafas de esas y me he puesto a temblarrrr. Ser gafapasta no está mal, pero ahí el tamaño sí que importa.
La vi esta tarde y me ha dejado un buen sabor de boca. Su director supo hacer un producto muy entretenido con un episodio de la historia que, a priori, parecía no tener mucho tirón para un espectador medio no demasiado ávido de cine "político".
ResponderEliminarEs normal que se tome ciertas licencias cinematográficas. Sin establecer ningún tipo de comparación con los hechos reales, yo creo que como película funciona bastante bien. Te mantiene en tensión de principio a fin. Me gustó. Apunta maneras Ben Affleck como director; controla muy bien el ritmo y la narración. Prefiero siempre una película clara en su narrativa, aunque para ello tenga que ser algo simplista, a un ensayo denso y farragoso que avance a trompicones ;)
Saludos.