viernes, junio 10, 2011

"Portero de noche", de Liliana Cavani

Romance entre un oficial de las SS (Dirk Bogarde) y una prisionera de un campo de concentración (Charlotte Rampling), una chica judía: relación antinatural per se: síndrome de Estocolmo agudo en fase terminal. Controversia automática para una película transgresora, lista para demoler tabús impenetrables a golpe de celuloide, planteando una de las situaciones más insólitas o, al menos, desacostumbradas, que se puedan pergeñar: traumas que desembocan en territorios incógnitos. No sólo el tema: los fotogramas se llenan de erotismo y hacen que "Portero de noche", prohibida por el franquismo, sea uno de los títulos famosos para provocar colas en los cines de Biarritz o Perpignan: esa mítica del cine y la libertad, de la censura en la cabina de proyección rota a pocos kilómetros de la frontera, aunque sólo sea con el ánimo de ver la piel bajo la blusa, pero un símbolo poderoso sin ninguna duda.
Si en "La muerte y la doncella" de Roman Polanski el reencuentro entre víctima y verdugo conduce irremediablemente a la búsqueda de justicia y venganza, en "Portero de noche" el encontronazo casual entre el encargado nocturno de un hotel y la esposa de un director de ópera puede tomar rumbos insospechados (como sucede en "Tras el cristal" de Agustí Villaronga: no puede decir que esa película no recoge el testigo de la de Cavani: de obra de culto en obra de culto).
Viena en el año 1957, atmósfera decadente de una posguerra aún no superada: los supervivientes buscan su lugar enterrando el pasado u ocultándose del presente. Relaciones amatorias sórdidas, enfermizas, sadomasoquistas, entre amantes acosados que se recluyen para prolongar su amor en una agonía desesperada, conscientes de que es un cadáver en descomposición que se niega a ser sepultado: sin futuro. Pero también es una película capaz de ofrecer escenas bellas en su perturbación, una característica que sin duda es su mayor escándalo: provocar disturbios en conciencias maniqueas, apasionadas por lo inmóvil, que sólo distinguen el blanco y el negro. Quizás cuando, recientemente, el director Lars Von Trier provocó una conmoción en el festival de Cannes al manifestar (boutade es un término francés, por supuesto) cierta afinidad con la figura de Adolf Hitler, en su subconsciente asomaba la imagen de Charlotte Rampling vestida con un pantalón ancho, unos tirantes, guantes de piel negra hasta los codos y una gorra de las SS. Nada más. Pura provocación.

11 comentarios:

  1. Mr. Licantropunk, pues si, pura provocacion, no la vi, parece interesante. Un saludo.

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  2. Aunque nunca he sido muy de Charlotte Rampling, esa foto es todo un icono.

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  3. Efectivamente, fue una película clasificada "S". Creo recordar que la pusieron en mi colegio mayor tiempo después y recuerdo (esta vez sin "creo") que era insoportable... Nada, mala racha que llevamos...

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  4. Belknap: fue un gran escándalo para la época y estuvo prohibida en varios países, no sólo por abordar el tema del nazismo desde una óptica poco habitual sino por sus escenas de sexo más o menos explícito.

    Pepe Cahiers: pues en esta película está arrebatadora: la mirada.

    Tomás Serrano: si llevas una mala racha de películas, te recomiendo alguna de las últimas que he comentado. "Portero de noche" no, que ya la has visto. Ah, ¿que el de la mala racha soy yo? ¡Vaya por Dios!

    Saludos a todos.

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  5. (Glups) Primera noticia de esta peli. Sí lo parece, pura provocación, digo.
    Por cierto, ya me he bajado la de Villaronga, a ver qué tal...

    Un saludo ;)

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  6. Provocación...sí... seguro que en ciertas mentes pacatas resultaba más provocador ver una teta que la propia situación turbia que se plantea entre víctima y verdugo.
    Extraña, la naturaleza humana, de todas formas ¿verdad?
    Un saludo

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  7. Recuerdo de cuando estrenaron la película ver a un grupo mirando embobados el famoso cartel con la Rampling y uno dijo: "¿Te imaginas si además tuviera tetas...?". Me gusta esa película que la considero junto con "La piel" de lo mejor de la Cavani. ¿Y qué se hizo de aquel "Francesco" con Mickey Rourke? Fue un visto y no visto.Saludos. Borgo.

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  8. La vi hace años y me perturbó, no precisamente por el sexo, claro...

    Y no podría decir que me apetezca volver a verla aunque tuvo su razón de ser en su momento, ajá.

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  9. Sí, la verdad es no queda claro el sentido de la mala racha, ja, ja... Habrá que desvelarlo otro día.

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  10. Esta junto con El último tango en París me parecen el límite al que ha llegado el cine, incapaz hoy día, pleno siglo XXI, de hacer algo tan provocador, y a un tiempo de calidad.
    Interesante en grado sumo
    Saludos de Blanca

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  11. Extraña pelicula de un director por otra parte especialista en cine erotico con estilo digamos que barroco o algo parecido.

    Creo que esta obra se sale un poco de sus esquemas y aunque normalmente en su epoca se quedo en la provocacion y esa protagonista vestida para matar, de un infartto claro...

    Como dije extrña y esa relacion entre el masoquismo de salon y el sindrome de estocolmo, de alguna manera interesante

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