sábado, junio 25, 2011

"Carlos", de Olivier Assayas

Canal + ha estado emitiendo los martes por la noche, los tres últimos, la serie "Carlos", biopic del tristemente célebre (adjetivo tópico como pocos para personajes fuera de la ley) Ilich Ramírez Sánchez, más conocido como Carlos el chacal. En la era del prêt-à-porter internauta, donde ver una serie no tiene horario ni fecha en el calendario, seguirla por televisión a la hora de emisión "oficial" parece antediluviano. Esta fidelidad (tres semanas tampoco es para tanto, no voy a andar poniéndome medallas, pero resulta algo complicado, la verdad) al teleprograma no hubiera sido posible si el espectáculo no mereciera la pena. Y mereció.
Una foto de carnet de un hombre moreno, regordete, oculto tras unas gafas de sol, salpicando de vez en cuando los telediarios de mi niñez, noticiarios que por otro lado solían estar llenos de atentados terroristas, de secuestros aéreos, de nombres de bandas dispuestas a todo por conseguir sus objetivos: Ejército Rojo Japonés, Baader-Meinhof, Brigadas Rojas, OLP, IRA, ETA, ay, esta última que no acaba de desaparecer del parte de las tres de la tarde. En una época, la actual, en la que cualquier reivindicación o manifestación debe ir acompañada de ausencia de violencia y de actitud pacífica para ser tenida en cuenta (o no: generalmente, no) asombra recordar como se llevaban a cabo las demandas políticas por parte de estos tipos en los años 70. Grupos armados que irrumpían a tiro limpio en embajadas, en aeropuertos (hay una escena tremenda en la que dos personas acceden por la entrada principal del aeropuerto francés de Orly hasta la zona donde se despide al pasaje, portando un lanzacohetes en una bolsa, con el que disparan contra un avión israelí que esta despegando: y disparan dos veces, entre toda la gente, y fallan y le pegan a un avión yugoslavo, y después consiguen escapar: ahora sería imposible), conferencias internacionales. No hay puerta que les detenga. Y los gobiernos negociaban, pactaban, cedían: pagar el rescate y facilitar la huida. Terror al salvajismo indiscriminado.
Así, la película resulta ser un documento magnífico para comprender las turbulencias que se producían en el equilibrio de poder establecido durante la Guerra Fría, pantalla detrás de la que los servicios secretos de múltiples países disimulaban, inmersos en un enfrentamiento bastante caliente. Y Carlos (el actor venezolano Édgar Ramírez realiza el papel con una convicción y un apasionamiento impresionante, uno de los puntos fuertes de la película: por comparar de modo inevitable, Benicio del Toro en el "Che" de Steven Soderbergh me dejó frío) es la excusa perfecta para esta historia, el más famoso, mediático y universal de los carteles de Se busca. Los gobiernos del bando del Este se rifaban sus servicios: satisfacción garantizada. Pero el Muro cayó, un bloque se impuso, y la lucha armada que proponía Carlos, su modus vivendi, se cayó también, ya que sólo se podía llevar a cabo con un fuerte respaldo ideológico y económico detrás, a través de mandatarios afines, y si estos abandonan se termina el baile. Peor aún, todos contra ti: de héroe popular a amistad peligrosa. Ahora cumple cadena perpetua en una cárcel francesa, y creo que la película no le ha gustado ni un pelo. Total, porque te saquen como un joven idealista que termina convertido en un asesino calculador y cruel, más preocupado por el dinero, las mujeres y el alcohol que por la Causa (la Gran Marcha de la que hablaba Milan Kundera en "La insoportable levedad del ser": el camino hacia ninguna parte: el fin de la locura), pues tampoco será para ponerse así. Qué quisquillosos son algunos.

6 comentarios:

  1. Amigo Licantropunk,
    Desde luego un texto muy bueno el tuyo.
    A mí el Ché no me convenció nada y esta, sin entrar a valorar al personaje real y sus metas, me parece una "película" de lo mejor del año pasado, capaz de encontrar una vía de escape (la televisión) para no ver recortado su metraje. Assayas es un director con trabajos más que recomendables e interesantes, como “Demon Lover” o “Désrodre”.
    Un saludo

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  2. Hola, pues yo no he visto la serie completa, pero la película me pareció también muy lograda. Y eso que este tipo de biopics no sonmi género preferido y cuesta que me anime. Al tipo, como dices y por lo que he leído por ahí, parece que le ha sentado como una patada en el hígado. Un aventurero un tanto agrio...

    Muy bueno el texto, suscribo las palabras de Crowley. Miraré si la serie está por ahí disponible, saludos!

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  3. Mr. Licantropunk, no la he visto, pero parece tener buena pinta, un saludo.

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  4. Pues la veré esta semana, esta pret-a-porter estuvo esperando que terminara la tercera entrega.... jeje.

    Y hace un par de semanas estuve viendo "RAF: facción del ejército rojo" e identifico en ella lo que cuentas de esta de Carlos, la descripción de un tiempo turbulento, de intereses cruzados y una serie de idealistas a los que se les fueron los ideales de las manos. El idealismo teñido de sangre se vuelve pronto pesadilla y campo abonado para la locura del sin sentido, ajá...

    Lo es pero también como ha cambiado la visión de todo este lío, recuerdo que mis mayores de los 70 no pensaban así...

    La historia es algo raro, ays.

    Saludos!

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  5. Hace unos meses comencé a leer "El Palestino", el best seller del tipo este que se infiltra aquí y allá. Por lo visto se la dio con queso al mismísimo Carlos, al que le llevaba su página web. El libro me lo regalaron y es de los poquísimos que no he terminado. Me pareció una loa a lo bueno y listo que es el autor (aprovecha para hacer publicidad de sus otros textos cada dos por tres) sumido en una especie de Síndrome de Estocolmo.
    A todo esto, la peli y la serie no las he visto.
    Como siempre, estupendo post.
    Un abrazo

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  6. Crowley: tengo que ver algo más de este director. Desde luego su ópera prima (para mi, claro) ha sido un descubrimiento.

    Babel: es un largo, muy largo, en tres partes, más llevadero. El ego del tipo, tal y como lo pintan, está logrado.

    Belknap: la tiene, la tiene.

    Marga: es una parcela de la historia, algo oculta, muy interesante. Y cuando un director hábil la pilla, pues sale una gran película.

    Ethan: leí en su día "Diario de un skin", que fue interesante, pero del Bernabeu a Oriente medio hay demasiado trecho, ¿no? Te recomiendo "Carlos" y a ver si esta sí merece la pena terminarla. Yo creo que sí.

    Saludos a todos.

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