"Soy el Señor, tu Dios". Con esas palabras comienza el relato bíblico de la entrega a Moisés de los mandamientos, de las leyes divinas, de las reglas del juego que deben cumplirse para, en la casilla final, tener opción al mayor de los premios o al peor de los castigos. Esas primeras palabras son una orden de obediencia absoluta, la manifestación de una divinidad todopoderosa y vengativa, el Dios terrible del Antiguo Testamento, implacable y destructor. El que se sale del camino, que se vaya preparando. Pero si además el descarriado ha abandonado a su Amo para dejarse caer en las redes de ese dios pagano llamado Ciencia, entonces la pena será máxima: el dolor más terrible de todos, el que muestra la película: no se detendrá la mano asesina que cae sobre Isaac.
El hombre crea la computadora con la intención última de producir un ser inteligente (la prueba de Turing: preguntas y respuestas, input y output: en esencia no hay nada más dentro de un ordenador) y ponerse a la altura de Dios, ese que a su vez fue creado por sus antepasados, con el único fin de satisfacer una curiosidad innata: los dioses, los mitos, eran las respuestas que se ponían donde no llegaba la inteligencia. El acercamiento a los límites del conocimiento, bordear las fronteras de la razón, puede conducir a la locura: "Pi", de Darren Aronofsky. Y disponer con exactitud todas las variables de una ecuación diferencial puede ser una tarea incierta que conduzca directamente al infierno: el azar transfigurado en un vagabundo de rasgos angelicales (ángel exterminador en todo caso) que enciende una hoguera cerca de la orilla de un lago helado y pone a Varsovia de rodillas. Me amarás sobre todas las cosas. Alfa y Omega.
El director, demiurgo en un mundo de celuloide, también puede ser implacable y no hacer caso de los ruegos del espectador que espera angustiado el temido desenlace.
En 1988 Krzysztof Kieslowski rueda una serie de diez capítulos para ser emitida en la televisión polaca. Cada capítulo, de menos de una hora de duración, cuenta una historia relacionada con uno de los diez mandamientos de la religión católica. Todas las tramas son contemporáneas, cotidianas, y están ubicadas en la ciudad de Varsovia. La serie está considerada como una obra maestra, un retrato emocionante e inteligente de la naturaleza del ser humano.
Veo con agrado que continúas con los directores polacos, lástima que éste no sea de mis preferidos. No he visto la serie, pesar de su prestigio. Creo recordar que una vez te comenté que lo más emotivo de este director para mí fue estar delante de su sencilla y evocadora tumba en el cementerio de personajes célebres de Varsovia. Saludos.
ResponderEliminarNo por polacos, sino por geniales: el trío Wajda, Polanski y Kieslowski (un poco anticuados: ¿algún joven director polaco que se me pase?).
ResponderEliminar¿Así que lo más emotivo fue estar cerca de su tumba? ¡Qué mal suena eso, je, je! Pues a mi este primer escalón del decálogo me ha gustado mucho. Ya fui esta tarde a la biblioteca a por el segundo, así que paso a paso, de aquí al verano he visto la serie entera.
Saludos.
"El Decálogo" es LA MEJOR SERIE DE LA HISTORIA. Y lo digo en mayusculas para que quede claro.
ResponderEliminarLa desconocía por completo... pero ésta misma tarde me pongo a buscarla y ya te contaré. Seduce mucho lo que cuentas de ella, ummm.
ResponderEliminarBesos, Licantropunk.
Amigo Licantropunk,
ResponderEliminaruna maravilla de obra maestra del cine. La verdad es que he disfrutado (en varias ocasiones ya) con el visionado de esta genialidad de Kieslowski. Enhorabuena por recuperarlo aquí y por rescatar esta gran obra.
un saludo
Diez mandamientos, diez películas. No las he visto todas, pero recuerdo especialmente la cinco (creo que es el del asesino) y la seis. Lo curioso es que no son abstracciones filosóficas ni demostraciones de cuestiones morales sino historias personales que quieren implicar a quien observa. Los tres directores que nombras en el anterior comentario son increíbles, a mi me gustan mucho. Ultimamente descubrí una directora polaca muy interesante, se llama Dorota Kedzierzawska. No hay nada editado aquí, pero se puede conseguir a través de este medio estupendo que es internet.
ResponderEliminarUn saludo ;)
El decálogo es una maravilla. Tengo la suerte de tenerlas todas (hace unos años la dieron por cinemateka y las grabé). De "No Matarás" hablamos en el blog, fue de las que pasaron a formato de cine y se reestrenó en España hace relativamente poco.
ResponderEliminarSaludos!
Ya que preguntas, otro director (directora en este caso) polaco/a de calidad: Agnieszka Holland (Europa, Europa; Olivier, Oliver; Copyng Beethoven). Saludos.
ResponderEliminarCiencia contra creencia. Normal que gane esta última. Como dice en la película, la fe hace que la vida sea más fácil. Por lo menos la ciencia se esfuerza en encontrar respuestas, aunque muchas tarden siglos en llegar y otras se nos oculten para siempre.
ResponderEliminarMe ha gustado, aunque es de las que te dejan incómoda en el sofá...
saludos.