domingo, febrero 28, 2010

"Thirst", de Chan-wook Park

Sed de sangre pero también (o incluso más) sed de sexo, que es la particularidad que más me ha llamado la atención en esta película, acostumbrado a que el género sólo muestre a seres ávidos por hincarle el diente a la yugular de sus víctimas y que no tienen el menor interés por el resto del cuerpo: de hombros para abajo no hay nada. El director muestra ese paso extremo de ángel a demonio: un cura coreano, pastor casto y piadoso, que acaba engrosando las filas de los adictos a la hemoglobina: el celibato del sacerdocio, la lujuria aplacada por años de cilicio, será la primera atadura abandonada. El planteamiento inicial de la película anuncia una buena historia: el Adán, el ser renacido, primigenio, se topará con una Eva que, sin manzana de por medio, hará surgir al ser diabólico.
Los vampiros están de moda en la pantalla y la referencia a "Déjame entrar" de Tomas Alfredson, una de las grandes películas del año pasado, será obligada. Mejores películas cuanto más costumbristas, cuanto más alejadas de los tópicos del género y de los efectos especiales, algo de lo que a "Thirst" le cuesta escapar y hacía lo que se balancea peligrosamente en la segunda mitad de la película. Seguro que la gran virtud de la película, además de su excelente factura, será que está llena de humor. Humor negro, por supuesto, el tono agridulce que sería de esperar al tratar un tema semejante, trufado necesariamente de muertes violentas y de personajes desgraciados sujetos a destinos desesperanzados.
Ya hace años que este director me sorprendió con "Oldboy". Lo sigue haciendo.

2 comentarios:

  1. Park siempre excesivo, pero un virtuoso cámara en mano. Sí, le sobra metraje, le sobra sexo, y alguna cosa más. Y si no estuviera él detrás de la cámara no sería lo que es. Coincido en la otra virtud que apuntas: su ironía y humor negro.

    Saludos ;)

    Pd: Creo (no estoy segura) que Park es el nombre y el resto el apellido, que es compuesto aunque se trata de una sola palabra separada por guión (algo así como "hijo de") Y creo que se escribe en el orden que tú lo haces, porque al revés es la forma occidentalizada.

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  2. Para mi tiene un planteamiento impresionante y una premisa muy, muy prometedora con esa dualidad religión/mito, pero acaba diluyéndose un poco y según avanza el metraje, va bajando la intensidad. Aún así, una buena película, pero no está a la altura de esa obra magna que es Old Boy.
    Un saludo

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