La mejor película del año 2008, dijeron los Oscar. Espero que no, que el año haya dado películas mejores que esta: se me ocurren un par. Pero en cuestión de premios "Slumdog millionaire" se ha llevado un montón y ha rentabilizado sobradamente su condición de película de bajo presupuesto (¡hala! ¡ya salió el peine!: por eso es la mejor película, ¡porque es la que más perras ha ganado!). Muchos de sus actores eran reclutados en las localizaciones donde se rodó la cinta y al parecer sus protagonistas infantiles llevaron mal la vuelta al barrio después de dormir en los hotelazos de Hollywood. Seguro que la pasta recaudada por la cinta les habrá dejado la puerta abierta a una vida mejor: lo que a nuestros ojos puede ser poco dinero en ciertos lugares es una fortuna y a las productoras no les puede costar demasiado evitar la denuncia de aprovecharse del trabajo ajeno (de humilde procedencia, además: sería muy miserable), más aún después de haber recaudado un dineral en taquilla.
Hablando de money, ¿quién quiere ser millonario? Carlos Sobera y sus cejas contorsionistas arrasaron en la caja tonta, hace ya diez años, lanzando a diario esa pregunta. Y de preguntas sobre los temas más triviales iba el concurso. Las respuestas correctas, al no tratarse de un tema concreto, no se podían obtener más que de la propia experiencia, de una amplia curiosidad apuntalada en una buena memoria, de tener capacidad de asociación o, directamente y para los más arrojados, de la suerte: una entre cuatro y tira esos daditos que va a ser mi noche.
Un joven hindú (aunque era musulmán; un joven indio, aunque del lejano este) participa en el programa y, milagrosamente, va acertando todas las preguntas: las respuestas están alojadas en momentos significativos de su vida. Trayectoria dolorosa, de orfandad y pobreza: el adjetivo inglés dickensian es un certero calificativo para este tipo de relatos. Oliver Twist desde los barrios bajos de Mumbai (antes Bombay; Hawai, Mumbai: bueno, suena parecido), viajando en los techos de los trenes y esquivando varas de policías violentos. Imágenes coloristas, encuadres rebuscados de cámaras torcidas, ritmos locales (suena el "Paper planes" de M.I.A., que no es muy "étnico", precisamente, pero aporta el toque ragga; el bailecillo multitudinario del the end me ha recordado al de "Zatoichi", de Takeshi Kitano, aunque aquel del director japonés era un broche final más desconcertante) y belleza bollywoodiense: estética de videoclip y happy ending.
Pues no, no es "Trainspotting". Lamentablemente.
que curioso, arrasa en premios pero la crítica no ha sido muy buena con ella. No la he visto aún,no me llamaba. La dejo para los dvd, creo que es suficiente.
ResponderEliminarNo, no lo es... ni por asomo.
ResponderEliminarNo es que tenga un enorme ego, palabrita que no me cabría, pero me encanta comprobar que no te gustó, jeje, mala soy!
Saludos!
Aún no me explico como consiguieron esa excelente actuación de los niños. No he visto nada igual. Deben ser esos ojos enormes que relucen tristes entre la miseria.
ResponderEliminarSaludos!
P.D.: A mí sí me gustó.
Yo me alegré, por Boyle, de que la premiaran. La primera parte me pareció muy buena, luego decae. Pero tiene un buen trabajo, es original y entretiene. No es poco. Los Oscars... deben andar de saldo, según parece. De todos modos, se puede hablar de si habían o no otras mejores, pero sin diferencias notables, en realidad. Y cuando no hay esas diferencias, la cosa se queda en una cuestión de gustos. Y esta, gustó.
ResponderEliminarSaludos!
Me alegré de los premios que recibió por la ínfima parte que le toca a los personajes que de verdad eran paupérrimos antes de empezar el rodaje. En mi opinión, el valor de denuncia que se le atribuye tendría mucho más “valor” si fuera un documental, pero es una película y competía a los premios como “película”, y hubo estrenos que a mi entender se merecían los premios mucho más, en un año de verdaderos “olvidados” en los Oscars.
ResponderEliminarCon todo y con eso, la película me gustó, aunque hay otras que me gustaron más y que en cuestiones técnicas, artísticas e incluso argumentales, me parecen más redondas, “Gran Torino”, “La duda”, “Revolutionary Road”, “El Lector”, y seguro que se me olvida alguna…
Un saludo
Coincido contigo. Fui a verla porque me encantan los números de Bollywood y me encontré primero con "La ciudad de Dios" y luego con un burdo telefilm. Supongo que si quieres arrasar en Hollywood no puedes ponerte con muchas zarandajas. Pero hasta me pareció mal que la única salida para ese mundo que ofrece la pelicula fuese el azar. Un chasco soberano de principio a fin.
ResponderEliminarPara ti, besos.