"El orfanato" es un título que ya avanza de qué va la cosa. La palabra orfanato sabe a drama familiar, a soledad y a dolor, utilizándose ese término en desuso (ahora se utilizan otros más políticamente correctos como hogar cuna) para enfatizar ese algo arcaico y decrépito, memorias en sepia de cuidadores sádicos y de niños Oliver Twist, de miseria y de posguerra (precisamente una de las épocas favoritas de Guillermo del Toro, productor de la película, a la hora de ambientar sus películas: "El espinazo del diablo", "El laberinto del fauno") si bien no se ha hecho nada mejor, para mostrar fielmente la situación de los hospicios españoles de hace 60 años, que el cómic "Paracuellos" de Carlos Giménez recientemente reeditado: una obra maestra de la viñeta.
De un tiempo a esta parte el cine español, el de mayor recaudación y promoción y más conocido, se ha poblado de tramas que tienden hacia el genero fantástico y de terror. No sé si la tendencia se inició con el taquillazo de "Los otros" de Alejandro Amenábar o algo más atrás con cintas como "Los sin nombre" de Jaume Balagueró, o incluso con productos foráneos como "El sexto sentido" de M. Night Shyamalan, auténtico blockbuster del género. En general son producciones donde no se abusa del grito histérico, el asesino brutal o la sangre a borbotones, recursos habituales del cine de terror adolescente estadounidense, donde el paradigma de referencia sería la filmografía del director Wes Craven ("Scream", "Pesadilla en Elm Street": Freddy Krueger fue el monstruo cinematográfico más popular de los 80). El estilo de este cine fantástico español se centra más en los espíritus de los difuntos (mi fantasma favorito del cine español es el Fiz de Cotovelo interpretado por Miguel Rellán en "El bosque animado" de José Luis Cuerda. Sus charlas con el bandido Fendetestas, encarnado por Alfredo Landa, llevan el sello inconfundible del gran Rafael Azcona: otro irrepetible) y, entre estos inquietantes duendes, preferencia clara por los fantasmas de niños. Un caserón antiguo y un grupo de fantasmillas que hayan padecido muerte violenta antes de tener edad para sacarse el graduado escolar, establecen los ejes argumentales de la mayoría de los guiones. A ello añádase una mujer de alrededor de cuarenta años, delgada y rubia (Nicole Kidman, Calista Flockhart, Belen Rueda) y dispuesta a meterse en la boca del lobo y ya tenemos a la protagonista. Incluso el secuestro realizado por habitantes de la dimensión desconocida recuerda a la niña atrapada por la televisión en "Poltergeist" de Tobe Hopper. ¿Niños atrapados por la televisión? Ya están aquiiii.
Así pues, la película no aporta nada al género y da cierta pereza: temas demasiado manidos. Es, sin embargo, un producto de impecable factura. El debutante director, Juan Antonio Bayona, aprueba el examen demostrando que dirigir vídeos musicales de Camela o de OBK no supone una merma de profesionalidad, todo lo contrario, más bien afirma que cualquier ocasión es buena para aprender y que lo bien hecho bien parece: no hay trabajo pequeño y hay que estar preparado para cuando te llega la gran ocasión. Por otro lado, Belén Rueda hace un buen papel al que aporta credibilidad en su interpretación (madres trágicas que atraviesan puertas hacia lo desconocido buscando niños perdidos) y demuestra sus condiciones de excelente actriz a pesar de sus escasas apariciones en la pantalla grande. Será que el bar de "Los Serrano" hace buena caja todas las noches y, ya se sabe, la hostelería es muy jodida y no conoce domingos ni días de fiesta.
No aporta nada nuevo ni al género ni al espectador. Cuando la vi tuve la sensación de que me había quedado igual que si no la hubiera visto :S Un saludo!
ResponderEliminarUna estupidez que, como suele ocurrir con las estupideces, toma de estúpido a cualquier espectador.
ResponderEliminarSaludos!
Pues a mí me gustó la película.. no es para echar cohetes, pero se deje ver y entretiene. Y Este es también un aspecto a tener en cuenta cuando vas al cine. No es una buenísima película, pero está bastante bien dirigida y los actores no lo hacen nada mal. Correcta, no más. Eso sí, bastante sobrevalorada por la crítica.
ResponderEliminarUn saludo!!
Completamente de acuerdo.Otra vuelta de rosca de Henry James,creo que es el promotor de todo esto.Por lo visto suele ser rentable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una película que, efectivamente, no aporta nada, pero da gusto verla por lo bien hecha que está. Lo mejor es Belén Rueda, también de acuerdo.
ResponderEliminarAh, he vuelto a las andadas.
Un saludo!
nuhn: deja vú visual, sin duda. Ni miedo.
ResponderEliminarplanocenital: yo no iría tan lejos, tiene su parte aprovechable y, al menos, no se me hizo larga.
babel: lo peor ha sido que quisieran venderla como la película del año del cine español. ¡Aquella épica noche de los Goya en la que Rosales dio un golpe de mano!
francisco machuca: claro, Henry James y sus historias de institutrices victorianas. Sí, seguro que apuntaló un estilo.
deckard: Belén Rueda es una actriz eficaz: de lo salvable de la película. Me gusta más en ésta que en "Mar adentro", sinceramente. Ya sigo tus andadas, espero que hayan salido bien los asuntos que te apartaron del blog.
Saludos a todos.
Ummm como ya sabes este género no es de mis preferidos... ays.
ResponderEliminarAunque de verdad de la buena: no me molesta en absoluto que así sea. Suele ser el que más se presta a trampas...
Saludo!!