lunes, febrero 25, 2008

"Promesas del Este", de David Cronenberg

La disolución de la Unión Soviética y el derrumbe del comunismo como sistema que regía con puño de hierro todos los ámbitos de la vida de los habitantes del otro lado del telón de acero, desembocó en una grave crisis económica. El proceso lo cuenta muy bien Jorge Volpi en su novela "No será la tierra" (esta novela cierra una trilogía que trata algunos de los más significativos hitos históricos del siglo XX: los juicios de Nuremberg y la génesis del proyecto Manhattan en "En busca de Klingsor" y el mayo del 68 y la crisis de las ideologías en "El fin de la locura". "No será la tierra", sin embargo, no está a la gran altura de sus predecesoras). Se pretende pasar del comunismo al capitalismo, pero lo primero que falta en Rusia en aquel momento son millonarios. Pragmatismo soviético: si no tenemos los inventaremos. De este modo se inicia un proceso de liquidación de las empresas estatales a precio de saldo. Dinosaurios herrumbrosos, pero que escondían unos recursos naturales de incalculable valor, salieron a la venta para que los comprará el más arrojado. O el más avispado. La mayoría quedarán en manos de antiguos oligarcas y funcionarios conscientes de su verdadero precio. El caso de Jodorkovski y la petrolera Yukos será uno de los más conocidos: de comunista convencido a hombre más rico de Rusia y de ahí a preso en una cárcel de Siberia: la URSS hizo el tránsito a la democracia, pero no del todo (aún existen los disidentes, o sea, todo aquel que molesta a Putin, cuya antigua filiación al KGB hace que se desborden las sospechas sobre sus entrenadas aptitudes). En aquel entonces se deshizo por completo un sistema económico para crear otro que lo sucediera y así pues, a principios de los 90, mientras se abrían cientos de MacDonalds que alimentaran los sueños (vacuos) de los niños postcomunistas, se produjo una terrible hambruna que generó una legión de candidatos a criminales a sueldo y prostitutas venidas del frío. Los desheredados de la fortuna exigen su parte, sea como sea, en otro de los inseparables componentes de la economía de mercado.
Las mafias y los sistemas dictatoriales tienen mucho en común. Sistemas de fuerte jerarquía donde el líder es el dios supremo; códigos de silencio impuestos más allá de la quietud de las lápidas; enriquecimientos ilícitos dirigidos por anteponer el beneficio al escrúpulo, la ambición a la piedad. Sólo la familia, la sangre en realidad, es el resquicio donde se permite realizar demostraciones sentimentales y el fiero león implacable puede convertirse en un padre cariñoso. El padrecito, como llamaban a Stalin. Padre, padrecito, padrino: figuras paternales: Saturno devorando a sus hijos.
Supongo que la impronta de "El Padrino" de Coppola es tan poderosa y tan característica, que cualquier capo cinematográfico moderno debe someterse a la comparación con el gran Brando y la actuación de Armin Mueller-Stahl resuelve el examen con soltura (este actor hizo otro gran papel como antiguo criminal de guerra que va a juicio defendido por su propia hija en la película "La caja de música" de Costa-Gavras). Del mismo modo Vincent Cassel realiza a la perfección el papel de príncipe destronado, de heredero indigno del jefe que nunca podrá ni soñar en emular su magnifico reinado, más cerca del débil Fredo que del brutal Sonny Corleone. Y así, dentro de esta comparación entre familias criminales, queda la comparación de los infiltrados, la de Michael Corleone con Nikolai Luzhin. Porque el personaje de Al Pacino también es un infiltrado en un mundo al que no desea pertenecer, el héroe que queda atrapado en la red que más quiere evitar. Sometido a un destino impredecible, termina sentándose en el lugar más odiado: como le pasa a Viggo Mortensen en el final de "Promesas del Este".
Cronenberg se asoma de nuevo al cine negro de gansters y mafias aportando sus toques característicos (psicosangrientos), como ya hiciera en "Una historia de violencia" y, como en aquella ocasión, Viggo Mortensen está esplendido en el papel protagonista, algo que ya no es ninguna sorpresa. Perfecta mirada fría en un fibroso cuerpo tatuado que recuerda el de Max Cady. Puede que haya tenido que luchar a muerte desnudo contra dos matones chechenos en unos baños públicos, pero también puede que le baste esta noche para hacerse con la ansiada estatuilla. Nunca se sabe.
Excelente final, justo en el punto en el que debían aparecer los títulos de crédito: no había que dar más explicaciones. Sólo sembrar alguna duda.

7 comentarios:

  1. Dios como me gusta Cronemberg, y no porque tenga nombre de Cerveza, siempre me han gustado sus películas, son originales y lo más importante, entretenidas.

    Me gusta el formato de tu blog, tiene un toque de seriedad que soy incapaz de darle al mío.

    Saludos

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  2. Cronemberg crece a la medida justa de un gran director,que es como debe ser,y no como en el caso de Scorsese,El primer Cronemberg no me gustaba,y sin embargo,el primer Scorsese me parece magistral,y no su última etapa.
    Ya conocemos la gran interpretación de Mortensen,pero también cabría destacar la presencia de Vicent Cassel,que se está convirtiendo en uno de los mejores actores secundarios de nuestro tiempo,como lo fueron en el pasado Anthony Quinn,entre otros.Su interpretación es inolvidable.
    Gran reseña,como siempre.
    Un abrazo.

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  3. leolo: nos une el gusto por el cine de Cronenberg... y por el de la cerveza. ¿Mi blog serio? Tomo nota de ver más comedias. Si vuelves por aquí, deja la dirección de tu blog para darme una vuelta.

    francisco machuca: Cronenberg madura sus historias de otro modo, o mejor, se le va menos la pinza (recuerda "Videodrome") pero esa pinza es marca de fábrica y no la puede abandonar, ni falta que le hace. Cassel hace un magnífico papel en esta película: homosexualidad latente en un mundo que no perdona ¿Has visto "La Haine (el odio)" de Mathieu Kassovitz? Tengo una entrada dedicada a ella en el blog y Vincent Cassel ya apuntaba (literalmente) sus dotes de actor.

    Saludos, buenas noches y ... genial, no pudo tener mejor final: al menos para los que hemos visto la película de Clooney y sabemos lo que hay detrás de esa frase.
    Good luck.

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  4. Cronenberg me gusta aunque Videodrome me pareció una alucinación con más de paja mental que de película con sentido. Lo fallido forma parte de cualquiera...

    Y esta la tengo pendiente pero con ganas, eso sí.

    Un abrazo!!

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  5. Hola, acabo de llegar de mis vacaciones y me estoy poniendo al día. Me ha gustado la introducción que haces sobre el contexto político que rodea al film. Saludos!

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  6. Gran película. Ese contexto político y social que menciona tiene un gran peso en la historia. También me parece muy acertada la analogía que establece con "El padrino", pero creo que debería haber avisado del spoiler al hablar de infiltrados.

    Un saludo!

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  7. oyvqwNo tiene nada que ver, pero mis respetos para se actor, Vigo, hana de San Lorenzo, club del que no simpatizo tampoco. abrazo grande y muy buen material, en mis Apuntes tengo linkeado gente que sabe de cine.
    www.eldoc9.blogspot.com

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