Nunca había escrito sobre una película de Asghar Farhadi a pesar de haber visto todos los títulos de su filmografía: "About Elly", "Nader y Simín, una separación", "El pasado", "El viajante": películas estupendas que afianzaron la atracción por el formidable cine persa, inclinación que habían apuntalado cineastas como Jafar Panahi, Bahman Ghobadi o, por supuesto, el ya fallecido Abbas Kiarostami: Historia del Cine: el cine que deberías ver, el cine que ya deberías haber visto. Como seña de identidad común, el drama cotidiano: las vivencias que adornan y amargan la existencia de cualquiera, presentadas desde el enfoque cerrado de las rígidas convenciones sociales del día a día iraní, pero alentando a la vez la característica fundamental y sorprendente de que no somos tan distintos, de que en Teherán o en Madrid las tragedias íntimas presentan idénticos condicionantes: tan lejos, tan cerca. Así, en "Todos lo saben" realiza Farhadi un salto hacia occidente, trasladando el guion al ecosistema reconocible de un pueblo del interior de la Península Ibérica, entorno rural bien delimitado donde los rencores y las maledicencias son protagonistas del aburrimiento diario. Un pueblo español que podría haber sido cualquier otro del mundo.
Reparto coral y suceso infartante, de los que desvelan y angustian, aproximándose de este modo a su impactante primer largometraje, "About Elly". La abundancia de rostros conocidos del panorama cinematográfico español (y en algunas caras, internacional) que protagonizan el rodaje deja bien claro que los directores de prestigio, que emergen de una cinematografía localista, no tienen problema a la hora de encontrar intérpretes conocidos cuando deciden sacar la cámara del terruño natal. Aunque, bien pensado, los barbudos Ricardo Darín y Javier Bardem o la morena Penélope Cruz hubieran encajado a la perfección entre las facciones que acostumbran a aparecer en las cintas de Farhadi.
La literatura sobre raptos me trae a la memoria títulos antiguos de lectura juvenil como "Las aventuras de David Balfour" de Robert L. Stevenson, en género novelado, y otros más recientes y veraces como "Noticia de un secuestro" de Gabriel García Márquez o "Una novela criminal" de Jorge Volpi. Estas últimas referencias parecen apuntar a que el secuestro posmoderno es un asunto de mayor relevancia en el territorio sudamericano actual que en la parte europea del idioma español (de hecho la trama emparenta más con la novela decimonónica de Stevenson que con las otras dos). Quizá esta circunstancia reste verosimilitud al guion de Asghar Farhadi pero no hay que desdeñar que aquí, en esta piel de toro, tratándose de familia, herencias, bodas y pasiones amorosas clandestinas, cualquier cosa es posible. Farhadi logra presentar emociones intensas, sostenidas por las convincentes actuaciones de su reparto, caracteres angustiados por conflictos que no saben manejar y que sufren aterrorizados por las consecuencias de disimulados actos pasados y presentes que amenazan con arrojarlos a callejones sin salida. Aunque tú no lo sepas.
No la vi, CHE. Y remarco el che para sobreactuar y hacer notar la participación de Darín, ojos bien abiertos. Me la anoto, ¿no está en Netfix no? Voy a ver dónde la consigo, me gustó mucho tu reseña. Me da ganas de verla
ResponderEliminarAbrazo che Licantro!
Tiene usted toda la razón, no he mencionado al gran Ricardo Darín pero sí que aparece en las fotos que he añadido. Y es de justicia señalar su actuación: enorme, como siempre. Así, resulta que Farhadi, en su salto hacía occidente, llega incluso a saltar ¡el océano Atlántico!
Eliminarrecuerdo que tuvo malas reseñas o por lo menos indiferentes con esta película. Claro que me interesaba por Darin también pero paso sin pena ni gloria. La verdad es que habría que darle una oportunidad aunque sea por esos tres interpretes que todo lo salvan. Saludos.
ResponderEliminarDarín, Darín. Ya está incluido en la entrada y con todo merecimiento.
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