La impronta que los fotogramas de "Trainspotting" habían instalado en mi subconsciente cinéfilo en su estreno en 1996, tuve ocasión de revisarla en otra entrada de este blog. Contemplar ahora esta secuela no logra reanimar ninguna llama escondida sino que, como en tantas otras segundas partes que no teníamos el menor interés en conocer, redundará en un pasatiempo hueco, en dos horas consumidas de sopor nocturno. Hueco, adjetivo certero para un producto destinado a engañar el hambre de recuerdos de cuarentones enamorados de antiguos tiempos salvajes que fueron retratados con extraña precisión vitalista, no exenta de crudeza, en aquel "Trainspotting". Danny Boyle quedará atado a que aquella, una de sus primeras películas, sea su obra cumbre, un hecho incuestionable a pesar de que recogiera más de un Oscar por la huequísima "Slumdog millionaire". Y no tendrá el menor rubor en apuntalar esta "T2", nombre de terminal aeroportuaria, sobre los cimientos de la solida "Trainspotting", incluyendo algunos cortes de su metraje: cuando las continuaciones se hacen tanto tiempo después los productores tienen miedo de que el público actual no haya visto la película primigenia, no coja el chiste, y salga de la sala sin haber entendido nada.
¿Existe la nostalgia yonqui? ¿Habrá ex-drogadictos que echen de menos los días del pico, de la adicción implacable, del trapicheo para pagarse una dosis más? Supongo que puede ser posible, no lo sé, no lo fui, pero el monólogo actualizado de Renton para sus cuarenta y seis años anima a pensar que dos décadas después el catálogo de necesidades básicas para sostener una existencia mediocre se ha vuelto más mediocre aún: "Choose life. Choose Facebook, Twitter, Instagram and hope that someone, somewhere cares. Choose looking up old flames, wishing you’d done it all differently. And choose watching history repeat itself. Choose your future. Choose reality TV, slut shaming, revenge porn. Choose a zero hour contract, a two hour journey to work. And choose the same for your kids, only worse, and smother the pain with an unknown dose of an unknown drug made in somebody’s kitchen. And then… take a deep breath. You’re an addict, so be addicted. Just be addicted to something else. Choose the ones you love. Choose your future. Choose life."
Chosse life, que ya lo decía George Michael en su camiseta blanca. Pero elija con cuidado sus adicciones.
Mr. Licantropunk, yo tampoco se si existe tal cosa como la nostalgia yonqui y por ahora mis adicciones van entre la lectura, la musica, el cine y si, devorarme las uñas; en cuanto al film, el mismo, me parecio que no me ofrecio nada, me sigo quedando con esa primera Trainspotting. Saludos.
ResponderEliminarMr. Licantropunk, tampoco yo se sobre la nostalgia yonqui, en cuanto a adicciones, las mias pasan por la lectura, la musica, el cine, y devorarme las uñas; en cuanto al film, me quedo con el primer Trainspotting. Saludos.
ResponderEliminarContemplé de cerca aquel mundo y la verdad es que daba más miedo que ganas de entrar en él. Compartimos adicciones por lo que leo, menos la de las uñas. Y también me quedo con aquel Trainspotting
EliminarMe llevé una gran decepción con esta segunda entrega, la verdad. Yo, al igual que Belknap, me quedo con la original.
ResponderEliminarSaludos!
No me decepcionó en exceso porque tampoco tenía muchas esperanzas puestas en ella: la venda por delante de la herida.
Eliminarentonces no es recomendable? tengo un lindo recuerdo por esa primera peli, tan recomendada como la nueva naranja mecánica ja... saludos....
ResponderEliminarEs recomendable si se quiere recordar la primera entrega, pues se hace continua referencia a ella. Pero como digo al principio de la entrada, ese ejercicio de nostalgia cinéfila ya lo realicé hace tiempo.
EliminarJLO, quédate con el recuerdo de la primera.
ResponderEliminarY revisarla tampoco viene mal.
Eliminar"Elige la vida, elige un equipo que nunca gana..." era una de las mejores citas de la primera que aquí se actualiza: "Elige una cuenta de Twitter, Facebook, Instagram..." y poco más hay de acertado. Los personajes de T-2 son como zombis supervivientes del pasado pero es que para mostrar eso no hacía falta un metraje de dos horas.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Lo peor de todo es sentir que tú también te hayas podido convertir en un zombi superviviente del pasado: algo de ese sentimiento se manifiesta en T2: cuando Renton pronunció su edad actual, me dio un pequeño síncope: ay.
EliminarQuerido Licantropunk, no me he acercado a T2. Terminaré haciéndolo por pura curiosidad, pero no me apetece demasiado. De hecho tampoco he vuelto a ver la primera... y todavía recuerdo muchas de sus imágenes... Pero cuando la vi, supe que iba a ser fiel a Ewan McGregor. Aunque hay otro actor en su reparto que me apena no esté más presente en pantalla, Robert Carlyle.
ResponderEliminarBeso
Hildy
Robert Carlyle es un caso curioso de actor al que el éxito absoluto estuvo a punto de consagrarlo pero con el tiempo se desinfló. Después de "Trainspotting" fue lanzado a la cima de la popularidad mundial con "The Full Monty" de Peter Cattaneo y pero tras "Las cenizas de Ángela" de Alan Parker, otro personaje propicio al lucimiento, pareció que se le terminaron los buenos papeles. Curioso.
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