El mayor espectáculo cinematográfico del mundo. Las aventuras y desventuras de la familia Skywalker me siguen deslumbrando como la primera vez que tuve ocasión de contemplarlas en una pantalla de cine, lo cual fue hace mucho, mucho tiempo y en una galaxia que ahora parece realmente lejana. Existe una conexión irresistible entre la música de John Williams y mi espina dorsal: apenas dos notas y mi espalda se ve sacudida por escalofríos reconfortantes, anuncios de un esperado retorno a las mejores sensaciones que nunca me haya ofrecido el cine: vuelve la aventura, la épica, la majestuosidad: abróchense los cinturones. Leía hace poco "Eastwood: desde que mi nombre me defiende", estupendo libro de Francisco Reyero en el que se hace un repaso a la trayectoria hispana del actor californiano, a las órdenes del director Sergio Leone, para encarnar al ya mítico hombre sin nombre de la Trilogía del Dólar. En el libro se destaca al compositor Ennio Morricone como pionero en cuanto a dar protagonismo a las bandas sonoras de las películas, en convertirlas en un actor más, y no cabe duda de que John Williams ha logrado ese objetivo con creces en la saga de la Guerra de las Galaxias.
El camino iniciado por J. J. Abrams con "Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza" era alentador. Para este siguiente capítulo se ha elegido a Rian Johnson como director, una decisión acertada. Rian Johnson había escrito y dirigido títulos destacados como "Brick", película que transportaba con éxito los códigos del cine negro a un entorno adolescente, o "Looper", donde Johnson volvía al género negro pero para mezclarlo sabiamente con la ciencia ficción de las paradojas espacio-temporales y la telequinesis. ¿Y no es la telequinesis la manifestación canónica de la Fuerza? Rian Johnson era el nombre.
Dos horas y media de metraje dan para mucho. Dan para que la trama parezca a punto de sepultarse debajo de tanto peluche extraterrestre infantiloide, un vicio de marketing, un peaje de grandes almacenes que la saga ha padecido desde que inventara una nueva línea de negocio cinematográfico basado en las ventas de cualquier producto imaginable que se adornara con personajes de Star Wars: hasta el papel higiénico. Pero no resulta complicado separar esas secuencias del total, cortar en el cerebro ese celuloide desechable y preparar un montaje propio que no rebase las dos horas. Será por tanto la cinta una montaña rusa, altos y bajos. Y los altos lo son mucho. La película puede presumir de alcanzar media docena de clímax argumentales muy potentes a lo largo de la proyección, subidones emocionales que no están al alcance de cualquiera, pero sí de esta singular ópera espacial, drama megalómano que, curiosamente, combate en cada nueva entrega el maniqueísmo que la fundamenta, y en la que aún no se ha entonado el canto final.
con tanto entusiasmo no se como decirte que me parece que cada entrega baja un peldaño inevitablemente... ojo, no vi ésta... y nbo si la veré en el cine...
ResponderEliminarfeliz año este que empieza y no caigas en el lado oscuro eh!!!
Así es el cine, cada espectador con su mirada soberana sobre una película u otra. A cada entrega de esta saga acudo siempre con precaución y salgo de la sala contento, pero es un resultado actual que no asegura beneficios futuros, como dicen los bancos.
EliminarA mí me gustó más que la anterior. Tiene toque Diseney y cómo hay que seguir haciendo caja, pues sacaron a esos personajillos tiernos para hacer los peluches y ale, a venderlos a cascoporro. Kylo Ren, me parece un personaje muy flojo. No veo que esté a la altura que require alguien del lado oscuro. Es una cinta nostálgica, y hecha para sacar la lagrimita viendo a personajes que ya no están.
ResponderEliminarYa veremos que pasa en la última entrega.
Feliz año!
Kylo Ren me gusta por la principal razón de que me gusta mucho el actor que lo encarna, Adam Driver, al que admiro por su actuación en películas como "Silencio" de Martin Scorsese o, sobre todo, "Paterson" de Jim Jarmusch. Con este personaje "galáctico" demuestra capacidad para afrontar lo que lo pongan por delante.
EliminarUmm... Es probable que le de una oportunidad. Aunque mas por por dameron y finn que por el conflicto de kylo ren al que siempre considere un fanboy de Dark Vader. No me termina de convencer. También lo voy hacer por el director. Me encanto Looper.
ResponderEliminarBueno, pues ya son muchos los motivos, ja, ja. Esta saga es símbolo de pura diversión, así que es importante verla sin esperar demasiado: de este modo la impresión final será mucho mejor.
EliminarNo soy uno de esos fans, pero escuchar la música inicial en el cine, ver la apertura inicial, es toda una emoción.
ResponderEliminarDisiento de las críticas negativa. La película es de lo mejor. Salvo por los pequeños pingüinos, eso parecen.
Me gustan los personajes de Rey y Kylo, que tiene una interesante motivación para el lado oscuro. Hacen una buena dupla, rivales y a la vez aliados. Es un hallazgo.
Y me gusta lo de las varias historias. No destruyes a lo que odias, salvas a lo que amas. Una gran frase.
Creo que hay maniqueismo pero no periodistas televisivos creen que es, sino la compleja idea que viene del gnosticismo,
Saludos.