Las novelas del escritor Dennis Lehane han dado lugar a espléndidas adaptaciones cinematográficas, películas que han brillado con fuerza en el panorama cinéfilo, como pueden ser "Mystic River" de Clint Eastwood o "Shutter Island" de Martin Scorsese. Sus tramas ofrecen una profunda penetración psicológica en los personajes, apartando capas y capas de encubrimiento social hasta descubrir las verdaderas motivaciones, oscuras y violentas, de sus actos. Historias adornadas en ambientes lumpen, preferentemente de los que celebran el día de San Patricio por todo lo alto, el ecosistema tácito y contenido del barrio obrero, tradicional, donde todo el mundo sabe y donde todo el mundo calla, la justicia al margen de la ley y una corona de flores en cada farola fundida: los cadáveres de los chivatos beben cerveza negra sentados en el bordillo del callejón.
En "The drop" esa jungla urbana fija su acción en un epicentro geográfico indiscutible: el bar, por supuesto: más importante que la iglesia, que el lugar de trabajo, que el hogar familiar: el bar de uno. Cousin Marv's se denomina el garito, y al tal Marv lo interpreta James Gandolfini, entregando al celuloide la última muestra de su talento, tan prematuramente perdido. Un primo Marv perfecto, de nuevo el papel de delincuente inseguro o de ciudadano tentado por el crimen, asaltado por las dudas, figura de la que logró construir un arquetipo televisivo en la serie "Los Soprano". Sólo por contemplar a Gandolfini en su inesperado epílogo, merecería la pena ver "The drop". Adiós, maestro. Pero la película, magnífico thriller criminal, está llena de actuaciones notables, la de una generación de potentes actores treintañeros, como si el rotundo carácter de Gandolfini se hubiera apartado para dar paso a un caudal incontenible de savia nueva, que está abordando la taquilla con paso firme: Matthias Schoenaert, Noomi Rapace y Tom Hardy.
Matthias Schoenaert, actor belga que descubrí en "De óxido y hueso" de Jacques Audiard, que ya sirvió a la órdenes del director Michael R. Roskam (belga también) en "Bullhead", donde no dejó duda de su talento, y que anda en cartelera con "Suite francesa" de Saul Dibb y "Lejos del mundanal ruido" de Thomas Vinterberg, nada menos. Noomi Rapace, sueca (de madre, pues su padre fue un cantaor de Badajoz llamado Rogelio Durán), que encarnó a Lisbeth Salander para llevar al cine las celebérrimas novelas negro-nórdicas de Stieg Larsson, un papel que catapulta directamente a la fama: no sólo eso, más adelante tomó el relevo de Sigourney Weaver, nada menos también, para combatir extraterrestres poco amistosos en "Prometheus" de Ridley Scott. En cuanto al británico Tom Hardy (vaya, la acción transcurre en Brooklyn, pero ninguno de los tres parece que tenga mucha relación anterior con el barrio), la referencia estaba en "Warrior" de Gavin O'Connor, notable cinta de peleas en el ring, entre el melodrama de boxeo y las más macarras de artes marciales de Van Damme, a la que se añade su, irreconocible, papel del villano Bane en "El caballero oscuro: La leyenda renace", tercera entrega de los Batman de Christopher Nolan, para el que también trabajó en "Origen". Ahora se le puede ver (aún no lo he hecho, pero espero hacerlo pronto) como el Max Rockatansky del siglo XXI, heredero del cuero polvoriento de Mel Gibson, para "Mad Max: Furia en la carretera" de George Miller. Nada menos, sí, y van tres. Nada más.
Me gusta mucho esta película, y como dice, si bien la trama criminal está de lujo, me gusta más el torrente psicológico y emocional, fiel prueba de ello el hermoso final mostrando a dos seres incomprendidos -Tom Hardy y el perro pitbull, de dudosa mala fama general- esperando a ser rescatados.
ResponderEliminarSaludos.
Me gustó esta película, pero no es nada sorprendente que sea así, me gustan la mayoría que tratan de gangsteres, de barrios. Y de antihéroes.
EliminarJo, me encanta leerte, estableces conexiones que se me pasan por alto (mi mezcla de desmemoria y dejadez) y me recuerdas dónde vi a tal o cual actor antes... jajaja. (Qué gracia lo del padre cantaor... estas tontunas anecdóticas me llaman la atención mucho. Soy así de boba, jeje)
ResponderEliminarLa película la vi como homenaje al gran señor que fue Gandolfini. No me decepcionó en absoluto, me pareció una muy buena peli.
Saludos!
La verdad es que me parecía una actriz con unas facciones exóticas y supuse que era hija de algún inmigrante en Suecia. ¡Qué sorpresa al ver el nombre de su padre! Le queda bien la estirpe, fijo.
EliminarA mi me gustó, pero me parece la peor adaptación que se ha hecho de una novela de Lehane, cualquiera de las otras tres me gusto mas
ResponderEliminarSaludos
Bueno, esta novela no la he leído, las otras de Lehane que menciono en la entrada sí, un autor que me gusta mucho leer, así que no sé que tal habrá quedado la adaptación. La película sí me parece que ha quedado requetebien.
EliminarEs una película que la disfruté bastante porque me pareció un cuento de Navidad con ráfagas de cine negro. Y, sí, tienes razón. Además de ser una melancólica pero potente despedida de un gran James Gandolfini, la película además merece la pena por las interpretaciones de una nueva generación de actores con un carisma brutal. Ahí está que yo ahora no me pierdo película en la que veo en los créditos el nombre de Tom Hardy o de Matthias Schoenaerts. Parece que ha nacido una nueva pareja cinematográfica entre Tom Hardy y Noomi Rapace... que también aparecen juntos en El niño 44.
ResponderEliminarY sí, es un matrimonio bien avenido el formado por Dennis Lehane y sus adaptaciones cinematográficas.
Besos
Hildy
A ver si puedo ir al cine a ver "El niño 44". Actores de moda, pero que además de ser de moda me parecen excelentes.
EliminarMe llaman aquellas películas que sitúan la acción en un bar. Haré por verla. Gracias Licantropunk. Abrazos.
ResponderEliminarY estás pensando "pero métele hombre, métele a ese desgraciado, que te va a amargar la existencia": bares que lugares.
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