lunes, abril 27, 2015

"Heli", de Amat Escalante

La detención de otro jefe narcotraficante mexicano volvió a desatar tiroteos y bloqueos de carreteras en tres municipios del... La muerte de una joven mexicana, cuyo cuerpo desmembrado fue encontrado hace unos días cerca de la frontera con Estados Unidos... En México, algunos carteles de la droga, como el que asesinó a 43 estudiantes, tienen nexos directos con... ¿Usted se cree todas esas noticias que, a cada poco, nos asaltan desde el telediario? ¿Es capaz de entender que en una nación donde la democracia es el sistema de gobierno que impera desde hace casi un siglo, se pueda alcanzar tal nivel de descomposición social? ¿No será todo exageración, sensacionalismo?
Aparte de los noticieros, muchos otros ya lo habían contado. Recientemente el libro "CeroCeroCero" de Roberto Saviano (no lo recomiendo en exceso: Saviano, aunque sea por motivos desgraciados, se ha convertido en su propia obra: demasiado ombligo en el texto), panorama mundial del tráfico de cocaína. O en las estupendas novelas negras de Élmer Mendoza como "Balas de plata" o "El amante de Janis Joplin". O, desde el otro lado de la frontera, "El poder del perro" de Don Wislow. Y uno de los primeros que me lo contaron, Arturo Pérez Reverte con "La reina del sur", novela mecida por los acordes rancheros de "Los tigres del norte": narcocorridos prohibidos, esos que invitan a poner unos pesos delante del busto sincrético de Jesús Malverde, patrón sicario. En cine no se puede dejar de mencionar "Traffic" de Steven Soderbergh, película que expuso el problema delante de millones de espectadores de todo el mundo, aunque si tuviera que destacar una filmografía profunda en sus reflexiones, cintas sin miedo que ponen el dedo en la llaga y aprietan con fuerza a ver si logran sanear el miembro, entonces las obras del director mexicano Luis Estrada son las indicadas: tanto "La ley de Herodes" como "El infierno" son valiosos relatos cinematográficos, colmados de humor negro, acerca de la surrealista situación de la sociedad mexicana, un ecosistema dominado por una corrupción tan brutal como la violencia que la genera y la salvaguarda, un ciclo lunático que no lleva a ninguna parte.
En "Heli" Amat Escalante no toma prisioneros, describe sin piedad el terror que se infiltra en la vida cotidiana, que lo abarca todo y a todos. Esta desoladora película resulta de una claridad rotunda: nadie se libra y ningún lugar es seguro: ni en la casa ni en la calle, ni con la policía ni mucho menos con los narcos. Cuando se vive en zonas donde la sociedad desciende al abismo de decidir que seguir vivo un día más es estupendo, que llegar a casa por la noche sano y salvo es un logro, entonces sin duda se está en guerra. No es extraño que muchos decidan seguir el camino del narco, al menos esa opción permite morir matando y alcanzar la pasta que el trabajo honrado, pero esclavo y sin futuro, nunca proporcionará en un entorno viciado hasta la nausea. Escalante lo cuenta, como muchos otros que mencioné, con el objetivo bien abierto pero nada de humor. Ni siquiera negro.

12 comentarios:

  1. la verdad que lo que llega de Mexico socialmente es esa inestabilidad social y la violencia en las calles.... algo como Colombia hace 15 años...

    es tan asì? y lo peor es que sabemos que todo llega asì que tenemos que estar preparados... salu2 master...

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    1. El problema es la corrupción, los gobernantes vendidos al dinero del narco. El beneficio económico, sumergido, de la cocaína produce estragos a todos los niveles.

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  2. Conozco un poco México porque alguien muy cercano a mí lleva años viviendo allá y he podido conocer algo del país (tampoco mucho, es inmenso), algo de sus gentes, algo de su cine (que es riquísimo con una historia larga), algo de su problemática... y desgraciadamente todas esas noticias son ciertas, no exageradas, incluso más duras. Y a veces su cine, como Heli (que todavía no me he atrevido a ver), refleja de tal manera la dureza de la situación que los propios espectadores mexicanos, a veces, hartos de que ese sea su día a día suelen preferir ver otro tipo de películas. Aunque esas películas reflejan una realidad cruda y tratan de mostrar una mirada propia.

    Sin embargo existe otra realidad en México que los medios de comunicación no reflejan (pueden más las noticias duras), y es que es un país maravilloso, hermoso, con una historia apasionante, con una riqueza cultural importante, con una gastronomía hermosa, con unos parajes increíbles, con un espíritu reivindicativo y de lucha envidiable... y muchos aspectos que le vuelven un país rico y apasionante para empaparse de él y descubrirlo. Lo negativo, lo duro, las problemáticas fuertes... esconden otro país que también existe.

    Besos
    Hildy

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    1. No conozco México más allá de lo que me cuentan, de lo que veo, de lo que leo, pero estoy convencido de que habrá de todo. Sin embargo es tan poderoso el mensaje terrible, que parece anular todo lo demás.

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  3. Por desgracia y no sólo en México, por debajo de los gobernantes, de las instituciones, de la ley y de la cotidianidad de la mayoría de los hombres y mujeres, existe un inframundo poblado por señores feudales de las armas, trata y drogas. Da miedo.
    Sea. Una película necesario, pues. Habrá que verla.
    Un abrazo

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    1. Poder y contra poder: de qué manera se erigen estos caudillos y plantan cara al gobierno y a lo que le echen, creando sus propios reinos. Pablo Escobar (tengo pendiente la última película sobre él) era el arquetipo, pero parece que, lamentablemente, el fenómeno lo ha superado largamente en terror y violencia.

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  4. Mr. Licantropunk, es un verdadero escandalo la escalada de la droga en el mundo y quienes tienen que hacer algo, no lo hacen y lo unico que saben hacer es llenarse la boca. De terror. Cordiales saludos y, como siempre, muy buena entrada.

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    1. Gracias, Belknap, Ellos a repartirse el botín. Entre ladrones...

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  5. El poder del perro está por casa y lo tengo pendiente pero la verdad es que me da mucho miedo. Es una realidad que se me escapa por mucho que me informe de ella y que me acojona. Mucho.
    Y no creo tanto que la droga sea la razón sino la respuesta, maldita y errónea pero respuesta. A una situación de miseria y desigualdad brutal, a un Estado inexistente y desmembrado, corrupto y enfermo... en fin, esto es simplificar en exceso, lo sé, pero no podemos perder de vista la situación anterior y actual de México y su cercanía a la frontera de USA, nuestro primer mundo. La situación de Latinoamérica es la que es y viene de donde viene: de México tenemos noticias, al menos, intente usted informarse de la situación en Guatemala... el lugar más violento del continente por encima de México DF, así que imagine. Y de eso sí que no sabemos ni fú.

    Ya sabe lo que opino de Luis Estrada, me encantan sus pelis, ese humor negro que expresa la desesperación y lo ininteligible de la situación mejor que la solemnidad, reflejando su absurdo. Y esta que menciona me la voy a apuntar para ya. Gracias.

    Saludos!

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    1. Sí, para otros países de Centroamérica, el problema de las maras, de la Escuela de las Américas, más que cine hay que irse directamente a documentales hechos por documentalistas valientes.
      El nombre de Luis Estrada me llegó por ti, y te lo agradezco enormemente: qué cine.

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  6. Creo que leí una reseña de Marichuy y tuve ganas de verla pero no la conseguí en su momento, ni por derecha ni por izquierda... esta noche haré un nuevo intento, creo que merece la pena. Un abrazo.

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    1. No sé si acabe más sorprendido, aterrorizado o indignado, o todo a la vez, cuando vi esta película. No, indiferente no deja, eso seguro.

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