Sueño o realidad. La confusión del instante del despertar, cuando los ojos pugnan por abrirse mientras Morfeo aún no tiene ganas de aflojar su lazo. Un pie a cada lado de la frontera, produciendo un estado alterado, el viajero extraviado entre dos mundos: a veces no se quiere volver. Michel Gondry encuentra en ese terreno la excusa probable para simular una comedia romántica, de enredos, de las de siempre, un género dotado de unos resortes realmente simples que, liados en exceso, conducen a ninguna parte. Hacia lo fallido (Christopher Nolan, otro navegante de ensoñaciones, con "Origen", logró no perderse -por poco- en un territorio tan escasamente cartografiado, pero sus propósitos en aquella película eran totalmente distintos de los de Gondry, peonza incluida).
Dos grandes actores, Gael García Bernal y Charlotte Gainsbourg, excelencias individuales que no implican que si las juntas vayas a obtener un resultado excelente a su vez: la química se llega a vislumbrar pero se desmorona miserablemente y sin solución: pareja demasiado exótica. Por otro lado, la conocida vocación innovadora del director francés, el ansia de forzar la puesta en escena con recursos visuales imaginativos, afán que le conduce en esta ocasión a mezclar en la cinta técnicas de animación de escuela eslava con los actores de carne y hueso, una mezcla que aquí queda fatal (recuerdo a Bob Hoskins bordando su excursión a Dibulliwood en "¿Quién engañó a Roger Rabbit?" de Robert Zemeckis, por poner un ejemplo de éxito en el collage fílmico y de paso nombrar al estupendo actor, que falleció no hace mucho), rozando la cutrez más vergonzosa, estética que podría parecer hecha a propósito, pero a mi humilde ojo cinéfilo no le da esa impresión: mal preparado y peor rematado: la ciencia del mal sueño, de sueños que nadie tiene (sin duda ya habrán oído este verano la publicidad del departamento nacional de loterías y ludopatía: 'No tenemos sueños baratos'). Un guión que tenía muchos puntos para afrontar un resultado más que digno (la vecinita parisiense, la fauna del lugar de trabajo, el sonambulismo, las inquietudes artísticas, el ambiente onírico, los líos idiomáticos, el indudable talento en el reparto) queda atrapado en un sueño. O en una pesadilla.
No, aún me quedan dos semanas de vacaciones.
Hola Licantropunk. Esa frontera entre el sueño y la vigilia, a punto de despertarnos, por la mañana, es un buen punto de partida para una buena historia romántica. Lástima que el sueño se vuelva finalmente en pesadilla jeje. Abrazos y disfruta esas dos semanas.
ResponderEliminarGracias, amigo. El resultado final no me ha gustado y la verdad es que la película parece que va a despegar en más de una ocasión, pero no es así. Puntos de partida estupendos, todo lo necesario para ganar, pero no.
EliminarUna película de esas que tiene criticas fantásticas. Que parece gustar a casi todos. Pero que en realidad se queda en nada
ResponderEliminarNo hay historia y si una factura excelente. Imágenes algunas muy conseguidas y poco mas. Ni se que quiere contarme ni me gusta la manera de intentar hacerlo.
Vamos que en realidad me pareció como esos regalos que se envuelven en papel caro y colorido para que no se note que el interior es de saldo. A cuidarse
Michel Gondry es un buen cineasta, su "Olvídate de mí" merece grandes elogios, pero creo que esta otra cinta no logra cuajar. Y el problema yo opino que está donde tú indicas, en ese envoltorio, que resulta forzado y fuera de lugar.
EliminarMr. Licantropunk, estoy del lado de los que le ha gustado; la exploracion del mundo onirico, lo irreal, tal vez de ahi que parezca algo fallido, pero que no lo es. Cordiales saludos. Belknap.
ResponderEliminarEl problema está en pensar que porque el mundo de los sueños es un lugar sin dios ni amo que lo soporta todo, el espectador también lo va a hacer. De hecho las escenas que trascurren en los sueños de Stephan no me parecen las peores (si bien se podía haber esforzado un poco más en los materiales con los que se construyen los sueños, esa fábrica) sino las del mundo real, donde la trama se desmorona.
Eliminartu blog tiene magia
ResponderEliminarla de los dreams que atrapan
Gracias. La fábrica de sueños, ya se sabe.
EliminarTe voy a contar una cosa que me ocurre con Michael Gondry. De este realizador solo he visto: Olvídate de mí, La ciencia del sueño, Rebobine, por favor y La espuma de los días. Y excepto con Rebobine, por favor, te diré qué me pasa. Me atrapa su mundo visual pero normalmente suele dejarme bastante fría. Solo conseguí algo parecido a la emoción con Rebobine, por favor (claro, cine dentro del cine, cine de los 80..., ¡vaya me ha dado!...). Y respecto a la última, La espuma de los días (adaptación de una novela de Boris Vian que no he leído) me ocurrió algo también... me atrapó ese paso de un mundo super happy, disparatado y onírico a un mundo tétrico, oscuro y triste con la presencia de la enfermedad y la muerte.
ResponderEliminarNo sé... no hay duda. Su cine me provoca sensaciones y La ciencia del sueño no fue una excepción. Por momentos me gustaba... y otros me chirriaba. Parecía que iba a emocionarme y terminaba con temperatura fría. Es una sensación efervescente con altibajos...
En fin que me estoy liando y empiezo a hablar de forma extraña. Creo que me voy a ir a soñar, un poco. O quizá voy a rebobinar mi cerebro o a bañarme en espuma. Olvida todo lo escrito en este comentario...
En fin, je, je, je...
Un beso veraniego con sol y energía
Hildy
Pues has visto mucho más que yo de él. "Rebobine, por favor" tengo ganas de verla, claro, y "La espuma de los días" no tanto, me da que se puede parecer a "La ciencia del sueño". Y sí, las sensaciones, al ver "La ciencia del sueño" han sido las mismas, sobre todo la pena de pensar que se podría haber llegado a un punto más alto, que la cinta tenía ingredientes sobrados para el triunfo. Pero la sensación final: mala.
Eliminarque lástima, es un director que me gusta tanto en su estética como en sus guiones, ya me gustaba desde los video clips además.... igual en dvd la voy a ver...
ResponderEliminarPD: y hacete la lista de películas de trenes!!! por favor!!! salu2...
Ja, ja, ya te advertí de que las listas no son lo mío, pero realmente saldría una buena.
EliminarA mi me gustó, pero desde luego que comparada con su obra maestra previa desmerece...
ResponderEliminarCon está película nos empezamos a dar cuenta de cuánto le debía Gondry a Kauffman...
Saludos!!!
¿Qué fue de Charlie Kaufman? Ya hace mucho que no he vuelto a oír hablar de él. Supongo que el fracaso en taquilla de "Synecdoche, New York" lo dejo noqueado.
EliminarMe terminó resultando insoportable, me dormí, me pareció en exceso pretenciosa. Intenté verla una segunda vez, porque todos me decían que era una "maravilla". Pero evidentemente yo no pude ver la maravilla, no fui capaz, y volví a dormirme. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, yo no me dormí: desde aquí mi más sincero agradecimiento a los envasadores de frutos secos, en concreto al cóctel Rumba de la marca Hacendado (perdón por la publicidad). ¡Cuánto tengo que agradecerle por permitirme llegar a terminar de ver algunas películas, en casa, de madrugada!
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