La salvación por el arte, arte salvador, la literatura en este caso, iluminando la vida aciaga de Violette Leduc, mujer bastarda, fea y maltratada, siempre enamorada de la persona que no le va a devolver el amor propuesto, siempre sola. Me vino otra película a la memoria, la excelente "
Henry Fool" de Hal Hartley, donde Henry Fool, escritor bohemio, le daba al joven Simon Grim un consejo redentor: coge un cuaderno y un lápiz. En "Violette" ese puesto de pigmalión lo ocupará nada menos que Simone de Beauvoir, paradigma de intelectual francesa del siglo XX, feminista y rompedora: Violette Leduc volcará sus vivencias en papel, sin tapujos ni remordimientos, y conseguirá el éxito literario.
Si algo tuviera que destacar de "Violette", biopic femenino, un género que últimamente está muy presente en la cartelera, sería el ambiente, el retrato de la efervescencia cultural que se vivió en Francia después de la Segunda Guerra Mundial. Partiendo de vivencias de los días de la guerra muy bien realizadas (el estraperlo y la lucha cotidiana por la supervivencia: buscarse la vida como impulso vital ineludible), el trauma bélico desemboca en una época de suspicacia contra los
colaboracionistas, de aceptación del ideario comunista como contraposición a cualquier rastro de fascismo (al menos en los primeros años) y por tanto de la puesta en cuestión de las tradiciones conservadoras burguesas. La figura de Albert Camus sobrevuela la película como auténtico gurú dominante, mientras que Jean Paul Sartre está por tomar el mando. Ni Camus ni Sartre aparecen en la cinta, sólo su nombre, como dioses incorpóreos, pero las presencias poderosas de Simone de Beauvoir, presencia omnipresente, o la de Jean Genet, literato total,
enfant terrible, ladrón, chapero y vividor, avalan suficientemente el parnaso literario galo (por cierto, también aparece Jacques Guérin, millonario perfumista y mecenas artístico, bibliófilo coleccionista que entre otras joyas manuscritas de las muchas que consiguió se encuentran las de Marcel Proust, salvadas de una destrucción segura: se cuenta perfectamente en el libro "El abrigo de Proust" de Lorenza Foschini). Escritor@s, pensador@s, filosof@s, demostrando que la letra escrita es un arma potente: tiempos de "ismos", de querer cambiarlo todo y de no conseguir nada, claro, pero las ideas quedan, esperando que alguien las recoja y se salve.
Otra que creo que me va a conquistar, sobre todo por la época que relata. Un abrazo.
ResponderEliminarY si ya es usted mujer, ni le cuento.
EliminarMi querido Licantropunk, a mí es una película que me gustó bastante y me hizo además descubrir a una autora que no conocía nada en absoluto. Me atrapó la ambientación y cómo atrapa el espíritu de una época con sus personajes bailando al compás de la vida. Y por otra parte me atrapó algo que señalas en tu primer párrafo y que es un tema que me interesa siempre mucho, el arte como tabla de salvación...
ResponderEliminarBesos
Hildy
Debo decir que el personaje de la escritora, la actriz que la interpreta, no me gustó nada: actuación exagerada, que no digo yo que no fuera así la escritora en la realidad, pero a mi me pareció que se pasaba en el tono. Y de fea, nada. Así que he llevado la entrada hacia ese tema, sí, el de los salvados por el arte.
EliminarMr. Licantropunk, me ha parecido un film interesante sobre el mundo de los escritores, de esos que hacen pasar un buen momento. Cordiales saludos. Belknap.
ResponderEliminarP.D.: Uso el modo anonimo, ya que de otra forma no aparece mi comentario y no tengo la menor idea del por qué. Nuevamente cordiales saludos.
La época y la idea de la que parte la cinta son el valor real de esta película, bastante entretenida por otro lado.
EliminarYo también tengo ganas a esta película, por todo lo que ya comentas tú. A ver si araño un ratito al buen tiempo, qué difícil es asistir a las salas con este calor y jolgorio estival.
ResponderEliminarSaludos
Fue el estreno que nos tocó en una cartelera bastante exigua, por otro lado: el mundial de fútbol fagocita todo.
EliminarDiría que Violette es un personaje muy bien constituído y sin carencias. Es una película intensa que te sumerge en una corriente literaria, espejo histórico de una época además de recuperar la figura de una mujer marginada e injustamente olvidada.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, el aroma de época es lo que más he apreciado, el reflejo del siglo XX.
EliminarPara mí ha sido un descubrimiento Violette como escritora, no tenía ni idea, qué injusto es el tiempo y las modas con algunos artistas o qué larga y ancha es mi ignorancia. Y eso que ganó un premio Goncourt. La película es entretenida, como dices, además de contar con esa aureola romántica de la época en que se desarrolla, París, Simone de Beauvoir... en fin, literatura y mito una vez más. ¡Qué vida tan triste la de Violette! No sé por qué, pero eso de redimirse a través de la escritura trae el inevitable aroma del sucedáneo, del consuelo...aunque a veces creo que es a lo único que el ser humano puede aspirar. Besos de fin de semana otoñal.
ResponderEliminarNo sé si me acercaré a su literatura, no me parece que sea mi género, pero esa remisión que volcar su vida en papel produce en ella es sin duda una parte muy interesante en la cinta. Bueno, "la parte", en realidad.
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