martes, mayo 06, 2014

"Gertrud", de Carl Theodor Dreyer

No sería la película que yo recomendara al que pretenda adentrarse en la filmografía del genial director danés: no es la primera que hay que. Dura de ver, sí, monótona, con tomas largas, larguísimas, como ya lo eran las de su primera obra maestra, "La pasión de Juana de Arco" (1928): el continuo primer plano mudo, pero repleto de expresividad, de la actriz Maria Falconetti desgarrando fotogramas. El encuadre fijo, sin apenas movimientos de cámara, sin cortes, cualidad de teatro rodado ("Gertrud" esta basada, precisamente, en una obra teatral del año 1906 del autor Hjalmar Söderberg), donde la iluminación del escenario (luz que en algunos momentos alcanza una intensidad cegadora, que en otros sume la estancia en sombras) es señal firme de la emotividad que quiere transmitir la secuencia. "Gertrud" es la última película de Dreyer, año 1964, y sorprende su factura antigua, de filme que parece rodado treinta años antes, pero que supone la sublimación de su estilo ascético, de una puesta en escena desposeída que sin embargo hace asomar sentimientos profundos, rotundos.

Gertrud es una cantante de ópera retirada, casada con un importante abogado que está a punto de convertirse en ministro. El tedio predestinado (predestinación luterana) de las clases altas decimonónicas, sometidas al rigor de la vida en sociedad, de las formas y los amores convenientes, del desamparo afectivo y el rictus de la buena educación. Gertrud no se resigna a su destino y debate sus posibilidades románticas: su poco amado marido (el presente), el poeta que la pretendió hace muchos años (el pasado) y un joven músico bohemio, amante objeto de deseo (el futuro). La sombra del filósofo danes Søren Kierkegaard, negra como un ala de cuervo: las encrucijadas vitales, las angustias existencialistas: el salto de fe. Ninguno de esos hombres le ofrece a Gertrud el ideal de amor incondicional y egoísta que ella ansía, ya que todos ellos anteponen su profesión a sus emociones. Romper con todo y terminar sus días convertida en una figura intelectual solitaria y aislada, pero soledad y aislamiento reales, físicos, buscados y autoimpuestos, no las circunstancias simuladas y paradójicas de una vida en común enrarecida por una convivencia aséptica y plena de hartazgo. Yo y yo. Crudo epitafio cinematográfico el que redactó el gran Carl Theodor Dreyer.

23 comentarios:

  1. Mr. Licantropunk, pelicula dificil, de esas en las que el espectador tiene que estar dispuesto; la vi hace mucho y no me disgusto. Cordiales saludos.

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    1. Así es, el espectador que tiene que poner de su parte. Pasa con cierta literatura, con cierta música, con cierto cine. Y muchas veces pasa que es lo mejor que has leído, escuchado o contemplado nunca. Bueno, "Gertrud" no llega a tanto, al menos para mí. Cierto cine de Bresson me parece plomizo y a ratos esta película me recuerda a aquellas.

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  2. Es de agradecer el primer párrafo: ni 10 minutos.

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  3. Ocurre que no he visto nada de este director. Habrá que descubrirlo poco a poco. Aquí la fiugra de Gertrud y el "olor a viejo" que desprende la historia me recuerda a "Sunset boulevard" pero sabiendo que Gertrud no está tan afectada mentalmente como Norma Desmond. Saludos.

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    1. Me parece estupendo que le haya removido ese recuerdo de la película de Billy Wilder, pero esas dos películas tienen poco que ver.

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  4. Ummm me gusta lo que cuentas y desconozco a este director asi que me apetece investigar...

    Es una moza mala, malisísima, tan egoísta como para decir por sí misma pese a quien pese y quedándose más sola que la una? es que esas pelis me gustan aún más, jeje.

    Saludos!

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    1. Merece la pena adentrarse en Dreyer, uno de los directores indispensables de la historia del cine. "La pasión de Juana de Arco", "Vampyr", "Ordet, la palabra", bien valen ponerse a ellas.

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  5. Era decidir y no "decir"... ays, estas prisas, disculpe usted.

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  6. Ordet, Ordet y Ordet, y otra vez Ordet... Parafraseando al finado Aragonés. Saludos.

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    1. Totalmente de acuerdo con usted. "Ordet" es una película formidable. También disfruté mucho las que le he comentado a Marga, "Vampyr" me pareció cautivadora de principio a fin, una experiencia mágica ver esa película. Y "La pasión de Juana de Arco" no debería dejarla de ver nadie que quiera entender de dónde surge el cine.

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  7. Por fin una reseña de Gertrud en las que aparecen las palabras "amor egoísta", motivo de las discusiones que he tenido con otros amantes de esta obra maestra. ¿Verdad Caperuza?, (si nos estás leyendo).
    Saludos Licantropunk, me alegro tenerte de mi lado.

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    1. Sí, esas palabras las he puesto con toda la intención. El flashback sobre su vida junto al poeta es esclarecedor: lo abandona por una nimiedad, por la duda (metafórica) que ella no sea la diosa absoluta para él. "Gertrud" se puede interpretar como la vida de una rebelde inconformista, pero también tiene esa lectura de egoísta feroz.

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  8. De este director decir que he visto "Dies rae" y me pareció una obra maestra sin reserva alguna. Temática interesante, en busca de la eterna felicidad. Habrá que ver "Gertrud".
    Un abrazo

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    1. Pues "Dies irae" me falta pero la tengo bien apuntada en la cabeza desde hace años. A ver si tacho esa línea.

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  9. Creo que nos abismaste en un mundo perturbador con este tipo y sus films... Un abrazo.

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    1. No dejes de ver "Ordet" y "Vampyr": perturbador es un calificativo que se quedaría corto. Obras maestras.

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  10. La filmografía de Dreyer tengo que refrescarla, revisitarla. Y algunas obras descubrirlas. Ordet es la obra de Dreyer que tengo más fresca en mi cabeza y también la que he visto más de una vez. Gertrud navega en la nebulosa de mi mente pues la vi hace un montón de años en un ciclo de la filmoteca. Como siempre tu texto me han dado muchas ganas de rescatarla y recordarla de nuevo.

    Beso
    Hildy

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    1. Yo rescato poco, la verdad, siempre busco títulos que no haya visto aún, pero me doy cuenta de que revisar es importante.

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  11. Película de largos planos secuencia. De belleza fría y de diálogos cuidados. Obra de pasiones contenidas dentro de un concepto romántico de lentitud a ratos aplastante, como gusta a su director.

    Abstracta y que te traslada el pensamiento de la eterna indecision femenina. En resumen, una película para abstraerse y pensar. No apta mas que para cierto tipo de publico, ni mejor ni peor, pero muy minoritario. Cuidate

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  12. Es una gran obra,mi querido amigo.Siempre me he sentido fascinado cuando veo a sus personajes mirando como al vacío.Ese gran vacío es el cine de Dreyer,posiblemente es el director único,lo digo porque su cine no tiene nada que ver con todo lo demás.

    Abrazos

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