Por la senda de hemoglobina bélica y feroz de "Abraham Lincoln: cazador de vampiros", hacia otra historia vampírica, mucho más estilizada y sensual, en esta ocasión: poco tienen que ver una con otra, aparte de la implacable sed de sangre. Tres décadas separan ambas producciones y si "Abraham Lincoln: cazador de vampiros" resulta convencional para la época actual, incluida la transgresión del mito nacional de Lincoln (ya no se respeta nada, es cierto, pero Mel Brooks o Monty Python ya daban abundantes muestras de ello long time ago), "El ansia" (1983) resultó más impactante en su día, tanto como incomprendida: fracaso en taquilla y rechazo de la crítica. A principios de los años ochenta el noir se vuelve blue. Las películas se llenan de atmósferas oníricas ambientadas en grandes estancias atravesadas por largas cortinas blancas mecidas por el viento, en penumbras azuladas espantadas por el vuelo intruso de unas cuantas palomas urbanas, mientras llueve en la calle iluminada de neón y una tenue música electrónica se inserta suavemente en la acción. Cuero negro y gafas de sol para apagar las estrellas de la noche. Ridley Scott, Michael Mann, Adrian Lyne, Alan Parker. La estética cinematográfica que se establece en aquella década para el cine comercial de prestigio es muy reconocible: la new wave lo invade todo: la música, la publicidad, la imagen. Nuevos románticos engullidos por la máquina del tiempo.
Catherine Deneuve, David Bowie y Susan Sarandon. El erotismo que desprende este ménage à trois vampírico es incuestionable, arrebatador, más aún, claro, cuando la ambigüedad de Ziggy Stardust desaparece de escena y las dos actrices, que nunca se han distinguido por su pudor frente a la cámara, prenden fuego a los fotogramas con tanta pasión como elegancia. La vampira Miriam (Catherine Deneuve) busca compañía para mitigar su soledad milenaria. Compañía a cualquier precio, amistad a la fuerza, el amor a las cadenas para una relación de sumisión absoluta: el ansia y la opción de aplacarlo establecen una alegoría directa con los años de la eclosión del SIDA y la adicción a la heroína dominando las calles. El vampiro es un drogadicto y Sarah (Susan Sarandon) escenifica a la perfección el mono del dependiente, el terror compulsivo de la abstinencia. El drogadicto es un esclavo. Miriam y Sarah: Lakmé y Mallika: Catherine Deneuve toca al piano el pasaje del "Dúo de las flores" de la ópera "Lakmé" de Leo Delibes (Tony Scott volvería a utilizar esa melodía, esa canción, en otra escena inolvidable: el duelo verbal entre Dennis Hopper y Christopher Walken en "Amor a quemarropa") y ese momento de sensualidad contenida es suficiente aval para disfrutar de la primera película de Tony Scott, fallecido recientemente, un director que, aunque irregular en los recursos que ponía en escena ("El ansia" tiene un final..., eso, irregular), solía contar con buenos repartos y no tenía por costumbre aburrir al espectador con sus películas. No es poca cosa.
Tony Scott era sin duda un director irregular, pero no por ello menos interesante. Aunque tiene alguna horterada infumable, en su carrera se pueden encontrar joyitas como "Domino", "Spy Game", "Marea Roja" o "El último boy scout".
ResponderEliminarSaludos
Yo me lo pasé muy bien viendo algunas películas suyas. Esas que mencionas, claro, o "Top Gun", que fue un auténtico fenómeno de moda cuando se estrenó, o "Amor a quemarropa", cult movie particular, un guión de Tarantino, de la época en que no lo conocía nadie, y que Tony Scott no desaprovechó en absoluto.
EliminarPor lo que recuerdo, no había triangulo. Solo remplazó a Bowie por Sarandon. Y el final era confuso.
ResponderEliminarEl concepto ménage à trois no implica que todos se mezclen con todos: los triángulos amorosos ofrecen varias combinaciones. Y en el caso de vampiros se puede triangular dejando a uno en el ataúd en el desván, ahí tranquilito, mientras se harta uno a chupar sangre nueva. A mí siempre me han gustado más los hombres lobo: son más de aquí te pillo aquí te mato.
EliminarMr. Licantropunk,otra de esas maravillosas peliculas; raro e interesante concepto el suyo. Que trio de actores y que musica. Una de las pocas peliculas del hermano de Ridley que aun continua siendo potables y un interesante acercamiento al mito del vampiro. Bowie genial. Deneuve y Sarandon brillantemente bellisimas. Un film para ver incontables veces. Saludos.
ResponderEliminar¿Cuál es el concepto raro? ¿El llegar a ésta desde la de Lincoln "Van Helsing", je, je? Bueno, de algo hay que hablar.
Eliminar"El ansia" es una película hipnótica así que lo de ver muchas veces estaría justificado. No me ha gustado de principio a fin, mentiría si dijera lo contrario, pero esto con las películas de Tony Scott es casi una norma.
No puedo opinar, no la he visto. Y el cine de Scott... psss, ya sabe, tengo mis más y mis menos con el cine americano y en los ochenta estaba yo a otras cosas. Será por eso que casi nada me suena.
ResponderEliminarPero el dúo de la flores es de mis preferidos. Algo es algo, jeje.
Saludos!
No puedo opinar, no la he visto. Y el cine de Scott... psss, ya sabe, tengo mis más y mis menos con el cine americano y en los ochenta estaba yo a otras cosas. Será por eso que casi nada me suena.
ResponderEliminarPero el dúo de la flores es de mis preferidos. Algo es algo, jeje.
Saludos!
Tiene su aquel EL ANSIA... estética pura y dura (años 80) en cada fotograma y excesiva hasta su final..., je, je, je... Vampiros modernos, muy modernos (mucho más que los de Entrevista a un vampiro o si me apuras que los de otra peli de los 80, jóvenes ocultos). Pero hay algo que me encanta. Llevo tiempo recopilando películas donde salga El dúo de las flores (Lakmé) y es increíble la variedad. Aquí dices dos... en escena erótica-vampírica en El Ansia... y en Amor a quemarropa provocando inquietud. También en una de las escenas más románticas de ATRAPADO POR SU PASADO de Brian de Palma. Y te vas a partir de risa... en una escena erótico-festiva marítima en PIRAÑAS 3D... ¡Verlo, escucharlo y creerlo!
ResponderEliminarY seguro que ese dúo de las flores (que a mí me encanta) lo encontramos en muchas más películas... Y da para escenas que se quedan atrapadas en la memoria.
Besos
Hildy
La escena de "Amor a quemarropa" es la que a mí se me quedó enganchada: combinación desoladora de la angustia desesperada del que está a punto de morir, con la lírica arrolladora de la música de Delibes. Una escena parecida se encontraría en "Pat Garrett y Billy the kid", cuando Slim Pickens va a morir junto al rio mientras suena "Knockin' on Heaven's Door" de Dylan. Sí, hay melodías que estremecen.
EliminarNo la he visto, pero me encanta que me recomienden dentaduras ;))
ResponderEliminarUn besito
Pues no deje usted de ver "El ratón Pérez". Bueno, no se refiere a esas dentaduras, ¿verdad? Entonces "Vampyr" de Dreyer o "Nosferatu, vampiro de la noche" de Herzog: obras maestras.
EliminarPues a mi la estetica de este director siempre me gusto. Si cercana al video clip y totalmente hermanada con la publicidad. Pero tenia cierto estilo.
ResponderEliminarAdemas sabia el hombre dirigir. Su película El fuego de la venganza ademas de ser estéticamente impactante. Tiene una estructura narrativa impresionante. Muy buena realmente y que mantiene el ritmo toda la cinta.
Esta de vampiros, pues como que todo muy bello y decadente con aroma a colonia de las caras. La verdad es que entretiene. Cuidate
Parece que admirar a Tony Scott es admitir "un placer culpable". Aunque su filmografía no fuera una maravilla de principio a fin, muy pocos son los directores que pueden presumir de eso.
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