miércoles, julio 07, 2010

"El asesinato de un corredor de apuestas chino", de John Cassavetes

Entre el género de gansters y, un poco también o quizá el tema principal, el género musical: de un lado gangsters horteras de camisa solapón y pantalón de pata ancha y, por otro lado, un musical próximo al "Cabaret" de Bob Fosse, pero rebajando el glamour berlinés hasta dejarlo en club de striptease californiano con pretensiones: mucha teta y poco arte. Bares donde siempre es de noche y un buen momento para tomarse un whisky: el hábitat natural de Henry Chinaski: aquel bar de Stockton donde se lamentaba Billy Tully de su combate panameño en "Fat City" de John Huston o el ambiente de las "Malas calles" de Martin Scorsese. Estética rotunda.
El dueño del garito se llama Cosmo Vitelli, o sea, Ben Gazzara como protagonista absoluto en el papel cumbre de su carrera. Un fulano con suerte hecho a sí mismo, rodeado de bellezones, amo de su negocio, que se pringa por una deuda de juego y que, por su mala cabeza, tendrá que cargarse a un chino.
John Cassavetes se rodeaba de actores que podían interpretar impresionantes personajes de carácter, con vía libre a la improvisación. Ben Gazzara, Peter Falk, Gena Rowlands, que era la mujer de Cassavetes (inolvidable su pareja con Peter Falk en "Una mujer bajo la influencia"). De ellos, grandes actores, extrajo lo mejor. Cine independiente cuando nadie sabía que era eso, años antes de Sundance y de que Steven Soderbergh diera el campanazo con "Sexo, mentiras y cintas de video": libertad creativa para poner en fotogramas lo que uno quiera, sin rendir cuentas a nadie. Cassavetes pasó de puntillas por la taquilla en las películas que dirigió aunque como actor sí fue conocido por "Doce del patíbulo"de Robert Aldrich o "La semilla del diablo" de Roman Polanski. Sin embargo la crítica sí lo colocó en la cima en varias ocasiones. Esta es una de ellas.

7 comentarios:

  1. Personaje extraño donde los haya, tanto en su faceta de director como en la de actor. No me produce demasiada empatía. Saludos.

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  2. ¡Dos películas (tres) americanas seguidas! ¿Pero qué está pasando en este blog?... Desde luego que veré estas últimas.

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  3. Estimado Licantropunk, a esta pelicula la he visto hace ya bastante, realmente muy buena, con un Ben Gazzara excepcional, o sea, una pelicula para ver y volver a ver, un saludo.

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  4. Pues he de reconocer que no la he visto, así que tendré que ponerle remedio a mi gran error.
    Un saludo

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  5. Angelus: los malos de esta película: ¿no te parece que los malos de ahora parecen todos producto de gimnasio vespertino? Aquellos macarras de entonces si que producían respeto. Ya me contaras qué era tan extraño de la personalidad de Cassavetes, que no sé mucho de el aparte de su obra.

    Tomás Serrano: acepto la ironía y prometo enmendarme: la siguiente de Bergman, por lo menos. O no.

    Belknap: Gazzara está inconmensurable. Gran cine.

    Crowley: tanto que ver y tan poco tiempo. De todos modos me gusta recomendar esta.

    Saludos a todos.

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  6. Licantropunk, esta es una de las de Cassavetes que no he visto, pero lo haré tarde o temprano. Me parece un director muy interesante, no solo porque surge en paralelo en USA a la Nouvelle Vage (y son curiosas las coincidencias y distancias), sino porque películas como Shadows o Una mujer bajo influencia aportan una espontaniedad y libertad solo comparable a Godard (por hacelo con un coetáneo de movimientos cinem.). Otra cosa, en mi opinión Cassavetes improvisaba poco, hau un guión muy definido en sus películas, y pienso que este sanbenito se lo ha colgado la crítica más que nada, debido seguramente en que basa sus argumentos en experiencias reales y en esa espontaneidad que mencionaba antes. Pero eso sería otro debate...

    Un saludo!

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  7. Babel, improvisar para el caso de esta película y otras de Cassavetes no se refiere al guión (Wong Kar Wai) si no a las actuaciones. Y, ¿por qué sambenito? Bendito el director que sabe aprovechar/estimula la inspiración de los actores.
    Saludos.

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