El mercenario samurái. Un ronin errante en busca de sangre pagada, un trabajo fácil cuando hay destreza en el manejo de la katana y pocos escrúpulos a la hora de utilizarla. Lanza una rama al aire y su caída señala la dirección a tomar en un cruce de caminos: cualquier sendero es bueno en épocas violentas. Llega a un pueblo divido entre dos facciones de matones a sueldo: los del comerciante de sedas y los del bodeguero de sake (la burguesía propietaria que suplanta al poder estatal: el dinero es la ley). El samurái desenvaina su espada: tres caídos en tres segundos: que sean tres ataúdes. Sin acertar a cuál de las dos pandillas vender su codiciada espada, decidirá poner paz de la forma más simple: exterminar a ambos bandos de criminales: la astucia mata más que el sable. El héroe que pone orden en el mundo, el quijote ciego a la ambición que sólo conoce la determinación del honor: una figura intemporal.
Sergio Leone va al cine a ver "Yojimbo" y sale de la sala con una película en la cabeza: "Por un puñado de dolares", uno de los plagios más famosos de la historia del cine. La productora italiana no paga (se le olvida o simplemente no lo hace, pero la copia es evidente) los 10.000 dolares que costaban los derechos internacionales de autor: derecho de remake. Carta firmada por Akira Kurosawa: 'Señor Leone, acabo de tener la oportunidad de ver su película. Es una película espléndida, pero es mi película'. Al pleito le sigue un trato: derechos de distribución en varios países orientales, incluido Japón, y el 15 % de la recaudación mundial de la taquilla. Decía Leone que Kurosawa ganó más dinero con "Por un puñado de dolares" que con todas su películas juntas y probablemente tenía razón. Por un puñado de dolares, sí, por 10.000 para ser exactos.
Influencias, una palabra muy asociada al famoso director japonés. John Ford es una influencia reconocida de Kurosawa, también "Raíces profundas" de George Stevens. John Sturges realiza "Los siete magníficos" un remake legal de "Los siete samuráis", otro western oriental, válgame el oxímoron. Akira Kurosawa adapta al cine varias tragedias de Shakespeare ("Ran", "Trono de sangre", "Los canallas duermen en paz"). Y tampoco el argumento de "Yojimbo" es original pues está basado en el de la novela "Cosecha Roja" de Dashiell Hammett: el agente de la Continental que limpia Poisonville para que vuelva a ser Personville, logrando que se enfrenten entre sí los distintos grupos de gánster que dominan la ciudad. Tráfico de influencias continuo donde cada autor aporta su mirada, su cultura, despersonaliza y vuelve a juntar todo para crear su propia obra, en muchos casos mejorando el original. La mirada inconfundible de los grandes cineastas.
El viento mueve las hojas mientras el gran Toshiro Mifune camina altivo por la calle desierta, mientras al otro extremo le esperan nueve víctimas que no saben lo que les espera. Más que un homenaje al western, "Yojimbo" es uno de los mejores western que se hayan hecho nunca.
Kurosawa es uno de los grandes de la historia del cine.Cada fotograma rodado por él era una fotografía perfecta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Una de las mejores pelis de Kurosawa, sin duda. Mifune aportó bastante a la singularidad excepcional: Las primeras imágenes, Mifune rascándose la cabeza, son impagables. Por supuesto hay que apreciarla en VO, si casi todas las películas pierden al doblarse, esta es imprescindible la voz del actor. Y además de los plagios que refieres, influenció muchas otras, pero también hay que reconocer que al cine de Kurosawa se le ve de lejos el aura de occidentalización en muchas de esa época. No en vano era pro-americano cien por cien cuando estaba bastante reciente la tragedia del final de la 2ªGM.
ResponderEliminarSaludos!
Aunque ya comenté algo similar en una entrada tuya sobre "Gran torino", quiero subrayar que "Raíces profundas" es una referencia inevitable en el western; que se lo pregunten al Sr. Clint Eastwood cuyo "Jinete pálido" iba más allá del puro homenaje (¿plagio?).
ResponderEliminarSaludos.
Cosecha roja: ahí la tengo para continuar su lectura. Ahora, con más ganas.
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