domingo, octubre 04, 2009

"Rocco y sus hermanos", de Luchino Visconti

El viaje del sur al norte: el sur pobre, el norte rico. Una viuda y sus cinco hijos abandonan la tierra meridional de los olivos y los viñedos, de los jornaleros y las alpargatas, y se trasladan a la fría Milán, símbolo del renacer industrial de la Italia de Posguerra (la película trascurre en Italia, pero la acción podría desarrollarse en cualquier barrio de la periferia madrileña, durante el éxodo masivo de campesinos españoles de principios de los sesenta: del campo a la ciudad en busca de un porvenir). Cinco hermanos, cinco suertes dispares: semillas de un mismo saco, cada una germina a su modo: alguna tenía que pudrirse. La película arroja un balance final donde la modernidad sale mal parada y la mirada se vuelve, melancólica, a la pureza de la vida sencilla: inercia conservadora condenada sin remedio: el mundo cambia y hace cincuenta años ya existía esa misma sensación de que el progreso es enemigo de la condición humana, destructor de la familia y vehículo de ambiciones corruptoras. Dentro de otro cincuenta años, esa idea seguirá existiendo.
A lo largo de casi tres horas de metraje, la cinta presenta en su planteamiento, nudo o desenlace, tres estilos diferenciados. Un comienzo neorrealista, la llegada a la ciudad como un puñado de palurdos que arrastran fardos de ropas y cestos llenos de viandas y que deben descubrir las claves de una capital amenazadora e inmisericorde pero prometedora: una chica de largas piernas, labios de carmín y vida alegre: el personaje de Annie Girardot, Pandora fatal, manzana del pecado que desencadenará todas las tormentas, frente al de Katina Paxinou, la tópica mamma luctuosa, la loba que cuida de sus cachorros con firmeza y pasión desmedida. Después la película salta al ring, a abrirse paso a golpes (el mito del hombre de campo sano y fuerte, con más puños que mollera) para salir del destino desconchado y mohoso de un cuartucho a compartir con tres hermanos. Será este un tramo de estética de cine negro, de buena película de boxeo (combates excelentemente rodados: la profesión de las doce cuerdas no es nada fácil de llevar a una pantalla sin que se noten las falsas bofetadas al actor y en esta película parece que se zurran de verdad: pelea verité), en el que Alain Delon se rebelará como un James Dean a la europea, un personaje lacónico lleno de bondad y de perdón pero abocado a la tristeza sin solución del que intenta poner orden en desdichados problemas familiares: hermanos que se infligen las mayores afrentas concebibles. Y en el desenlace, tragedia absoluta, latina, (aquel la maté porque era mía: los celos nublan el telón de fondo de los crímenes pasionales) de llantos desconsolados y pecados sin remedio que desembocan en una catarsis excesiva. Un drama teñido de sangre, en fin.
Una obra maestra.

5 comentarios:

  1. Una obra maestra, que como bien dices circula desde el neorrealismo hasta la tragedia; casi vemos a Rosselinni, y al final se dislumbra Pasolini.
    En el blog la comentamos y coincidimos en la calificación: Obra maestra absoluta.

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  2. Es curioso, a pesar de haberla visto varias veces, nunca me había dado cuenta de esos estilos diferenciados que mencionas, y, ahora que lo leo en tu entrada, parece tan evidente.
    Una de las cosas que más me impresionó de la película fue como la familia es engullida por la gran ciudad, resquebrajando sus lazos.
    Magnífico análisis de una obra maestra del cine.

    Un saludo

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  3. Ajá, maestra sin duda... tengo que volver a ella... Una peli tan contundente en sus imágenes como en la historia contada.


    Hay que ver!! con tu blog me entra una especie de ansiedad de ver y "rever" todo que... jajaja.

    Abrazo, Licantropunk!

    (Y no, no son vacaciones, es un paréntesis que se está extendiendo más de lo que me gustaría, ays de mí. Ves? el progreso... nos lleva a la falta de tiempo, al menos en mi caso, pardiez! Maldita liberación femenina!! jeje.)

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  4. Ethan: y Passolini al final. Se me quedó sin entrada "Mamma Roma" que cuenta muchas cosas de las que cuenta "Rocco y sus hermanos".

    Vivian: la secuencia en que el hermano y sus colegas van en busca de Rocco y su chica para darles una paliza: Nicholas Ray y "Rebelde sin causa". ¡Vaya! Se me olvidó incluirlo.

    Margot: el blog hay que tomarlo con calma, no como una obligación sino como un refugio. Piano, piano,
    se va lontano, que diría Rocco.

    Saludos a todos.

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  5. Totalmente de acuerdo y muy buena reseña.Creo,mi querido amigo,que habría que rescatar a Luchino Visconti.

    Un abrazo.

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