jueves, agosto 27, 2009

"Masacre", de Elem Klimov

"628 aldeas bielorrusas fueron quemadas junto con todos sus habitantes", denuncia la pantalla al final de la cinta. Las tropas alemanas, durante la Segunda Guerra Mundial, fueron especialmente brutales en su frente oriental. Judíos o comunistas solo eran razas inferiores con las que había que mostrar la misma misericordia que se tendría con un piojo. La guerra como encarnación del mal absoluto: los grabados de Los desastres de la guerra de Goya condensados en dos horas de acción cinematográfica durante las que se pondrán a prueba las emociones del espectador más recio, arrastrado por unas interpretaciones increíbles, llevadas al límite, como en el caso de la del joven protagonista, Aleksei Kravchenko: escalofriante. La masacre que anuncia el título (el original es "Idi i smotri", ven y mira: la distribuidora española parece que buscó un título más comercial para el año 1985, el año de "Rambo": al grano y que el que compre una entrada sepa a lo que entra) será una de las escenas más terribles de la historia del cine bélico.
La película intenta indagar en los orígenes de tanta vileza, las motivaciones que pueden llevar a un grupo de soldados, que en la vida civil realizarían oficios corrientes, tareas constructoras y vivirían asumiendo entornos sociales pacíficos y de rígido orden moral cristiano, a comportarse como un enloquecido grupo de bestias sanguinarias. Adolf Hitler, es el señalado como culpable y es ajusticiado en efigie, disparando sobre un retrato del dictador. Pero a la vez que salen las balas del fusil, una secuencia de imágenes históricas del personaje se proyectan en reverse, hacia el pasado, en busca del nacimiento del icono más sanguinario del siglo XX, hasta alcanzar, poco a poco, un retrato de su niñez: un pequeño sujetado por su madre, rollizo y de mirada despierta: un ser humano. La maldad de los egos desproporcionados es una semilla que puede germinar en el tipo más corriente.
Al DVD le acompañan NO-DOs de la época con imágenes reales de atrocidades contra la población civil, contra los soldados heridos, contra los niños huérfanos: inflamar el odio de los partisanos, de la resistencia (hace poco vi una película moderna titulada así, "Resistencia" de Edward Zick, protagonizada por Daniel Craig y que también trata de la guerra en Bielorrusia y la lucha de los guerrilleros: comparada con esta de hoy, aquella es "Bambi"): el cine como propaganda bélica. "Masacre" también ejerce esa labor propagandística, en plena guerra fría, mostrando a los héroes del pueblo ruso cazando soldados alemanes como a lobos del monte. Fue tanto la barbarie del ejercito alemán en suelo soviético que, cuando las tornas cambiaron y el Ejercito Rojo comenzó su avance implacable sobre Berlín, los alemanes corrían a rendirse a los americanos, temerosos de la venganza bolchevique. La Unión Soviética fue el país que más víctimas tuvo durante la Segunda Guerra Mundial: más de veinte millones de muertos.

4 comentarios:

  1. No he visto la película y no sé si seré capaz. 20 millones de víctimas.
    Si quisiésemos rendirles un mínimo homenaje, leyendo sólo los nombres y apellidos (5 segundos para cada una de ellas, durante 24 horas al día sin descanso), tardaríamos más de 3 años.
    20 millones son muchas víctimas.
    Creo que no podré ver esta película.
    saludos.

    ResponderEliminar
  2. Lo aterrador está justo ahí: en cómo gente perfectamente normal saca al monstruo que lleva dentro, en cómo esos oficios comunes que mencionan se acaban por transformar en puro salvajismo.

    ResponderEliminar
  3. Tengo muchas ganas de verla.

    Me ha llamado la atención que comentas una película que yo he visto recientemente, El contrato del dibujante.Yo también creo que es extraordinaria. En cuanto a Desgracia, tengo muchas ganas de verla. La novela me parece maravillosa.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Akebono: no había caído en la cuenta pero precisamente mañana se conmemora el 70 aniversario de la invasión de Polonia, así que hoy los diarios se llenan de cifras de muertos y de consecuencias de la guerra: buen momento para hacerse una idea de la magnitud del desastre.

    Y encima se llamaba Alabama: el maestro de escuela convertido en un asesino violador y saqueador: la guerra es la única actividad humana que detiene a todas las demás.

    Marta María Lopez: aquel día tocaba Greenaway. Y tengo pendiente comentar alguna más de este gran director. "Desgracia", la película, supongo que no te decepcionará, aunque te hayas leído el libro, que es el peor baremo para calificar cualquier película que se base en un libro de éxito: crítica condicionada.

    Saludos a todos.

    ResponderEliminar