Veo la película y al día siguiente me encuentro en "El País" un artículo de Diego Galán hablando del personaje: casualidades que te hacen levantar las cejas, levemente.
El artículo tiene el denunciante título de Manipular el pasado. Al parecer la Cinémathèque Française conmemora el 102 (la extraña cifra se puede vender como una ocurrencia delirante: quizás oculta un olvido imperdonable) aniversario del nacimiento de Tati y el cartel que anuncia el acontecimiento no emplea la imagen más conocida del personaje: se renuncia a su sempiterna pipa, no sea que los niños se lancen disparados al estanco más cercano. Lo mismo sucedió con el cartel de la reciente película "Coco" de Anne Fontaine del que, en las calles parisinas, se hizo desaparecer el cigarrillo de la mano de la famosa modista: lo políticamente correcto hace aparecer la estupidez mediocre del falto de imaginación, del alarmista ingenuo: del político incorrecto que se encuentra en el pedestal que no debe.
La pipa, el sombrero, el flequillo, unas perneras anchas pero insuficientes por las que asoman calcetines a rayas y un caminar sesgado pero decidido, de larga zancada. Señas de identidad chaplinescas: ¿qué sería Charlot sin bastón, sin bombín? Monsieur Hulot hereda a Chaplin, a Keaton. Retorna el humor del cine mudo a mediados del siglo XX. El slapstick de la patada en el trasero, del torpón inocente, del pelmazo educado y lleno de bondad al que todos rehuyen: ese carácter inquietante del que no tiene doblez. A Hulot lo heredarán Peter Sellers en "Bienvenido Mr. Chance" o "El guateque" o, más recientemente, el conocido Mr. Bean, pasándose el testigo de un patrón cómico intemporal.
"Las vacaciones de M. Hulot" es una tormenta (tranquila) de gags cómicos que en ocasiones parecen improvisados, no finalizados. La excusa para la puesta en escena serán los veraneos familiares de la clase media francesa en una época en que las playas son remansos placenteros y los hoteles un pequeño hogar de convivencia. Esa es la paradoja de esta comedia: contemplar la playa de Saint-Marc produce una tristeza melancólica infinita: cualquier parecido con un pueblo costero vacacional actual sería pura coincidencia.
Creo que es,desde mi punto de vista,la mejor película de Tati.He visto otras de él y me parecen un poco pesadas.Por ejemplo Playtime,idea de enormes posibilidades y no obstante,demasiado larga con muchos espacios aburridos.A decir verdad,nunca me ha gustado el humor francés,como tampoco el italiano.Pero entre estos países me quedo con Tati.
ResponderEliminarExcelente post.
Un fuerte abrazo.
Tienes toda la razón en lo de las señas de identidad chaplinescas: Hulot hace humor con pocas palabras y sobre las cosas más sencillas. Funciona como una película muda, me parece encantador. La escena del bote de pintura que se lleva la marea y regresa convenientemente cada vez que tiene que mojar el pincel está logradísima. ¿Cómo lo haría en esos años?
ResponderEliminarUn saludo ;)
A mí, la escena que me hizo más gracia fue la del cementerio. Humor negro dentro de humor blanco.
ResponderEliminarsaludos.
Lo he probado poco, la verdad y reconozco que no me hace mucha gracia. Lo del humor es bastante personal, por eso resulta infinitamente más fácil hacer reir.
ResponderEliminarBicos.
A mi en general estas películas me parecen todas pesadas, como dice Francisco. NO las aguanto, pero con las españolas me pasa igual. Estas playeras tienen que ser muy ingeniosas para hacerme reir, lo que resulta curioso es ver el paisaje de antes y el de ahora, tan lleno como está hoy todo.
ResponderEliminarMe encanta Tati. Hay pocos, poquísimos comediantes que hayan creado un personaje tan característico, y universal; sobre todo esto último. Hablamos hace tiempo en el blog de "Mi Tío", una de sus mejores pelis, y de cómo Tati (igual que Keaton o Chaplin) no entendía el mundo moderno. O el mundo moderno no le entendía a él.
ResponderEliminarDesde luego, sus vacaciones son antológicas.
Saludos!
Francisco Machuca: tiene mucho encanto esta película. Eso sí, lo de reírse viéndola ya es otro cantar: complicado, al menos para mi. Sonrisa y gracias.
ResponderEliminarBabel: pues yo creo que se ha hecho moviendo el bote de pintura mediante una caña de pescar o algo similar. Muy lograda esa escena. Y otras.
Akebono: la del cementerio es muy buena: no estaba muerto estaba tomando cañas.
Lula Fortune: querrás decir que es más difícil hacer reír que hacer llorar ¿no?
Blanca: las españolas, por lo general, son las únicas que logran arrancarme alguna carcajada. En principio con que una comedia me haga sonreír me conformo. Y mucho.
Ethan: señas de identidad muy personales. Jacques Tati contra las vacaciones, podía haberse titulado.
Saludos a todos.
"sactamente", se me fue la tecla. Pero me has entendido ¿no?
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