
Audiciones, ensayos, exámenes. Horas gobernadas por el repaso infinito de cinco lineas paralelas salpicadas de genialidad. Se abre la tapa del piano y el instrumento sonríe con satisfacción caníbal: aquí serán devorados los días de tu juventud. Cuando te asomes al espejo, yerma y aburrida, contemplarás la decadencia de tu tiempo y el dolor punzante, sorprendido, que atravesará el pálido rostro de tu reflejo, no se verá recompensado por la cerrada ovación del auditorio. Le ganaste la partida a Schubert, pero a Schubert le importa un bledo. Miserable y rencorosa, jugarás vacilante la última moneda de tu faltriquera: el desastre de tu cara delata la cuantía del premio. Sola y vencida. Se alejan tus pasos.
Me dejó una sensación desasosegante, me gustó e inquietó a partes iguales...
ResponderEliminarY tu crítica de hoy es pura poesía, que seas consciente, Licantropunk, jeje.
Saludos a gogó!!
A mi también me pareció desasosegante, pero eso es buen cine, y magnífica interpretación de la Huppert.
ResponderEliminarFELIZ AÑO 2009, y que sigamos visitándonos