sábado, febrero 02, 2008

"El silencio antes de Bach", de Pere Portabella

Una cámara: el espectador. Un plano secuencia atraviesa una estancia pulcra, amplia, silenciosa. Busca al compositor y lo encuentra: una pianola ambulante: música enlatada: en playBach.
Una cámara: un perro. A dos palmos del suelo guía al ciego afinador de pianos (como Morgan Freeman en "Danny the Dog": el músico ciego como una consecuencia natural de la imposibilidad). El instrumento desafinado, inservible, emite un morse que el oído sabio transforma en la clave de la melodía.
Una cámara: la rueda. El camionero melómano (¿por qué no?: no existe un camión que tenga su cabina afónica) huye del ruido cotidiano. Música salvífica: Redemption song, cantaba Bob Marley: quien canta reza dos veces, se muestra en la película.
Bach en la armónica del vagabundo y en el órgano, bosque de tallos de notas, de la catedral de Leipzig, Pére-Lachaise del mito alemán. El maestro delinea un pentagrama con un tenedor y explica la técnica napolitana antes de interpretar las variaciones trivializando la pócima mágica de la genialidad: Goldberg pagará en oro ese algoritmo que lo sacará de la condición de anónimo clavicembalista y disparará su nombre hacia la inmortalidad. La perfección musical a través de un orden fuerte y preciso, un consejo que se puede considerar muy alemán.
Cámara espejo, cámara turista. Pocas veces he visto emplear la cámara de manera tan clara y serena, diáfana, en un fantástico ejemplo de expresividad cinematográfica, hasta convertirla en un actor más del reparto, digna de figurar en los títulos de crédito junto a los actores protagonistas. Busco entre las nominaciones a los premios Goya que se van a repartir este domingo, y no encuentro esta película en ninguna categoría. El 2007 debe haber sido excepcional para el cine español si esta gran obra que acabo de ver (y oír) no alcanza el nivel de las que sí figuran en esa lista (he leído buenísimas críticas de otra que tampoco está en esa lista y que tengo ganas de ver: "En la ciudad de Sylvia" de José Luis Guerín). Pues nada, como no he visto ninguna de las que sí están nominadas, el domingo paso de la gala y me pondré a ver el fútbol y ¡que viva el cine español! Y el Real Madrid, también.

2 comentarios:

  1. Pere Portabella es el director y productor oculto por excelencia de un país pacato como el nuestro.No hay que olvidar que fue el productor de Viridiana de Luís Buñuel,una de las películas más importantes del cine español.
    Sus propuestas cinematográficas siempre han estado envueltas por el espacio vacío de las exposiciones temporales de la Fundación Miró de Barcelona.
    El silencio antes de Bach es un placer de los sentidos, en donde la música,a veces,desaparece con los diálogos y vuelve los silencios,se mezcla en el curso de la película con los ruidos del mundo contemporáneo.Es espléndida la secuencia del grupo de violonchelos interpretado en un vagón el preludio de la suite núm.1.La película es una joya,toda una experiencia cinematográfica en donde el espectador tiene una cita con la belleza y la sabiduría con la cual el cineasta compone los planos del filme,que es una propuesta que estimula la sensibilidad y la reflexión.Portabella también reflexiona sobre Europa y no olvida sus heridas.Esta Europa con todo un legado cultural y artístico que,como dijo George Steiner,no solamente no fue capaz de evitar la barbarie,sinó que,como lo ejemplifica la utilización de la música por parte del nazismo,llegó a mantener una complicidad.La música también puede hacer daño.Es así,que,en un momento de la película que demuestra la potencia de las imágenes creadas por Portabella,un piano cae al abismo.Esto no quiere decir que el arte no pueda salvar,no ayude a vivir.Un ejemplo es esta maravilla que,cuando ya no creíamos esperar,lo dá Portabella.
    Ha sido todo un placer para los sentidos encontrar en tu estupendo blog una reseña tan ejemplar;un remanso fuera del panorama actual.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  2. Tarde pero te contesto. Cuando leí tu comentario pensé en corta-pegarlo a continuación de mi entrada y crear un artículo a dos manos: tu comentario supera a mi artículo, tal cual. Debemos pensarlo para esta o para otra ocasión. Lo que esta claro es que hay Cine con mayúsculas y sin ellas. Todo es cine, pero no es lo mismo.
    Saludos.

    ResponderEliminar