En 1940, el ejercito alemán invade Francia pulverizando a su paso al ejercito francés. Se rompe la delgada (que se creía infranqueable) línea Maginot y se hacen prisioneros a 1.400.000 soldados franceses. El país se divide en dos: la zona ocupada por los alemanes al norte y el régimen títere de Vichy al sur, dirigido por Petain, el general victorioso de la Primera Guerra Mundial. Quedan los territorios de las colonias y allí, otro general, Charles de Gaulle, creará un ejército después de que los aliados liberen el Norte de Africa. La mitad de ese ejército de 500.000 hombres estará formado por población indígena. Argelinos, marroquíes, tunecinos, senegaleses. Los africanos de De Gaulle. Voluntarios para reconquistar la madre patria. Una misma bandera, un mismo himno, un mismo fin. Pero distintos derechos, distinto trato, incluso distinta comida. Carne de cañón. Con la victoria llegará la desilusión: ni igualdad, ni libertad: fraternidad nunca la hubo. Cuidadanos de segunda que ni siquiera cobraban la misma pensión de guerra que sus compatriotas de la metrópoli. Sin embargo de algo sirvió a las tropas norteafricanas cruzar el Mediterráneo y contemplar la realidad europea de la Segunda Guerra Mundial: el intocable amo blanco, el todopoderoso, había sido puesto de rodillas en su propio país: no era invencible. Muchos de esos veteranos de guerra argelinos nutrirán las filas del Frente de Liberación Nacional de Argelia durante la Guerra de Independencia de finales de los años 50.
En la película se cuentan esos días de gloria de las tropas coloniales que participaron tenazmente en la liberación de Francia. Gloria particular, íntima, oculta, tan lejos de la gloria mítica y reconocida de la résistance o de la Columna Leclerc. La trama y la puesta en escena guardan un gran parecido con "Salvar al soldado Ryan", de Steven Spielberg, sobre todo el final: la defensa del puente, los últimos supervivientes, la visita al cementerio 60 años después. Sin embargo el propósito principal de la película y del director, de origen argelino, será hacer hincapié en la denuncia de las condiciones de desigualdad en las que lucharon aquellos soldados. Su estreno propició que el debate por esta injusta situación se abriera en Francia, de modo que el gobierno francés decidió en el año 2007 igualar todas las pensiones de los veteranos de guerra. Esas leyes de la memoria histórica. Tan tarde y tan mal. Aunque más vale tarde. Y pájaro en mano, claro.
No he visto la película y me parece interesante.Con Spielberg,la verdad,no puedo.De películas que tocan el tema de una guerra puedo decirte que mis favoritas son:Senderos de gloria,de Kubrick y Tierra y libertad,de Ken Loach.
ResponderEliminarTomo nota de Días de gloria y te comento.
Un abrazo.
En todos los países con sus guerras siempre ha habida este tipo de desigualdad, en Vietnan con los soldados negros, en España con los moros, al igual que en Francia. Carne de cañon.
ResponderEliminarfrancisco machuca: de Spielberg me sobra su lado sentimentaloide. Así, si le quitaramos 10 minutos a sus películas, serían fantásticas, redondas. La primera parte del "Soldado Ryan" casí hace que me salga del cine: no es que no me gustara, no, es que yo estaba desembarcando también en Normandía. Ese nivel de credibilidad no está al alcance de cualquier realizador. Mencionas dos películas estupendas, por cierto. Esta también es muy recomendable.
ResponderEliminarblanca: en todas las guerras hay combatientes de segunda, vidas que valen menos que otras. Como los niños soldado de Africa, la vileza más terrible.
Saludos.
Ea, otra a visionar... si me da rabia algo de ti es que me recuerdas las que me faltan y son tantas!!!! jajaja.
ResponderEliminarAunque reconozco que el cine bélico no es mi género preferido. Para que lo sea debe llevar una fuerte carga política y aún así hay veces que...
No pude ver el film pero por lo que cuentas parece muy atractiva. Me gusta como situas al comienzo el espacio y tiempo del relato. Este tipo de films me atraen pos sobre manera. Muy buen post. Saludos!
ResponderEliminarmmm, es buena la obra de spielberg. no es para pensarlo como cine independiente, cosa que no me parece mal, que cada uno vaya con su género.
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