El precio de dar marcha atrás, de poder borrar de un plumazo las consecuencias del acto que nunca quisiéramos haber cometido. La violencia que se desata desnuda y que crea un punto de inflexión en la existencia del manso, del pacífico, del comedido, convirtiéndolo en un asesino impío. Se puede limpiar la sangre, esconder el cadáver, pero siempre quedará la culpa amarrada como una sanguijuela a la conciencia del culpable, más si, como es el caso, la víctima es un inocente, el cuerpo del delito que casualmente pasaba por allí.
Cine negro ambientado en la España rural que, como una especie de subgénero, suele contar historias de crímenes truculentos (hay otros ejemplos como "El séptimo día" de Carlos Saura, "Jarrapellejos" de Antonio Giménez Rico, "Pascual Duarte" de Ricardo Franco e incluso "El crimen de Cuenca" de Pilar Miró o, por qué no, "Los santos inocentes" de Mario Camus: grandes directores y alguna que otra obra maestra). Se introducen otros temas como el despoblamiento del campo, el tedio y la falta de oportunidades de la vida de los pueblos y, no podía faltar, los rencores y odios enconados entre vecinos de huerto.
La trama se aborda desde distintos puntos de vista de los personajes. El primero, el del verdadero criminal que en esta película actúa como Mac Guffin que desatará el resto de acontecimientos y el último, el del guardia civil que parece que va a resolver el caso pero que quedará atrapado en sus propios dilemas morales. Buenas actuaciones de excelentes actores y buen estreno para un director novel. La intriga se diluye un poco según avanza la película, puede que por cierta falta de ritmo o porque el desenlace final es un tanto ingenuo. Ese cabo de la guardia civil que haría morir de envidia al mismísimo Grissom del CSI de Las Vegas. Ese caimán.
Veo que la cogiste. Es una de las mejores películas españolas en mucho tiempo. Me parece un debut excelente, y unos actores de primera, que es lo que suele fallar en muchos casos del cine español, la elección que hacen por amigismo.
ResponderEliminarCoincido totalmente que este film es un regalo del cine español al cine. De factura impresionante. Saludos!
ResponderEliminarMe gustó pero me quedo con Franco (Ricardo, no empecemos, eim? jeje) y la Miró. Por supuesto también los Santos Inocentes...
ResponderEliminarPara mi gusto cojeaba un poco de exceso o sería el día que la ví...
La película es como una línea curva que se cierra sobre sí misma, una historia-círculo. Cómo los actos de uno influyen sobre los que le rodean. Y luego está la casualidad, impredecible y, en este caso, con terribles consecuencias. Iba a decir algo que no me gustó, pero sería destripar el final.
ResponderEliminarBuena película.
Saludos.
Esta fue una de esas pelis en VO que veo en Salamanca y la verdad es que salí encantado.
ResponderEliminarA mí me encanta ese guardia civil interpretado por Celso Bugallo. Es el último hombre honesto, el personaje que rompe el círculo vicioso de violencia que conduce la historia y que parece no tener fin. Gran guión y más que sólida dirección, aparte de estupendas interpretaciones.
Una grata sorpresa, que ya destaqué en mi blog cuando se estrenó.
Un saludo!
blanca: es una película de secundarios excelentes, donde no hay un claro protagonista. Espero que la obra de este director de buenos frutos
ResponderEliminarbudokan: me alegro de que también te haya gustado
margot: esta película la he puesto en una lista junto a un puñado de grandes películas y he citado al director rodeándolo de mitos (algunos ya fallecidos) del cine español. Promete.
akebono: el azar austeriano que me comentaste, también presente. Y el verdadero criminal que no paga su culpa: eso duele
deckard: de Celso Bugallo recuerdo su gran interpretación en "Mar Adentro". Desde luego me quedo con su actuación aquí, aunque sea difícil quedarse con una: Walter Vidarte como el loco Amós, Cesareo Estébanez como Cecilio, etc.
Saludos a todos
Buena noticia. Que los noveles realizadores vislumbren un buen cine. Estaré atenta en la videoteca.qaligh
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