Un matemático intenta descubrir el modelo numérico que permita predecir el comportamiento de la bolsa de Nueva York. Sin embargo su búsqueda no persigue un fin materialista, la bolsa es un terreno que permite una rápida comprobación de la exactitud de sus simulaciones. El problema real es la comprensión del mundo y de las leyes naturales que lo dirigen, el determinismo que surge de un comportamiento azaroso a primera vista: el orden que surge del caos. Teoría fractal, razón áurea, series de Fibonacci, atractores de Lorenz, el juego del Go o el número pi, son distintas formas de aproximarse a la solución final. Cuestiones que pueden sobrepasar la capacidad humana de entendimiento, de modo que el camino del conocimiento estará lleno de sacrificio, de sufrimiento, de obsesiones enfermizas (conozco a algún matemático que en algún momento de la carrera se le fundieron los plomos: alguno no ha llegado a recuperarse). Por tanto el conocimiento absoluto pertenecería al orden divino y en la película es la idea que predomina: en la cábala hebrea el que sabe la clave se acerca a Dios: la clave es el nombre verdadero de Dios.
El director intenta representar los procesos mentales del desesperado protagonista, su agónica tarea. Una mente alterada que se adentra en visiones surrealistas (hormigas dalinianas, retazos del Buñuel de "Un perro andaluz"), que se aparta del mundo que le rodea destrozado por la paranoia, la angustia que sacude su cerebro. El uso de drogas, prefacio de la siguiente película de Aronofsky, "Requiem por un sueño", como única forma de detener la idea que nunca descansa, de mitigar el dolor de la derrota, con un montaje frenético que ilustra la toma de cada dosis combinada con la música electrónica de fondo que no le da ni un respiro al protagonista.
Al final, sólo el idiota se puede permitir esbozar una sonrisa. Sólo el ignorante descansa.
Ufff me han hablado de ella pero seguro que no entendía nada y encima me agobiaba que me conozco!!
ResponderEliminarPero sí, el que mejor sonríe es el ignorante sólo que a mí me dió por pensar que eso no se elige. no se elige serlo o no serlo, sin saber por qué hay quien se hace preguntas y quien no...
Besote de domingo, tómate un vermucito a mi salud.
Parece ya habitual eso de que todo matemático está se vuelve un poco paranoico. Vi una peli no hace mucho sobre el mismo tema, con la Paltroy y se han dado más cintas con esta búsqueda incansable de la ecuación perfecta. Esta no la he visto, pero quizá la pille en el videoclub. Me quedé con las ganas.
ResponderEliminarSí, tenías razón, creo que me gustará. A ver si a la segunda... ¿atractores de Lorenz?,¿el juego del Go? me voy a poner a estudiar.
ResponderEliminarLa película no sé cómo estará, pero tu comentario sobre ella es de los que más me han gustado.
saludos.
margot: la película te puede agobiar por el panorama esquizofrénico que refleja. Invita a pensar y a la reflexión: a la curiosidad
ResponderEliminarblanca: la busqueda te puede llevar a la locura. Pero la satisfacción del encuentro puede compensar el riesgo. Me parece que la película esta muy bien, el argumento y la estética.
akebono: resolver un problema puede consistir en entender que epsilon esta entre cero y uno. Cuando se enciende la bombilla: el tao de la sabiduria
Saludos
Película que dejaba ver a un director interesante que asomaba. Lamentablemente el tiempo lo ha ido diluyendo. Muy buena reseña. Saludos!
ResponderEliminarbuuuuu, son las 3:10, vengo a comentar este blog, tengo sueño, y me tratan de ignorante, buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
ResponderEliminar(Me sonrojo: todavía no lo he visto).
ResponderEliminarBueno, despabilándome, el tema científico y lo existencial pueden ser una buena dosis mezclada certeramente.
Tu recomendación esta anotada.
Tu cinefilia es loable, Licantropunk. Salutes.
Los atractores de Lorens: indagaré sobre ellos.
ResponderEliminarEso es estimulante: que un posts te invite a leer sobre algo, a indagar...
Pi.
ResponderEliminarTres personas humanas viendo esa peli en la habitación. Tres zombis roncadores media hora después.
Eso es lo que recuerdo de pi.
Pues en mi caso eramos dos personas viendo la película de las cuales una no vió el final y yo me tuve que tomar un café a la mitad para poder aguantar. Mereció la pena.
ResponderEliminarTen en cuenta que escribí el post nada más acabar de ver la película, como suelo hacer, y según figura en el blog, eran la 1:56 de la madrugada del 1 de Julio. Esto del cine es muy sacrificado.
Bueno, Fendetestas, espero que vuelvas pronto por aquí. Cagontó.
Saludos
Cuando el conocimiento humano llega a su limite, con la paranoia, siempre se vuelve los ojos a lo divino, al nombre de Dios.
ResponderEliminarEl shock que nos provocaria conocer el origen de todo seria demasiado para cualquier mortal...por eso solo un neurotico, solitario es el instrumento (el sacrificado) para que todo el resto de imbeciles puedan sonreir.
Licantropunk te invito a http://letradehumo.blogspot.com/