Sofia Coppola, para qué nos vamos a engañar, siempre ha sido un bulto cinematográfico sospechoso. Ya tuvo ocasión de chirriar como un gato arañando un encerado cuando le concedieron (con calzador) un papel protagonista en "El Padrino III", demostrando que estar delante de la cámara no era lo suyo. Detrás de una no cabe duda de que ha tenido mayor suerte, recabando el éxito crítico en varias de sus películas: un Oscar por el guión de "Lost in traslation", León de Oro por "Somewhere" o Palma de Oro a la mejor dirección por "La seducción". No, no es mal bagaje.
Advertido en El blog de Hildy Johnson, rincón cinéfilo imprescindible, de que "La seducción" es la adaptación de una novela de Thomas P. Cullinan que fue llevada al cine originalmente por Don Siegel en 1971, con el título en España de "El seductor", no queda otra que darse una vuelta por ese antecesor que cuenta con el reconocido womanizer de Clint Eastwood como seductor incuestionable. Y resulta ser la misma película. O casi. Y casi, pero no. Mi ceja izquierda se enarca al descubrir que en la versión de Siegel, entre el grupo de mujeres que habitan el internado Farnsworth, se encuentra una esclava negra, interpretada por la actriz Mae Mercer, personaje ausente en los fotogramas diseñados por Sofia Coppola: Guerra Civil de Estados Unidos, una hacienda sureña: no parece un rol que sobre (la duda es si esa mujer, Hallie, figura en el libro de Cullinan: si no fuera así, sorry my darling Sofia Carmina Coppola).
Y las conexiones se disparan hacia la noticia reciente de ese cine de Memphis que ha retirado "Lo que el viento se llevó" de Victor Fleming, ese clásico, de su acostumbrado ciclo estival, para, de ese modo, no incomodar a los espectadores más inquisitivos (o inquisidores: la piel tan fina de lo políticamente correcto que nos invade) con la visión de la esclavitud, mecanismo productivo que, sin embargo, acompañó a la economía norteamericana durante varios siglos. Cómo era aquello de conocer la Historia para que no se repita lo peor de ella y tal. La Historia, que mancha, pero que no se debe barrer debajo de una alfombra.
Mr. Licantropunk, como me encargue de aclarar en mi blog, aprovecho que la mala racha tecnologica se ha alejado un poco y me he puesto a actualizar, espero poder hacerlo con mas asiduidad. Me apunto el policial español, al igual que la de la torre oscura. Saludos.
ResponderEliminarYa vi que volvió: gran noticia.
EliminarNo soy muy fan de Sofía Coppola, su "Lost in Traslation" me pareció sobrevaloradísima. Me quedo con Siegel y su versión que es como un cuento gótico, una atmosfera inquietante a lo Ambrose Bierce de la que carece esta nueva adaptación. Lo siento pero voy a soltar el tópico: un remake innecesario.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Me parecen películas huecas, las de esta directora, no acabo de empatizar con ninguna de sus historias. Y cuando vi la versión de Siegel, bueno, pues para reafirmarse en la opinión.
EliminarPero ¡mi querido Licantropunk!, ¿deduzco entonces que el remake de Coppola no te llamó en exceso la atención...? ¿Deduzco que la de Siegel sí te convenció...? La reflexión que haces de fondo sobre la desaparición del personaje Hallie y lo políticamente correcto me ha parecido interesante.
ResponderEliminarBeso
Hildy
PD: Mil, mil gracias por nombrarme.
Tuve un problema de términos, porque remake lo suelo aplicar a segundas versiones de una película, no a segundas adaptaciones de una novela. Pero en el caso de "La seducción", sí, opino que es un remake. Y remake sin esclavitud, un whitewashing de la cinta que no puedo entender y que no comparto. En cuanto a la mención, ¿no es de justicia apuntar las referencias?
EliminarTengo pendiente ver de nuevo Lost... por Murray y para darle otra oportunidad, la primera visión no me gustó...
ResponderEliminarUna así de época no vería... Saludos 🙋