El sur no sólo existe, como cantaba Joan Manuel Serrat en poemas de Mario Benedetti, sino que es territorio protagonista del último cine español. Ya la que fue considerada el año pasado como mejor película española, "Vivir es fácil con los ojos cerrados" de David Trueba, era un viaje iniciático, en busca de John Lennon, con destino Almeria. Otro de los éxitos actuales, "El Niño" de Daniel Monzón, incluso avanza un poco más allá y salta el estrecho de Gibraltar: bajarse al moro y volver a la Península a toda pastilla. Y el propio director de "La isla mínima", Alberto Rodríguez, situó su película anterior, "Grupo 7", en las calles de Sevilla, agitadas policialmente por la obsesión de limpiarlas antes de dar inicio a la convulsión universalista de la Expo 92.
Geografía sureña, andaluza, y, en el caso de "La isla mínima", marismeña: el estuario del río Guadalquivir: Doñana, los arrozales, El Rocío: la angula y el camarón. El entorno pantanoso trae al recuerdo el cine estadounidense que se localiza en Nueva Orleans y sus alrededores, el delta del Misisipi en el estado de Luisiana, donde habitan los cajunes, pueblo singular al que la literatura y el cine han concedido reminiscencias de realismo mágico. "Mud" de Jeff Nichols, "Bestias del sur salvaje" de Benh Zeitlin, "El corazón del ángel" o "Arde Misisipi" de Alan Parker (esta última sería la más comparable a "La isla mínima", cambiando franquismo por racismo: épocas de cambios convulsos), o, claro, el bombazo televisivo reciente de la serie "True Detective" (otra buddy movie). Sea cajún o marismeño, en la cinta se percibe un tono común: lo onírico, casi irreal, pero también la potencia del paisaje, magnificado en "La isla mínima" por unas poderosas tomas cenitales de gran belleza: rodaje Google Earth.
1980, en plena Transición. El semanario "El Caso" registra cómo la España negra de los sacamantecas se adapta a nuevos tiempos pero perpetuando los mismos crímenes horrendos. Todo cambia para que nada cambie, para que los personajes más siniestros de la dictadura del general Franco muden de piel y queden impunes frente al castigo que sin duda merecen: años de plomo, de tortura, de represión, de violencia institucional. La película de Alberto Rodríguez supera su condición de género para aportar el valor añadido de la perspectiva histórica, como si no sólo la película, sino el equipo de rodaje al completo, hubieran empleado un túnel del tiempo para viajar a la época, logrando la impronta de aquel cine de la Transición, donde la denuncia en fotogramas parecía querer hacer frente al cómodo olvido: en ese lejano 1980, la película "El crimen de Cuenca" de Pilar Miró, padecía el dudoso honor de ser la única película española a la que se le ha impedido el estreno después del establecimiento de la democracia. Gran cine molesto.
"La isla mínima" se apuntala, por tanto, no sólo en el disfrute de una intriga policial dotada de excelentes escenas de acción y emoción, desarrolladas con mucha convicción por su pareja protagonista, Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo, y ambientadas con una fotografía excepcional. La cinta va más allá y mira de reojo hacia el pasado más oscuro, la memoria que se quiere mantener sepultada para siempre, y que, contra todo pronóstico, se resiste a la extinción y sigue viva. Hay casos que nunca se cierran, que ni siquiera llegan a abrirse, pero los cadáveres dejados atrás no pararán de arañar, noche tras noche, la amarga puerta del insomnio.
Ni la España negra es Andalucía ni Andalucía es tampoco toda la España negra. No tengo nada contra esta comunidad ni sus habitantes, aunque hay cierta saturación (televisiva, quizás) de algunas cosas. Pasa como con las películas sobre la guerra civil. No sé, me gustó, tiene sus cosas, pero yo no la acabo de ver tan buena como dicen. La comparación con la de Pilar Miró tampoco la veo, la verdad.
ResponderEliminarNi el sacamantecas era andaluz, claro. No, no iba por ahí mi comparación, ni mucho menos, ¡Viva Andalucia!¡Viva la luz! La España negra la menciono en el tercer párrafo refiriéndome precisamente a eso, a España. Y en el sur me apoyo en el inicio de la entrada porque compruebo que hay unidad geográfica en esas películas de último éxito que menciono. ¿La comparación con "El crimen de Cuenca"? "El crimen de Cuenca" se prohibió porque daba una visión cruenta de los métodos "policiales" y, aunque la trama estaba situada mucho antes de la dictadura, se vio como un símil incomodo. Películas posteriores como "El Lute" de Vicente Aranda (que fíjate que esa sí estaba situada en época de Franco) no padecieron esa censura. Pero en el pre 23-F... se cortaba el aire. Y, en fin, que yo vi "La isla mínima" y me acordé de la de Pilar Miró, ya ves tú qué cosas pasan por la mente de uno.
EliminarMe alegro de saludarte de nuevo, Babel.
El sacamantecas era de Vitoria como yo!!! Pero aunque quizás sea por la influencia literaria y cinematográfica norteamericana, uno siempre asocia más los crimenes con el calor y la humedad.
ResponderEliminarA mí me parece una gozada de principio a fin y en todos sus aspectos. Se le perdona que traiga a la mente algunas de las estupendas películas que comentas al adaptarse tan bien al espiritu y el espacio ibérico.
Para mí el mejor thriler y la mejor película española del año. Si te apetece, en su día escribí sobre ella...
Saludos
Me vino rápidamente a la cabeza ese ambiente Baton Rouge. Y no es un defecto de la película, ni mucho menos. En un momento en el que suben a un barquito a hablar con una señora que está limpiando pescado, esa sensación se disparó del todo.
EliminarLa verdad es que últimamente el cine español, que sinceramente en los 20 últimos años me ha hecho literalmente huir de el. Parece que esta cambiando.
ResponderEliminarPelículas como esta lo demuestran. Entretenida y bien hecha, la fotografía realmente buena. Una historia que se sigue y esta bien llevada y los actores protagonistas bastante bien. Aunque los secundarios, pues flojean bastante. El conjunto, bastante decente ...
No, yo no tengo esa sensación de que el cine hecho en España haya mejorado, encuentro en la memoria películas de hace una década o dos que me parecen excelentes. Sí que creo que se ha... televisado. Se nota muchísimo la influencia de que las grandes productoras de cine actuales sean cadenas de televisión como Telecinco o Antena 3. Y, por tanto, ya se puede hacer uno idea de qué intereses priman. En cualquier caso si el producto de esa influencia va
Eliminara a ser que, de vez en cuando, se hagan películas como "La isla mínima", pues bien me parece.
Tiene casi todo bueno: las interpretaciones (no lo veré, pero hay duelo de Goyas), la fotografía, la historia; es decir, la dirección. Refuerza mi tesis que la solución está en el cine de género.
ResponderEliminarSaludos.
Te digo lo que acabo de contestarle a Plared: se está notando que la pasta la ponen los canales de televisión y, claro, su apuesta mayor irá por los géneros en cuanto a que atraigan todos los espectadores posibles. La solución económica, puede ser, la solución artística... habrá que discutirlo. El cine de festival puede que no lleve a mucha gente a las salas pero es el que queda apuntado en los libros de Historia.
EliminarCreo que ya hemos discutido acerca de esto jajaja. Bueno yo lo veo así: lo urgente es la solución económica, luego vendrá lo demás, espero.
EliminarPor otro lado, en este caso, la calidad y lo comercial están a la par. Y creo que sí, que esta película tiene asegurado un puesto en los libros de historia del cine español.
Pues la solución económica, escuchados los discursos de anoche, parece que ya llegó. Es muy curioso cómo de un año a otro se pasa del victimismo al triunfalismo. Y, sí, esperemos que "La isla mínima" sepa asentar un canon de comercialidad/calidad que llene las salas sin renunciar al Cine
EliminarVista desde el punto de vista de los Goya del sábado, no te quito razón. Pero contrariamente a algunas opiniones, no le veo yo despunte al cine español con estas últimas producciones. Hace ya que no sale un Erice, Rosales, un Almodovar o si me apuras, un Cesc Gay.
ResponderEliminarPuede que al comentario le lluevan collejas, pero es como lo veo... sorry!
Veremos el sábado, un saludo ;)
Totalmente de acuerdo. Mi aval de "La isla mínima" es que puede ser la mejor de las que esta noche optan a ser la mejor. Fíjate que el año pasado fue "Vivir es fácil con los ojos cerrados"... Sin comentarios. ¿Has visto la selección que han hecho de mejor película europea? Patética. "Ida" se lo llevará de calle. En fin, me preocupa mucho más que haya películas españolas compitiendo por la Palma de Oro, que no las hay, que por cabezones autocomplacientes.
EliminarMr. Licantropunk, policial con transfondo politico social, me la apunto. Cordiales saludos.
ResponderEliminarY yo se la recomiendo: Cine negro con eñe. O sea, ciñe ñegro.
EliminarMe gustó mucho cuando la vi. Y me gusta mucho cuando en tu último párrafo apuntas, a mi parecer, la clave de la película "La cinta va más allá y mira de reojo hacia el pasado más oscuro, la memoria que se quiere mantener sepultada para siempre, y que, contra todo pronóstico, se resiste a la extinción y sigue viva".
ResponderEliminarEl equipo que ha hecho posible La isla mínima debe de estar hoy de celebración. 10 goyas. Me alegro en el alma por el que ha recibido Javier Gutiérrez.
Besos
Hildy
Tengo que ver "Magical Girl" de Carlos Vermut para tener un factor más en la ponderación del premio otorgado a "La isla mínima", pero en cualquier caso esos 10 goyas que vi anoche cómo le iban cayendo, no tienen ningún pero por mi parte.
EliminarTe digo una cosa, Magical Girl a mi parecer se merecía más premios y reconocimiento. Podría haber sido la sorpresa de los Goya. A mí fue una película que me fascinó de principio a fin. Creo que los premios tendrían que haber estado bastante más repartidos pues había muy buen material (La isla mínima incluida, claro está). Por ejemplo, pese al cariño que siento por Karra y lo divertido que está en Ocho apellidos vascos..., creo que el gran personaje era el de Sacristán. O en las actrices revelación quizá hubiera apostado por el riesgo de los personajes que interpretaban Yolanda Ramos, Ingrid García Jonsson o Natalia Tena..., a pesar de reconocer que Nerea Barros realiza una buena interpretación... pero algunas compañeras se tiraron a la piscina sin trampolín... Esto solo son pequeños puntos. Claro, que esto lo digo bajo mi opinión personal. Puesto que ha sido un buen año, los premios podrían haber sido una buena oportunidad para mostrar el amplio abanico...
ResponderEliminarBesos
Hildy
Bueno, pues tengo que darte la razón, y es que a mi el papel que interpreta Nerea Barros en "La isla mínima" no me gustó, lo vi fuera de sitio. Claro, que anoche en la gala me enteré de que era gallega: ¿qué hacía interpretando a una campesina andaluza? Ja, ja. No, ninguno de los secundarios de "La isla mínima" me convenció, Antonio de la Torre incluido, así que seguro que tienes razón en que ese premio debió recaer en otra de las nominadas.
EliminarJo, me has recordado Bestias del Sur Salvaje, cómo me gustó esa película (y Mud también pero Bestias...)
ResponderEliminarY sí, La Isla Mínima me gustó y mucho pero me sucede igual, no creo en el triunfalismo y en ese "ahora el cine español sí". Hombre sí y no, cuando toque o corresponda, como siempre, yo nunca he renegado del cine español como tampoco ahora echo cohetes al aire. Estoy contigo, en este caso es posible que comercial y artístico hayan coincidido pero no es lo habitual y miedo me da, ejemplos: tanto como El Niño, como 8 apellidos.... ufff, bueno, va, y pulpo también vale.
Tengo que ver Magical girl para juzgar bien esos Goya, lo sé.
Saludos!
Pues a mí "Bestias del sur salvaje" no me gustó demasiado, me pareció que, dentro de un pretendido feísmo, era un poco "anuncio de colonias", ja ,ja. "Mud", en cambio, sí me convenció más. Hay que ver "Magical Girl", que yo no había visto nada de ella, y los cuatro extractos que se pusieron durante la gala de los Goya, me hicieron pensar que había película.
EliminarLo que en realidad se nota, es que ya no llueve el dinero para subvencionar cualquier cosa que hagan cuatro amiguetes de ideas parecidas.
ResponderEliminarEs curioso se acaban las subvenciones y de repente la gente vuelve a ver cine español. En fin, sencillamente de un par de años a esta parte están haciendo lo que el publico quiere y demanda, así de sencillo.
En cuanto a calidad, pues seguimos cortitos, sin secundarios y sin guionistas realmente. Pero bueno, todo se andará, de momento el camino que han tomado es bastante mejor que el de los últimos años. Veremos si dura y mejora para por fin conseguir combinar calidad y espectaculo
Uff, no estoy yo tan de acuerdo en eso de las subvenciones. Habrá bajado su cuantía pero siguen existiendo (escúchense si no, algunos de los agradecimientos "autonómicos" de los premios Goya) y deben existir. De hecho no hay cine con mayor protección estatal que el estadounidense: en Estados Unidos es prácticamente imposible estrenar cine que no se haya hecho allí. Otra cosa es que a eso se le vea un sesgo ideológico: sí, también hay un gran nexo entre cine y propaganda y tampoco es de ahora. Por otro lado hay que pensar que aunque esas películas se estrenen ahora, son proyectos que pueden llevar años en preparación.
EliminarLa ventaja que suponen películas como esta es que en lo que la mayoría de la gente ve una, yo veo dos o tres.
ResponderEliminarA mí no me han gustado los 50 minutos que he visto. Acepto que la fotografía puede estar bien, pero no las interpretaciones, si es que estar con la misma cara todo el tiempo se le puede llamar así. Como se ha dicho, los secundarios son peores y hablan como en las películas españolas (dicho en el peor sentido posible). Situaciones baratas (el furtivo pillado que se deja ir para, posteriormente, encajar un favor debido) o directamente extraídas de clásicos negros como inútil ejercicio cinéfilo. Flojo guión que no desmerece a una penosa dirección: la escena de los policias en el coche con el mozo que se mete "por sorpresa" con la navaja es desacertada en todos los aspectos, disparatada. Yo no me creo nada y no me interesa. Qué le vamos a hacer.
La peli tiene agujeros en el guión pero se deja ver. Eso sí, estar constantemente buscándole fallos debe convertir su visionado en... insoportable.
EliminarEn esta película no hace falta buscar.
ResponderEliminarLa escena del que aparece en la pensión borracho, con una escopeta, pidiendo ver a los policías es otra de las joyas de la cinta.
Ni me acordaba de esa escena, me parece prescindible
EliminarNi me acordaba de esa escena, me parece prescindible
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