Pendiente desde hace años, los ocho que lleva este blog abierto, nada más. Atando cabos sueltos resuelvo una expectativa que no se ha visto defraudada: una de las mejores películas que he contemplado últimamente.
Entre Hamburgo y Estambul se desarrolla esta historia de amor a quemarropa, de personajes desahuciados, autodestructivos, siempre a punto de tirar de la espoleta del final más trágico. Esas dos ciudades representan dos modelos culturales, dos polos situados en extremos opuestos: del movimiento punk a la tradición islámica: del individualismo nihilista y epicúreo, a la familia y sus reglamentos rígidos, tan protectores como excluyentes: la asfixia del hogar paterno frente a la liberación definitiva del concierto de rock. ¿Dónde se desatarán mejor las emociones, la angustia de la intensidad vital de la juventud, si no es en el gran teatro del rock? Escribe Servando Rocha en su imprescindible ensayo sobre el punk titulado "Agotados de esperar el fin" que 'En el caso del estilo punk estamos ante una subcultura que, paralelamente, se transformó casi de manera inmediata en una contracultura (oposición/proposición) al difundir una ética y un modo de hacer las cosas que impugnaba instancias culturales tan elevadas como los conceptos de artista, industria o comunicación. Finalmente, y en gran medida, el estilo punk cuestionó la autoridad, (...)'. Oposición, destrucción y renacimiento.
El punk lo cambió todo y murió el día en que "The Clash" firmó con CBS, como todo el mundo sabe.
Pero punk is not dead!, grita Cahit (Birol Ünel), punki crepuscular, en pleno éxtasis pogo junto a Sibel (Sibel Kekilli), la chica que encarna el deseo feroz de ser punk, redimidos los dos por la energía del rock a todo volumen (la banda sonora de la cinta realiza contrapuntos certeros entre guitarrazos amplificados y el folk turco: la mezcla enriquece). Ay, el punk es un pecado de juventud: la sociedad termina colocándote una corbata o arrojándote al arroyo. O ambas cosas.
¿Tradición o modernidad? Fatih Akin pone en la balanza, en el telón de fondo de esta pasión amorosa, la misma cuestión que expondría más tarde en otra excelente película, "Al otro lado". La respuesta será que el que busca el extremo se termina por despeñar y las buenas intenciones pavimentan el camino del infierno. Pero a mí me ha parecido que la moraleja, como en aquel "Surcos" de José Antonio Nieves Conde, es que el terruño tira mucho.
Ajá, totalmente de acuerdo, me encantó esta película (la vi hace tiempo) y también la de Al otro lado. Hasta Soul kitchen, la última estrenada o eso creo, una comedieta menor pero aún así con cierto encanto. Me gusta mucho este dire...
ResponderEliminarY de acuerdo, el punk es un pecado de juventud pero... algo queda. Aunque sea el leve tic de levantar el dedo o sacar la lengua, pues eso, jeje. Y que no falte.
Saludos!
"Soul kitchen" queda pendiente, también me la han recomendado. El punk como postura, como ética, que no como estética, mucho más que crestas y desaliño: una actitud.
EliminarGracias. Voy por ella. Pero no me toques a Strummer, por favor!!!
ResponderEliminar"Punk died the day The Clash signed to CBS" es una frase famosa de la historia del rock. No estoy de acuerdo con ella. Es verdad que "The Clash" es el álbum más "ortodoxamente punk" de The Clash pero lo que vino después fue muy grande (también grande, es decir: "The Clash", su disco de debut, uno de mis favoritos). Si algún grupo merece la frase en cursiva que copio en mi entrada, ese es The Clash, sin duda alguna. Punk o nada.
EliminarAún no la he visto y eso que la peli ganó aquí un premio en su día, en el festival de Sevilla (también se llevó algo por "Al otro lado"). Un cineasta muy atractivo que de vez en cuando hace comedia: "Soul Kitchen". Sean dramas o comedias, todas parecen tener mucha música y una trama que camina entre dos continentes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fatih Akin tiene una forma de rodar muy característica, reconocible, me parece. Me parece muy bueno.
EliminarMr. Licantropunk, inmigrantes atrapados entre lo tradicional y lo moderno; muy buen film y lo que es mejor, no defrauda. Saludos.
ResponderEliminarAsí es. Pero como nosotros mismos, a caballo entre generaciones, rompiendo con nuestros padres y no entendiendo a nuestros hijos. Emigrantes culturales.
EliminarEs la única película que he visto de su director. Y la he visto solo una vez. Recuerdo especialmente las escenas en el psiquiatrico. El encuentro entre los dos personajes principales. Y como apunta Belknap me parece muy interesante y conseguido esos mundos reflejados de personajes atrapados entre lo tradicional y lo moderno. Es un tema muy cinematográfico. Me viene a la cabeza el cine de Ozu o también El hombre tranquilo de John Ford...
ResponderEliminarOtro tema interesante además del de la salud mental es aquel que apuntas en el texto (y en la reflexión sobre el punk) y es: el cuestionamiento a la autoridad. También el cine emplea muchos caminos para presentar este tema o cuestionar directamente con las imágenes a la autoridad.
En fin una película rica en temas expuestos para un buen debate posterior.
Besos
Hildy
Esa es la clave: romper con el que manda, cuestionarlo. Por eso la rebeldía es síntoma juvenil: luego todo se embalsama: momias vivas, nos convertimos.
Eliminar¿"El hombre tranquilo"? Vaya, nunca se me hubiera ocurrido.
Una película muy interesante. En la que muestra su estilo mas combativo y social. Aunque sinceramente le prefiero en esa comedia deliciosa que te comentan al principio. La de la cocina del soul es una deliciosa película, pequeña quizás, pero deliciosa. Cuidate
ResponderEliminarSí, recuerdo que comentaste y recomendaste "Soul kitchen". Otra pendiente.
EliminarVengo a darte las gracias por esta película. Porque la tenía anotada en un papelito desde que leí la crónica y hoy pude verla. Y todas las bifurcaciones del amor, y el punk no ha muerto ni morirá, Y Siouxsie en la puerta de Cahit y el precioso culo de Sibel. Y todo una maravilla. Para cortarse la vena y después coserla. Un abrazo.
ResponderEliminarDario, ¡cuánto me ha alegrado leer este comentario! Los blogueros somos traficantes de recomendaciones y es una alegría tremenda ver que el recado llega a buen puerto. Apenas nos conocemos, nada más que por nuestros escritos, pero, leyendo tus excelentes poemas, apostaría sin duda a que la película te iba a gustar: tenéis el mismo swing pasional. A mí la película me emocionó hasta el tuétano. Un abrazo.
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