domingo, diciembre 30, 2012

"El niño de la bicicleta", de Jean-Pierre y Luc Dardenne

Los niños perdidos. Cyril (Thomas Doret) es un niño perdido o, más bien, a punto de perderse: la última oportunidad antes de convertirse en carne de reformatorio y, después, algo aún peor. Abandonado en un centro de acogida por su padre (Jérémie Renier, un habitual del cine de los Dardenne: "El niño", "El silencio de Lorna"), no encuentra ninguna referencia sobre la que apuntalar su destino: habrá que buscarla. Las películas dirigidas por los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne se caracterizan porque sus personajes, ciudadanos occidentales que rozan la marginación social, son buscadores infatigables. Al menos desde "Rosetta", su película más antigua que yo haya visto y su primer gran éxito (Palma de Oro de Cannes de 1999. Con "El niño" consiguieron otra en 2005: no está nada mal, creo que sólo Haneke y Coppola han repetido de ese prestigioso menú), sus protagonistas no paran, incansables, en todo el metraje: la cámara les persigue por calles, pisos y parques belgas trasmitiendo al espectador la misma ansiedad y preocupación que les atenaza implacable.

En el laberinto de las derivas vitales de Cyril se cruzan Samantha (Cécile de France, su actuación, junto a la del niño Thomas Doret y la de Jérémie Renier, es muy convincente, una característica necesaria para que el cine-realidad funcione y atrape al espectador), una nueva esperanza, y Wes (Egon Di Mateo), el reverso tenebroso: Cyril "Skywalker". Un equilibrio de fuerzas maniqueo y potente, pero inestable: la balanza deberá caer de un lado o de otro. ¿Se perderá Cyril?
Gran cine.


10 comentarios:

  1. Vaya, justo anteayer vi "El niño que gritó puta". Si no la has visto, te la recomiendo.

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  2. Tomás, no pretenderás que vea una película con una palabrota en el título, que luego tengo que escribir de ella y me vuelvo loco buscando sinónimos "eufemistas".

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  3. Mr. Licantropunk, gran cine sin duda. Que el 2012 lo termine bien y que el 2013 lo empiece mucho mejor. Saludos.

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  4. Es una película que tiene un pre- (te pasas la tarde pensando que esta noche toca una de los Dardenne), un durante y un post (llevo todo el día pensando en ella). Bueno, ésta tiene dos post...
    Muy buena película.
    saludos.

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  5. Belknap: lo mismo espero para ti. Y que sigamos en contacto.

    Akebono: nos gusta el cine que nos gusta mientras lo vemos pero aún más el que sigues disfrutando después de verlo, dándole vueltas en la cabeza.

    Lula Fortune: lo mismo digo, ¡Feliz 2013!

    Saludos a todos

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  6. ... Me gustó mucho El niño de la bicicleta. Es la película más luminosa y más positiva de los hermanos Dardenne (me encanta su cine).

    Tras la oscuridad y tenebrismo de El silencio de Lorna que hacía que los Dardenne pasearan su realismo por el cine negro...
    (y con una de la elipsis más impactantes... de los últimos años), en El niño de la bicicleta se decantan por ese mismo realismo pasado por un cuento donde la peluquera es el hada buena, el padre es el leñador (o el padre de Hansel y Gretel) y el joven de los suburbios el lobo...

    También somos testigos de un pequeño milagro...

    Besos
    Hildy

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  7. Me gustó esta película. Estaba en la lista de mejores de my friend Marichuy. Es impecable. Un abrazo.

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  8. ¿Gran cine?

    ¿Ah, sí?

    ¿Por qué?

    Ah, sí, seguir a los actores con la cámara debe de ser muy complicado, sobre todo cuando se mueven y, si van en bicicleta, ya debe ser la hostia.

    Y me parece la mejor que he visto de los Dardenne. Casi es como un cuento, si los Dardenne, unos tipos que me caen muy bien (en serio), hubieran tenido el talento necesario para sugerir una atmósfera de cuento y no estuvieran tan preocupados de que todo parezca muy natural.

    Un saludo!

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  9. Hildy: cada película de esta gente es una sorpresa. Parece que se mueven siempre en los mismos registros pero consiguen que sus guiones sean diferentes y geniales.

    Darío: me alegro de que le gustara.

    Deckard: no me puedo creer que hace no mucho me diera usted la brasa con Bresson y sus "Notas sobre el cinematógrafo", encumbrándolo a la quintaesencia del arte cinematográfico y, ahora, a los cineastas modernos que más se parecen a lo que hacía Bresson, les tenga usted esa tirria. Chico, ¿en qué quedamos? ¿Hacemos caso al libro o no? ¿Entre los aforismos de aquel texto no era el principal anhelo la naturalidad en la actuación (perdón, nada de actor: el modelo) de la que usted ahora se queja? Ay, el cinéfilo contradicho.

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