Este semana viajé a Madrid y me encontré con Tom Cruise. Al emerger por la escalerilla de la estación de Callao (los túneles de Metro son como agujeros negros o túneles de gusano o huecos en el árbol en los que te adentras para teletransportarte y, en el caso de plaza de Callao y un transeúnte provinciano como yo, de repente aparecer en otra dimensión) me di de bruces por sorpresa con el bueno de Tom, que andaba por allí vendiendo coches: Tienes que ir a ver "Misión inverosímil nosecuantos" que es una película maravillosssssa, me susurraba al oído el actor, sonriente como un gato de Cheshire, estirándose en medio de la multitud que se agolpaba junto a él para secuestrarlo en píxeles o arrancarle un garabato: cantos de sirenas comedoras de placenta. El cine es promoción, es negocio. ¡Enséñame la pasta!, gritaba Cruise en "Jerry Maguire" de Cameron Crowe. El cine siempre se ha hecho para ganar dinero.
Así que si el cine se mide en recaudaciones y la mejor película es la que cuesta más pasta y más se vende (un millón de consumidores no pueden estar equivocados, sentenciaría Don Drapper) ¿por qué ir a ver "The Artist" en vez de "Misión imposible IV: Protocolo Fantasma"?
Como ya sabrá cualquier aficionado al cine que esté pendiente de las novedades cinematográficas, "The Artist" es una película muda y rodada en blanco y negro. En realidad ese es su mayor valor promocional, las dos características que parece que mejor la definen comercialmente, una rareza técnica en el panorama de estrenos de la cartelera: una excepción realizada con lo que hace un siglo era la norma. Ese valor, sin embargo, puede ser un lastre más que un reclamo para la taquilla, pues en la actualidad parece que la única excusa razonable para invertir dinero en una entrada es que la proyección sea en 3D: ¿muda y en blanco y negro? Me la descargo y ya te cuento, si eso... Pero ir a una sala de cine a ver "The Artist" tiene el valor añadido de realizar un viaje en el tiempo: sentarse en una butaca de la platea y experimentar los mismos estímulos sensoriales que percibía un espectador de cine de hace 100 años.
Los avances técnicos siempre se han llevado por delante profesiones y puestos de trabajo, transformados en el siguiente eslabón de la cadena evolutiva: Al Jolson en "El cantor de Jazz", de Alan Crosland, abrió sus labios pintados de blanco y el pianista de la sala de cine se convirtió en un par de bafles. La trama de "The Artist" podría ser la de "El crepúsculo de los dioses" de Billy Wilder si aquella obra maestra hubiera terminado con Gloria Swanson y William Holden bailando claqué en vez de con la policía sacando (bueno, en realidad así empieza) el cadáver de él de la piscina. El mensaje de "The Artist" es nítido: adaptarse o morir. Y no importa el medio, sino el mensaje. Esta cinta es cine sobre cine, un sueño sin fin.
La pareja de actores protagonistas es extraordinaria: Jean Dujardin y Bérénice Bejo realizan un remedo brillante de pantomima gestual (la pantomima en el cine: el Pierrot interpretado por Jean-Louis Barrault en "Los niños del paraíso" de Marcel Carné) que pone significado a lo que era la interpretación durante el periodo del cine mudo: menos es más y los diálogos son una verborrea innecesaria: el gesto, la expresión y los movimientos, en cambio, son fundamentales. El reparto se completa con caras muy conocidas como John Goodman, James Cronwell o Penelope Ann Miller. En cuanto a la historia, una de amor, esas que durante décadas han colmado las plateas de público. Y los pañuelos, de lágrimas.
En fin, qué decir, una maravilla en estos tiempos que corren
ResponderEliminarNo deja de ser peculiar que estos tiempos del 3D y los efectos especiales alguien se atreva con este proyecto.
ResponderEliminarEs como la primera hora de Wall-e, no hay diálogos pero tampoco se echan en falta, y al día siguiente hasta te parece que recuerdas las voces de los personajes.
ResponderEliminarDesde luego, esta película no es más de lo mismo. Hay que verla y hay que oírla (¿qué llena más: un diálogo sin música o una música sin diálogos?).
saludos.
Iré a verla, claro está, pagaré gustosamente mi entrada (lo siento, Cruise, métete el dólar por donde te quepa, gatito de Chesire).
ResponderEliminarAplaudo la iniciativa. No sé si la historia me va a convencer, no sé si es buena -aunque no parece, según voy leyendo aquí y allá- que me vaya a llevar ninguna decepción. Pero cualquier iniciativa que busque remover el encorsetado formato del cine actual, bajo la premisa que citas de mayor inversión>mayor recaudación>mejor película, siempre es de alabar. Ojo, no quiero decir que el cine no deba ser comercial, pero ante todo debe ser bueno.
Saludos
Yo tener Francisco+Alicia, tú ver película muda. Mi no entender. ¿O quizás sí?
ResponderEliminarNiños@película muda. Sosiego del alma?
Para el inteligente seguidor de Licantropunk: hago comentarios desde el punto de vista del cinéfilo ocasional cansado de ver ¡BUENA SUERTE, CHARLIE!
Pienso que el blanco y negro y la ausencia de palabra es otro reclamo más, como el 3D, pero iré a verla y contrastar con tu crítica, que es buena ¿verdad?
ResponderEliminarSaludos.
Tampoco nos pasemos por el otro lado: que sea en blanco y negro y muda tampoco garantiza calidad. Muda era también "La última locura de Mel Brooks" y sospecho que hoy no es fácil encontrar un "revisor".
ResponderEliminarLa comparación con la publicidad de la de Tom Cruise me parece muy oportuna, Licantropunk.
Ethan: gran parte de culpa de que fuéramos a ver "The Artist" fue tu crítica de la película durante el festival de Sevilla. Gracias.
ResponderEliminarPepe Cahiers: sí y ojalá la película tenga suerte en taquilla. Es una película de boca-oreja pero no sé si en estos tiempos los cines aguantan más de un par de fin de semanas a la espera de la reacción del público.
Akebono: los diálogos, la música, todo son ingredientes a componer: el resultado dará la importancia de unos u otros. Pero lo que se demuestra es que se puede prescindir de factores: menos de la imagen, claro.
Gcpg: la historia no es gran cosa, no es un guión fuera de lo común, pero ahí también reside la gracia de la película: una de tantas. Y suscribo tu última frase, algo que un "gourmet" como tú sabe de sobra.
Kezo: no lo entiendo ni yo. No es una decisión premeditada, es acercarse a la cartelera y desechar diez de doce (muchas veces desechamos doce de doce: ¡vaya panorama!): hubo suerte. Y de las dos que quedaban, mi acompañante decidió "The Artist".
Angelus: como he escrito ese es el reclamo y en cualquier programa de cine o artículo de prensa es lo que se destaca de esta película. Es buena, sí. O no es mala, que ya es mucho.
Tomás Serrano: ayer por la tarde en casas les puse "Luces de la ciudad". Terminó y oí decir "Es la misma película de ayer". "Luces de la ciudad" es una obra maestra, "The Artist" no. Aún así la calidad es muy buena. Y no, la tecnología a utilizar no garantiza ni mucho menos que sea mejor película, como tú y yo sabemos.
Y lo de que vi a Tom es verdad. Lo de que me hablara... no.
Saludos a todos.
Ufff pues no te arriendo las ganancias si estuviste en Callao... estos días parece más locura que de costumbre!
ResponderEliminarY la peli la tengo pendiente, ya ves yo me iré a Valencia para verla. Por lo que he oído sé que me gustará, me gustan las historias sencillas pero bien contadas y la singularidad de algo que no lo fue pero ahora sí.
Aún así... no estará a la altura de Wilder, ni de Buster, ays, mi Buster. Y es que el tiempo no pasa en balde y estarán bien los juegos pero nada que ver con los originales. Creo...
Saludos!
Es una reseña de las que a mí me gustan especialmente,es decir,con biografía inmediata,con pasos callejeros que conducen a un cine,la descripción del entorno,la crítica un tanto humorística,etc.Por cierto,Cruise con la capucha en cartel me hizo reír.Por estos lares,son los quillos los que llevan capucha,y,además,adolescentes.
ResponderEliminarThe Artist me espera este finde.
Un abrazo,amigo.
Olé Licantropunk, claro que si. Yo también quiero ver The Artist, quizá solo para soñar unos instantes. El cine siempre ha servido para ganar dinero pero en la actualidad creo que mas que nunca, se ha convertido en un parque de atracciones sin sentido. Y si hay una misión imposible es que yo vaya a ver a Tom Cruise al cine. Saludos
ResponderEliminarDesde que oí hablar de ella tengo ganas de verla. Espero que aguante lo suficiente en cartelera, porque me temo que hasta después del 25D no voy a poder acudir a una sala de cine. Compromisos...
ResponderEliminarMe alegro que la disfrutaras. Un abrazo y felices fiestas, amigo.
mira vos, que sorpresa una pelicula asi hoy... y yo que pensaba que lo mas jugado era filamr en blanco y negro... muda? habra que verla entonces...
ResponderEliminarsalu2
Una película que me ha reconciado el cine "actual" y el place de ver el cine en el cine.
ResponderEliminarUna peli que me ha reconcilado con el cine "actual" y con la ilusión de ver el cine en un cine.
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